Image: Baile de parejas con Shakespeare

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Teatro

Baile de parejas con Shakespeare

10 junio, 2016 02:00

Ricardo III, de Eduardo Vasco y Yolanda Pallín

Eduardo Vasco y Yolanda Pallín con Ricardo III y Alberto Castrillo-Ferrer y Carlota Pérez-Reverte con La comedia de los enredos invocan a Shakespeare en Clásicos en Alcalá y en el Festival de Cáceres, respectivamente.

Entra Shakespeare como elefante en cacharrería en los festivales de verano. La obra del bardo de Stratford abre estos días Clásicos en Alcalá con el Ricardo III de Eduardo Vasco y Yolanda Pallín y Cáceres con La comedia de los enredos de Alberto Castrillo-Ferrer y Carlota Pérez-Reverte. Dos textos muy distintos que van de la trágica pulsión psicológica y avasalladora del primero a la comedia gamberra, brillante, ágil y divertida del segundo.

Vasco y Pallín vuelven con Noviembre Teatro a trabajar juntos el universo shakesperiano -aún recordamos su Noche de Reyes en La Abadía- en un mundo de baúles y maletas, donde los personajes muestran una provisionalidad constante, sometidos a la inestabilidad y preparados para salir huyendo. Son las líneas maestras de una puesta en escena basada, según reconoce Vasco, en la palabra: "Nuestros espectáculos parten de sitios muy diferentes y en este caso hemos comenzado con el miedo instalado a nuestro alrededor. Su mundo es un mundo de miedo constante y de agresividad incontrolada"

Los espectadores de este "inestable" Ricardo III -encabezados por Arturo Querejeta y Charo Amador- interpretan la obra en un entorno muy teatral en el que manda la convención ante el espectador: "El público -explica Vasco a El Cultural- no se puede sentir alejado del texto. Estamos acostumbrados a versiones y traducciones que lo convierten en un autor lejano. Nosotros tenemos otra opinión, como hemos demostrado en otras ocasiones".

Ricardo III nos enseña, según su director, que los engranajes del poder favorecen a quienes tienen menos escrúpulos, que la ambición es un peligroso aliado, que somos mucho más vulneralbes de lo que pensamos , que merece la pena reaccionar ante lo injusto y que el valor de las palabras es enorme: "Shakespeare apela siempre a cuestiones esenciales. Cada vez que trabajas un texto suyo parece el más bello, el más contemporáneo".

La comedia de los enredos

En otro sentido, Castrillo-Ferrer y Pérez-Reverte han puesto en el escenario de Cáceres una comedia juguetona, La comedia de los enredos, guiada por las mismas pautas escénicas ya experimentadas juntos en el Teatro Español hace un año con Perdona si te mato, amor. Se quedaron con ganas de repetir y aquí está esta exhibición de filosofía vital en la que se muestran los estragos del destino, del tiempo inexorable y de los vicios humanos. "No es una obra sesuda -reconoce Castrillo-Ferrer- pero nos hace soñar con la inmensidad del tiempo y del espacio". La escenografía de Anna Tussell y el vestuario mediterráneo de Arantxa Ezquerro sitúan la acción en un barco semi-hundido, símbolo de la fragilidad de la vida. "Quería hacer una comedia dinámica, con trabajo de elenco actoral, muy juguetona pero no insulsa, siguiendo la estela del Mercader de Venecia que monté en 2009".

Cáceres nos desvelará una historia de enredos, confusiones y gemelos que bebe de la tradición oral y de textos de Plauto y Posidipo, entre otros. Carlota Pérez-Reverte considera que es capaz de unir con un hilo invisible a los espectadores que vivieron el origen del teatro con nosotros, pasando por los que presenciaron su momento dorado: "Es una comedia con todas sus letras que nos muestra a un Shakespeare que juega con las palabras casi hasta el absurdo. Propone al espectador un viaje a través de un juego cómplice y políticamente incorrecto. Asistiremos además a un recorrido por las pasiones que son comunes a todos los hombres y épocas con una sonrisa como equipaje".

@ecolote