"No tengo intención de aceptar ningún proyecto más", ha dicho Nuria Espert en una entrevista con TV3. En el patio de butacas del Teatre Romea, el mismo en el que debutó con 13 años, la actriz catalana ha sugerido su retirada de los escenarios. La despedida tendría lugar al término de las funciones de la obra de teatro en la que trabaja actualmente, La isla del aire, una adaptación de la novela de Alejandro Palomas dirigida por Mario Gas que se representa en el Teatre Romea, de Barcelona, hasta el 14 de mayo.

En la misma entrevista, la actriz ha deseado que el proyecto termine "como está ahora: muy bien hecho, muy limpio y entrando todos dentro de la creatividad". "Cuando se acaba la función, somos gente feliz, muy contentos", ha dicho.

Espert nació en L'Hospitalet de Llobregat en 1935. A sus 87 años, es una de las figuras más importantes del teatro catalán y español del siglo XX y del XXI. Ha tenido una exitosa proyección internacional, interpretando a los más grandes personajes femeninos del teatro. Fedra, Medea, Bernarda Alba, Electra, Lucrecia o la Celestina son solo algunos de ellos.

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Cuando se presentó La isla del aire, la actriz no aclaró el momendo de su retirada, aunque "el día se iba acercando". Espert también ha repasado algunos de los momentos más cruciales de su vida en la entrevista con TV3. Por ejemplo, sus comienzos en la profesión de la mano del dramaturgo y novelista Josep Maria de Sagarra, quien dijo de ella: "Aquesta nena té uns collons com un toro (esta niña los tiene bien puestos)".

La actriz también ha recordado la afición al teatro de sus padres, personas humildes del barrio de Santa Eulàlia en L'Hospitalet de Llobregat, y que ella misma debe su nombre a la Nuri, un personaje de la obra Terra baixa, de Àngel Gimerà.

Gracias "a las pastillas", según ha confesado, consiguió superar una depresión. "Yo no hice diván", ha dicho, si bien pudo salir de aquel trance gracias al interés de dos amigos que acudieron a su domicilio a pesar de su rechazo.

También le ayudó "a salir del pozo" la obra japonesa Maquillaje, del autor Hisashi Inoue y dirigida por Koichi Kimura, ha asegurado la actriz, que interpretaba el papel de una directora, dramaturga y actriz teatral que cada noche se dejaba la piel en el escenario. Por último, le gustaría "morir de golpe, de un ataque al corazón", ha dicho, aunque de momento la muerte "no me da miedo".