Marat (Jerónimo Arenal), en el centro, rodeado por el coro del manicomio de Charenton. Foto: Félix Váquez

Marat (Jerónimo Arenal), en el centro, rodeado por el coro del manicomio de Charenton. Foto: Félix Váquez

Teatro

Atalaya: 40 años de teatro épico, cruel y grotesco

La compañía andaluza celebra sus cuatro décadas en el Teatro Fernán Gómez con 'El avaro' y 'Marat/Sade'

22 febrero, 2023 01:37

Si una compañía da rienda suelta a la energía del actor a través del cuerpo y de la voz, conecta con la actualidad textos clásicos, impacta con imágenes con un expresionismo radical, retuerce lo grotesco y lo satírico a niveles nunca imaginados ni siquiera por Vladimir Mayakovski y realiza al mismo tiempo un tratamiento poético del espacio, no cabe la menor duda que nos encontramos ante Atalaya Teatro, la compañía sevillana de Ricardo Iniesta que este año cumple 40 años de insobornable experimentación escénica.

Quien quiera comprobarlo no debe perderse sus versiones de El avaro de Molière (recientemente en el Teatro Fernán Gomez) y el Marat/Sade de Peter Weiss (a partir del 22 también en el escenario del Ayuntamiento de Madrid). Ya sea desde la compañía o desde el laboratorio del Centro Internacional de Investigación Teatral (TNT), Iniesta ha puesto sobre las tablas cerca de 30 montajes, a los que habrá que añadir dentro de poco una nueva versión de la valleinclanesca Divinas palabras. Nos encontramos ante una fértil trayectoria en la que la formación ha sido reconocida con unos 80 premios dentro y fuera de España, incluido el Nacional de Teatro en 2008. “El mejor –reconoce Iniesta a El Cultural– ha sido la continuidad del equipo estable”.

Pero si hay una obra que resume todo su ideario es Marat/Sade, calificada como la puesta en escena más brutal y perturbadora de todo su repertorio. Escrita por Weiss en 1964 y estrenada por Atalaya en 2015 en el Teatro Cervantes de Alcalá de Henares, lleva en el ADN la película de Peter Brook de 1967 y el montaje que hizo Adolfo Marsillach (con versión de Alfonso Sastre) en 1968 en el Teatro Español.

“Los actores del coro de locos en 'Marat/Sade' pedían que no se hiciera la obra más de tres días seguidos porque a la tercera noche se desvelaban debido a la descarga de adrenalina que les provocaba”. Ricardo Iniesta

Además de la siempre iconográfica bañera de Marat y el piano de Sade, nos toparemos con unas cortinas que mueven el escenario, simbolizando un sinfín de espectrales columnas, guillotinas, horcas, llamas y látigos que envolverán a los personajes del manicomio de Charenton y que conectarán el teatro épico de Bertolt Brecht con el de la crueldad de Antonin Artaud.

[Atalaya, así que pasen 30 años]

“Los actores del coro de locos pedían que no se hiciera más de tres días seguidos porque a la tercera noche se desvelaban debido a la descarga de adrenalina que les provocaba”, recuerda Iniesta, que reivindica la absoluta actualidad de la obra: “Más que nunca desde la época en que se estrenó mundialmente. La principal consigna que repite el coro es ‘No hay libertad si no hay igualdad’ y hoy vemos que de nada sirve a cientos de millones de personas vivir en ‘democracia’ y votar si malviven en la miseria extrema”.

Para el director, que presentará también el documental El abrazo del tiempo. Viajando por utopías en el Fernán Gómez, Marat/Sade significó, gracias a los postulados de Artaud, “una vuelta de tuerca para catartizar al espectador”.