Image: Espido Freire: Nuestra cúpula política está formada por personalidades psicopáticas

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Letras

Espido Freire: "Nuestra cúpula política está formada por personalidades psicopáticas"

La escritora publica Los malos del cuento, una guía para sobrevivir a todo tipo de monstuos, literarios o reales

14 febrero, 2013 01:00

Espido Freire


Los monstruos existen. Y habitan entre nosotros. Espido Freire (Bilbao, 1974) detecta, cataloga y elabora pautas de defensa ante vampiros, ogros, y psicópatas en Los malos del cuento (Ariel). También ante suegras, vecinos, ex-novios pesados e incluso progenitores sobreprotectores, personas "tóxicas" que nos rodean y ante las que hay que establecer una guía de supervivencia. Con visos de manual de autoayuda, la escritora rescata los arquetipos de monstruos en la literatura, que no son sino advertencias con siglos de antigüedad. Freire enlaza con el presente, con la actualidad más dolorosa, y contradice a Oscar Wilde en aquello de "la vida imita al arte más que el arte a la vida". A veces, la realidad es aún más oscura de lo que refleja la literatura.

Pregunta.- ¿De dónde surge la idea para el libro?
Respuesta.- Hace años que daba vueltas a la idea de hablar de psicópatas, de personalidades negativas, y de cómo detectarlas y evitarlas. Como estudiosa de los cuentos de hadas me pareció que servirían como una guía adecuada y universal para listar a esos "malos" de una forma inmediata e inequívoca.

P.- ¿La literatura infantil, las leyendas... nos previenen sobre lo que nos esperará en la vida adulta?
R.- Sí, claro. En su inicio eran metáforas de la sociedad, una manera simbólica de advertir de los peligros. Si no existe conflicto o una situación de peligro, no hay cuento.

P.- El libro bebe de los manuales de autoyuda. ¿Por qué enfocarlo de esa manera?
R.- Me pareció adecuado el incluir unas "guías de supervivencia". De otra manera, nos quedaríamos únicamente en el análisis de las personalidades negativas, y no en cómo evitarlas o neutralizarlas.

P.- En el capítulo dedicado a los vampiros se refiere a la violencia psicológica. ¿Se puede considerar un tipo de violencia de género? ¿Falta concienciación en la sociedad?
R.- La violencia psicológica no tiene género. Se produce en el ámbito de la pareja, la familia, el trabajo o las relaciones sociales. Es una lacra gravísima, y muchas veces disculpada por el pasado del maltratador, su carácter o las circunstancias. Nadie debería nunca tolerar insultos, humillaciones, degradaciones o el desprecio que ejercen estos vampiros.

P.- Habla de Crepúsculo como una apología del maltrato. ¿Le preocupa que fenómenos de masas de esas características impulsen ese tipo de mentalidad?
R.- La idea de entrega de una jovencita a un hombre poderoso, peligroso y al que debe redimir es muy antigua: se encuentra en La Bella y la Bestia, en muchas historias de monstruos, y por supuesto, en Crepúsculo y en 50 sombras de Grey, dos bestsellers con un mensaje cuestionable.

P.- ¿Se considera feminista?
R.- Por supuesto. ¿Quién con dos dedos de frente no defendería la igualdad entre hombres y mujeres?

P.- ¿Cómo se puede diferenciar entre estos diferentes tipos de monstruos, de personas tóxicas?
R.- Es necesario observar, analizar, apelar a nuestro instinto (muchas veces nuestros sentidos nos alertan de su presencia, nos sentimos mal, hay señales de alerta), y luego alejarse para comprobar si las actitudes de vemos corresponden a un tipo de monstruo u otro.

P.- ¿Quién es el malo del cuento en esta crisis?
R.- Imposible responder... el poder atrae a un buen número de monstruos, y a su vez, los malos del cuento se sienten cómodos en la manipulación, el robo de guante blanco, las estafas, los trapicheos, las demostraciones de fuerza... Gran parte de nuestra cúpula política y económica está formada por personalidades psicopáticas (esto es, carentes de empatía, que persiguen únicamente su beneficio y que no se arrepienten ni aprenden de sus errores). El país está gravemente enfermo y es codependiente. Ahora hay que iniciar la sanación.

P.- ¿Después de Los malos del cuento, qué nuevos proyectos tiene en mente?
R.- Una de las cosas positivas de la crisis es que obliga a buscar salidas nuevas e insospechadas. Trabajaré en una novela (suelo alternar ficción y no ficción), en teatro, y muy posiblemente en temas de nuevas tecnologías aplicadas a la cultura. Me aburro con facilidad, y necesito pequeños retos nuevos para no agostarme.