Image: El caso Makropoulos, en el Real

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Música

El caso Makropoulos, en el Real

Ópera/ Llega a madrid el día 16 con paul daniel como director musical

12 junio, 2008 02:00

Foto: Mahoudeau / DNP

Hace tres temporadas el Real exhibió Desde la casa de los muertos, de Janácek. El Teatro tiene el loable proyecto de seguir revisando las principales óperas del compositor moravo y esta temporada, a partir del próximo día 16, va a representar El caso Makropoulos. En esta composición resplandece también el fustigante estilo del músico, organizado en torno a motivos cortos e incisivos, elaborados minuciosamente a partir del habla cotidiana. Un procedimiento que nos acerca al mundo que nos rodea, a la vida misma en toda su plenitud.

Janácek era opositor a todas las reglas y hábitos de la progresión habitual de los acordes. Sobre una orquesta trabajada con una técnica maravillosa, de un colorido vivo, crudo, descarnado a veces, organizaba breves frases melódicas, instrumentaba de forma original y construía un discurso excepcionalmente recio, variado y puntillista en donde se reconocían las cuitas de unos personajes con frecuencia desolados en los que la humanidad más sanguínea y en ocasiones terrorífica, llevada a situaciones límite, desbordaba de pasión, de vida y pugnaba por salir impetuosa como una fuerza de la naturaleza.

Son cuestiones candentes en el momento de enfrentarnos a este Vec Makropulos, caracterizada por una escritura especialmente austera, plegada al diálogo concentrado y denso, restallante e iridiscente en esos cambios rápidos, esos acordes martellato o esas poderosas elipsis envueltas en un feroz expresionismo; en ese acerbo puntillismo vocal y orquestal que va pegado a la sorprendente historia de una cantante, Emilia Marty (Elina Makropoulos), divina o diabólicamente bella, que, pese a su resplandeciente aspecto, tiene varios siglos de edad. Janácek, autor del libreto, en contra de lo que Karel Capek planteaba en su comedia, estrenada en Praga en 1924, hace morir y humaniza al personaje, emparentado con figuras como la del judío errante o el Golem.

El tándem Daniel-Warlikowski. Una historia de aromas poético-filosóficos que da pie a reflexiones de toda índole y que no tiene una traducción musical demasiado fácil. Hay que esperar que la mano de Paul Daniel, director musical, y Krzysztof Warlikowski, director de escena de esta coproducción con la ópera de París esté a la altura. El complejo papel de Emilia, que requiere una voz spinto de cierta contundencia, no ajena al canto lírico, se lo reparten las muy competentes Angela Denoke y Ana-Katharina Behnke. Las acompañan, en el cometido de Albert Gregor, los tenores Charles Workman y Miroslav Dvorsky y, en el de Vítek el cantante de la misma cuerda David Kuebler. Ryland Davies y Vincete Le Texier son otros nombres del reparto.

Andrea Chénier cierra temporada en Las Palmas

Compuesta sobre un libreto de Luigi Illica escrito inicialmente para Alberto Franchetti, y estrenada en el Teatro alla Scala de Milán el 28 de marzo de 1896, Andrea Chénier es la ópera más popular de Umberto Giordano, y, junto a Fedora, la única que ha permanecido en el repertorio de este ferviente defensor de un verismo refinado, que cuenta también en su haber con títulos tan meritorios como Siberia o La cena delle beffe. Ha sido elegida para cerrar la temporada lírica de Las Palmas, en un espectáculo de Ivan Stefanutti, procedente de los teatros Regio de Parma y Bellini de Catania, que se representará en el Pérez Galdós los días 15, 17, 19 y 21 de junio. El tenor Francisco Casanova dará vida al poeta francés que vivió entre 1762 y 1794 y murió guillotinado durante el periodo del Terror, y su pareja será la soprano Verónica Villarroel, bajo la conocedora batuta de Ajmone-Marsan.