El director de teatro argentino Jorge Lavelli. Foto: Teatro Calderon/Instagram

El director de teatro argentino Jorge Lavelli. Foto: Teatro Calderon/Instagram

Escenarios

Muere el director de teatro argentino Jorge Lavelli a los 90 años

Hijo adoptivo de la Francia de las Artes, Lavelli fue uno de los directores que más renovó los escenarios con un teatro vivo y exigente, muy cuidado en el lado estético

10 octubre, 2023 09:41

Jorge Lavelli, uno de los directores de escena más respetados de las últimas décadas del siglo XX y de los inicios del XXI, ha fallecido en París en la mañana de este lunes a los 90 años. La noticia ha sido comunicada por su esposa Dominique a sus amigos. Lavelli será enterrado en el cementerio de Père-Lachaise.

Se le puede considerar como uno de los directores que más renovó los escenarios franceses, junto a Jean-Louis Barrault y Peter Brook, con un teatro vivo, vigente y atractivo, relacionado con las problemáticas contemporáneas y muy cuidado desde el lado estético, utilizando las técnicas más vanguardistas. Acabaría obteniendo la nacionalidad francesa en 1977.

“Mi manera de trabajar es siempre muy concreta: privilegiar siempre el fondo y no la forma; el fondo es lo que hace que los personajes tengan un comportamiento”, explicaba Lavelli a El Cultural en una entrevista en 2004. “Por otro lado, la artificialidad es siempre una situación creada desde un punto de vista dramatúrgico, pero el actor no tiene que tener conciencia de esa artificialidad. Lo importante es darle al actor un itinerario que sea razonable, concreto, no abstracciones”.

Jorge Lavelli nació en Buenos Aires en 1932. Su carrera se inicia en los años 60 cuando llega a París como becario del Fondo Nacional de las Artes de su país para estudiar en las escuelas de Jacques Lecoq y Charles Dullin. Pronto gana un premio con El matrimonio, un texto de su amigo Witold Gombrowicz, dramaturgo polaco al que da a conocer en Francia y Alemania con obras como El casamiento (1963), Yvonne, princesa de Borgoña (1965) y Opereta (1971-89).

Grombrowicz no fue el único autor contemporáneo al que Lavelli adaptó a través de un teatro de la investigación y la creación, ya que a lo largo de su trayectoría afrontó la puesta en escena de obras de escritores como Arrabal, Obaldia, Handke, Fuentes, Pinter, Rezvani, Athayde, Kushner o Copi.

Con una obra de este último inauguró el Théâtre National de Colline, que él mismo fundó en 1987 y dirigió hasta 1996 y dedicó a la escritura contemporánea. Desde esta institución dio también a conocer obras como El público, de Lorca, o las Comedias Bárbaras, de Valle Inclán.

En 1969 se lanzó a desarrollar una primera forma de teatro musical en el festival de Aviñón con Orden, de Pierre Bourgeade y Girolamo Arrigo. Así comenzó una su trabajó en la ópera, adaptando tanto a autores modernos (Ravel, Debussy, Stravinski, Bartók…) como clásicos (Bizet, Beethoven, Händel, Puccini, Verdi, Mozart…)

Visitó en numerosas ocasiones España con sus montajes. Aquí dejó huella, por ejemplo, su versión de Doña Rosita la soltera, de Lorca, con una Nuria Espert en plenitud. Alguna vez Juan Mayorga ha llegado a reconocer que su vocación por el teatro afloró gracias a este montaje. Fue un auténtico trance revelador lo que experimentó el autor El chico de la última fila, entonces solo un adolescente. 

Lavelli también trabajó con intérpretes como Ernesto Alterio, Carmen Elías y Juan Luis Galiardo en Edipo rey, la tragedia de Sófocles, que presentó en el Teatro Romano de Mérida. Con Galiardo también se alió para armar en el CDN El ávaro de Molière, en una versión que tejió a medias con José Ramón Fernández. Blanca Portillo gozó también de su confianza en producciones de Eslavos y La hija del aire, de Calderón.

Recibió el Gran Premio de las Artes de la Escena que entrega la Ciudad de París y fue designado Comendador de la Orden de las Artes y las Letras, y Caballero de la Legión de Honor.