Image: Valle-Inclán en guerra. Los secretos de su inédito Cuaderno de Francia
Valle-Inclán
Dramaturgo, novelista y poeta, el 28 de octubre de 1866 (hace hoy 150 años) nacía en Villanueva de Arosa Ramón María del Valle-Inclán, autor de asombrosa modernidad que jamás fue pobre o bohemio y que hizo de sí mismo su mejor personaje. Así lo demuestra su inédito Cuaderno de Francia, diario de campaña de la I Guerra Mundial, que acaba de ver la luz gracias a la Cátedra Valle-Inclán de la Universidad de Santiago de Compostela.
El legado Valle Inclán-Alsina. Entre los tesoros inéditos -más de 5.000 documentos entre manuscritos, cuadernos de viaje, esquemas, bocetos, galeradas, ediciones revisadas y anotadas- del archivo Valle-Inclán Alsina, que custodia desde 2008 el Grupo de Investigación/Cátedra Valle-Inclán de la Universidad de Santiago de Compostela, se encuentra un cuadernito identificado por Carlos del Valle-Inclán como “La libreta de la guerra de Francia”. Este inédito, que ahora ve la luz como El Cuaderno de Francia, en espléndida edición facsímil de Margarita Santos Zas, es el diario escrito por Valle-Inclán durante una visita a los campos de batalla galos durante la Primera Guerra Mundial. Conviene recordar que el conflicto había dividido a los medios artísticos y culturales del continente y que España no había sido una excepción. El autor de Luces de bohemia tomó partido en esa movilización general de la “inteligencia española”, y se proclamó aliadófilo (Francisco Camba llegó a escribir que a Valle “lo que los alemanes han hecho con Bélgica le dolió tanto como si se tratase de sus propias tierras del Caramiñal”). Así que, con afanes propagandísticos, y como premio, el gobierno francés le invitó a visitar el frente de guerra con el compromiso de plasmar su testimonio en una obra que debía publicarse inicialmente por entregas en “El Imparcial” y, después, en un libro, La medianoche. Visión estelar de un momento de guerra, editado en 1917. El proyecto era tan ambicioso que estaba prevista su edición simultánea en español, francés, inglés y ruso. Para ello, iría tomando notas de todo lo visto y sentido durante el viaje en este Cuaderno, aunque no consta, sin embargo, que el autor pensara publicarlo jamás. De capote, boina y polainas por París. El 27 de abril de 1916, un Valle-Inclán de “capote, boina y polainas”, en palabras de su amigo Corpus Barga, emprendía viaje a París con un pasaporte dado en Madrid apenas dos días antes. Desde su llegada, se alojó en casa de Jacques Chaumié, cónsul francés en España, amigo, traductor y gran admirador del escritor, que le acompañará todo el viaje y le hará de intérprete. Tras unos días de visitas y homenajes en la capital francesa, el 5 de mayo se desplazan al frente de guerra y comienzan las anotaciones de su diario, un cuadernito vertical, de 9'5 por 14'5 centímetros, de cubiertas negras acharoladas y guardas moradas, en muy buen estado de conservación, a pesar de unas pequeñas manchas de humedad.