Portada de Las serpientes ciegas.

Marta Caballero
El guionista Felipe Hernández Cava y el ilustrador Bartolomé Seguí han obtenido este jueves el tercer Premio Nacional de Cómic, dotado con 20.000 euros, por su obra Las serpientes ciegas, una historia de venganzas con la Guerra Civil española y el Nueva York de la Gran Depresión como telón de fondo. El galardón, concedido por el Ministerio de Cultura, tiene el objetivo de distinguir la mejor obra de un autor español editada en 2008, escrita en cualquiera de las lenguas cooficiales.

Aún sorprendido por la noticia -"no hace ni una hora desde que me llamó la ministra y no me lo esperaba en absoluto", comenta-, Hernández Cava no pierde comba y aprovecha la coyuntura para seguir con su pelea vitalicia: batallar por que el cómic abandone la tradicional consideración de arte menor. En este sentido, el guionista y colaborador de El Cultural reconoce que el Premio Nacional de Cómic, que cuenta con la presente tres ediciones, es un peldaño más para que este arte gane un mayor respeto.

La obra premiada lleva una brillante trayectoria de premios y reconocimientos que su autor atribuye a que es un trabajo que tiene "una especie de rigor canónico y ortodoxo en el que se demuestra cómo un dibujante y un guionista pueden sacar adelante una historia sin ningún tipo de excentricidad". Y añade: "Esta obra no requiere un esfuerzo añadido por parte del lector. Lo que quisimos es que apasionara sin necesidad de que el lector, a pesar de la complejidad de la trama, se sintiera perdido".

Hernández Cava, que sabe de buena tinta que otro de sus títulos recientes, Soy mi sueño, se ha estado barajando para el Premio Nacional, explica que la diferencia entre aquel y el premiado estriba en la complejidad de la historia del primero. "En Soy mi sueño decidí hacer un álbum con una libertad tal que ha provocado que sea tan fácil entrar en él como en Las serpientes.... Desde que empecé en esto hace 30 años siempre me ha gustado experimentar nuevos lenguajes y nuevas narrativas aunque estos me llevaran a un callejón sin salida, pero al mismo tiempo he querido moverme en otro plano más ortodoxo con la idea de que esos libros cumplieran una función de puente entre una forma de narrar y otra, desde lo comercial hacia lo complejo", explica.

En cuanto a la situación de la historieta en España, Hernández Cava insiste en que es un medio que tiene "las mismas virtudes y defectos que cualquier otro". En cambio, denuncia que todavía este sector tiene que soportar polémicas como la que recientemente alentó Vicente Molina Foix al considerar que era absurdo conceder interés cultural a un género tan infantil y tan pobre. Al respecto, el historietista señala: "Yo no quise entrar en esa disputa porque no tengo un afán gremialista. Él estaba en su derecho de decirlo, pero mi corazón siempre ha estado con este género al igual que con otros más aceptados socialmente. Entiendo que haya quien lo desdeñe, pero nunca me he sentido herido por el menosprecio". Y concluye: "Me da lo mismo si es arte, artesanía o alta, media o baja cultura, pero yo me he enfrentado siempre a él con el mismo rigor que a un texto filosófico o a un guión de cine".

En su opinión, España vive hoy una situación contradictoria, "de un progresivo reconocimiento social", pero al mismo tiempo de pérdida de una de las condiciones clave para el desarrollo óptimo del género “una industria que permita ejercer la profesión como cualquier otra". Finalmente, Hernández Cava considera que "habría que desear que en los medios informativos se prestara la misma atención a este medio que a la literatura, el teatro o al cine".

Biografías
Felipe Hernández Cava (Madrid-1953). Es Licenciado en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid. Comenzó a trabajar como profesional para la historieta en 1970 para el diario Pueblo. En 1972 fundó, con Saturio Alonso y Pedro Arjona, el equipo El Cubri, pionero de la historieta política en España bajo la dictadura, equipo al que el pasado año dedicó una retrospectiva la Diputación de Sevilla. Ha trabajado con varias generaciones de dibujantes. En 2008 publicó Bob Deler, con dibujos de Keko; Soy mi sueño, con dibujos de Pablo Auladell, y Las serpientes ciegas (premio al mejor álbum y mejor guión del Saló del Cómic de Barcelona de 2009; premio de la Crítica al mejor álbum y al mejor guión; premio del Diario de Avisos al mejor guión: seleccionado por los libreros franceses como uno de los 15 mejores álbumes del 2008).Y en 2009 publicó El hombre descuadernado, con dibujos de Sanyú. Fue el creador y director artístico de la revista Madriz, y codirector de las revistas Medios Revueltos y El ojo clínico. Actualmente es colaborador habitual de la sección de Letras de El Cultural.

Bartolomé Seguí (Palma de Mallorca-1962). Es autor de cómics e ilustrador. En 1983 publica su primera historieta en la revista Metropol. A partir de entonces, ha colaborado en numerosas Revistas de Cómic como El Víbora, Cairo, El Jueves, Metropol, Madriz, Medios Revueltos, Nosotros somos los muertos, Tretzevents, Kiss, Creativa, Benzina, BDbanda. Es ilustrador infantil en importantes editoriales, como SM, Santillana, Larousse, Proa. También realiza ilustraciones en prensa para diarios como El País, El Observador, en el diario Última Hora publica diariamente la tira Vuits i Nous con guiones de Ferran Aguiló. Coordina junto a Sònia Delgado el Suplemento Infantil semanal RIFI RAFE y la revista infantil Esqutix, que es premio APPEC en 2001 por su tratamiento innovador del cómic y por ser la primera publicación en catalán para los más jóvenes de las Baleares.

El jurado que ha fallado este galardón ha estado presidido por el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco y formado, entre otros, por los dos últimos autores galardonados con el Premio Nacional de Cómic, Paco Roca y Francesc Capdevila, y por representantes de asociaciones de autores, de ilustradores y de críticos de cómic de España.