Image: Luces y sombras de Tancredi

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Música

Luces y sombras de Tancredi

El Real estrena los dos finales de la obra de Rossini

29 noviembre, 2007 01:00

M. Rodríguez-Cusí, M. Cantarero, D. Barcellona y P. Ciofi, en Tancredi

A partir del próximo miércoles llega al escenario del Teatro Real uno de los momentos más esperados de la temporada: Tancredi de Rossini. La primera obra maestra del compositor se ofrecerá, por primera vez en la historia, alternativamente en sus dos versiones, protagonizadas, respectivamente, por Daniela Barcellona y Ewa Podles.

Tancredi constituye la décima ópera de Rossini, estrenada poco antes de cumplir los 21 años. Este melodramma heroico, presentado en La Fenice de Venecia el 6 de febrero de 1813 sobre un libreto de Gaetano Rossi extraído de la tragedia Tancrède de Voltaire, supone la culminación de un periodo especialmente productivo en la creación del genio pesarés.

Su protagonista, la célebre contralto Adelaide Malanotte (a la que, por cierto, no le gustó su cavatina de entrada, Di tanti palpiti, sin saber que habría de convertirse en uno de los fragmentos más populares del autor, que tuvo que sustituirla por otra, mucho más larga pero menos directa y eficaz, O sospirato lido... Dolci d’amor parole, con un elaborado solo de violín), estuvo indispuesta en las dos primeras funciones.

De este modo, la verdadera creación de la obra no llegó hasta el 12 de febrero, obteniendo un éxito poco clamoroso en comparación con otros títulos de la época. Un mes después, en torno al 20 de marzo, la ópera se representó en Ferrara, con diversas modificaciones. La más importante y decisiva fue la eliminación del final feliz por otro trágico mucho más fiel a la versión original, que contempla y concluye con la muerte del héroe de Siracusa durante la batalla por defender el honor de su amada Amenaide frente al fuerte invasor Orbazzano.

Pese a la tibia acogida inicial, Tancredi se convirtió en una de las óperas de Rossini más representadas en todo el siglo XIX (gracias, especialmente, a la interpretación de la famosa diva Giuditta Pasta) y en la favorita de Stendhal, que observaba en ella la pureza de un mundo caballeresco ideal, teñido de una leve melancolía. Aunque siempre se ofrecía con el final feliz.

La primera interpretación moderna del final trágico tuvo lugar en diciembre de 1977 en la ópera de Roma, pocos meses después de que la Houston Grand Opera hubiera presentado la primera edición crítica de la obra, realizada por Philip Gossett para la Fondazione Rossini de Pésaro.

La recuperación de este final, de una sorprendente modernidad y una conmovedora expresividad en su sobria desnudez, y que se consideraba perdido hasta hace tan sólo unos años, se debe a los herederos del conde Luigi Lechi, un luchador por la independencia italiana y amigo de Alessandro Manzoni, que estuvo ligado sentimentalmente a Adelaide Malanotte y siguió muy de cerca todos los avatares que rodeaban la obra. El público madrileño tendrá esta vez la ocasión de confrontar ambas versiones, cada una de las cuales contiene sus propias bellezas, a lo largo de 12 representaciones (seis con el final de Venecia y otras seis con el de Ferrara).

Dirigida por Riccardo Frizza. Se trata del primer trabajo realizado expresamente para un coliseo español por el prestigioso director de escena, escenógrafo y figurinista griego, aunque afincado en Francia desde hace tiempo, Yannis Kokkos, quien ha creado un estilizado mundo medieval inspirado en las marionetas sicilianas en esta coproducción con el Gran Teatre del Liceu, La Maestranza y el Teatro Regio de Turín. La dirección musical estará en manos del reconocido especialista Riccardo Frizza y ambos repartos son realmente deslum- brantes: Daniela Barcellona (que alcanzó su reconocimiento internacional precisamente con el Tancredi trágico en Pésaro), Patrizia Ciofi, Bruce Sledge y Umberto Chiummo defenderán la conclusión de Venecia. Mientras tanto, Ewa Podles, Mariola Cantarero, José Manuel Zapata y Giovanni Battista Parodi serán los paladines de la segunda opción, la de Ferrara. Nuestras siempre impecables Marina Rodríguez-Cusí y Marisa Martins asumirán en las 12 funciones los papeles de Isaura y Roggiero, respectivamente.