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Noviembre, jazz bajo las nubes

En otoño se concentra una nutrida actividad jazzística en toda España. Es la hora de varios festivales en Madrid, Málaga, Palencia, Barcelona, Cartagena, Granada... Desgranamos los carteles de la mano de sus directores

28 octubre, 2019 08:06

Pasados los fastos veraniegos, con las grandes citas vascas hibernando, noviembre se presenta siempre como un mes promisorio para los fanáticos del jazz. Son muchos los festivales que saltan a la palestra estos días por toda España: Granada, Barcelona, Cartagena, Palencia, Málaga… El más potente, sin duda, es el que se celebra en la capital, que carece de propuesta estival y se vuelca a partir de este lunes con un género muy apetecible también para los días nublados. JazzMadrid (28 de octubre-30 de noviembre) exhibe músculo en un cartel diseñado por Luis Martín, su director, que intenta equilibrar sus apuestas personales con el gusto de todos los aficionados. El eclecticismo prevalece.

Y cierta rebeldía. “Es frecuente que la música de jazz nos visite acomodada a lo que el mercado, la industria del disco y las marcas patrocinadoras desean. Muchas veces, incluso, es pop con pinceladas rítmicas y aspecto de jazz de diseño”, denuncia Martín a El Cultural. “Cuando esta música se disfruta sin estos disfraces, se aprecia una realidad cultural muy diferente. Y tanto da si se trata de bebop renovado (el lenguaje preponderante), si es de jazz de avanzada, o jazz-flamenco, o aliado con cualquier otra música popular del mundo. Nuestros valores son diferentes a los de la lógica mercantil que impera en el resto de festivales”.

“Nuestros valores son diferentes a la lógica mercantil que impera en otros festivales”. Luis Martín (JazzMadrid)

Aunque su mascarón de proa es un habitual en estos. Hablamos de Herbie Hancock, a quien se ha reservado un espacio privilegiado: el Auditorio Nacional. Honor justificado para, en palabras de Martín, “el guardián de las llaves de un tiempo en el que ser parte de la cultura dominante era algo que dependía de la grandeza artística. Eso es muy difícil imaginarlo hoy”. Para calibrar su estatura hay que recordar cosas como que, junto a Wayne Shorter y Ron Carter (también presente en JazzMadrid), formó parte del quinteto de Miles Davis en los años 60, hito inolvidable en la evolución del jazz moderno. El pianista y compositor de Chicago llega flanqueado de un plantel particularmente atractivo, en el que sobresale Vinnie Colaiuta a la batería y Lionel Loueke a la guitarra. Completa la formación, por cierto, James Genus al contrabajo.

Otras exquisiteces de JazzMadrid que conviene apuntarse en la agenda son el rescate por parte de Charles Tolliver y Jesse Davis de un disco como Paper Man, que, apunta Martín, “cambió la forma de entender el jazz el año de su publicación, 1968”. Y la del trompetista Christian Scott, que presenta el disco Ancestral Recall, testimonio fascinante del sincretismo afroamerindio tan propio de Nueva Orleans. Y, por último, la de Moisés, P. Sanchéz, que ofrece al público un álbum virgen de escuchas previas, There’s Always Madness, cuyas claves nos brinda en la entrevista previa a estas páginas.

Charles Tolliver. Foto: Jimmy Katz

Más allá de los conciertos, JazzMadrid sirve un collage de actividades no estrictamente musicales. La danza, por ejemplo, está representada por Lucía Marote, que homenajeará a Ella Fitzgerald. El periodista Pedro Calvo analizará en una conferencia el poso del humor en la historia del jazz. Y el propio Luis Martín, en una ponencia en la Biblioteca Nacional, diseccionará su fructífera conexión con la literatura policiaca. No en balde, autores como Raymond Chandler, Chester Himes, Malcolm Braly y Boris Vian han salpimentado sus tramas con notas jazzísticas. En España, tenemos a Andreu Martín o Muñoz Molina, que en El invierno en Lisboa jugaba con pistas que conducían a Dizzy Gillespie.

En Madrid también hay que mencionar otros ciclos habituales que abarcan toda la temporada. Es el caso del organizado por el Círculo de Bellas Artes (Beau Soir, Kari Antila Quartet, Iñaki Arakistain, S’yo Fang Group, Abe Rábade Trío, Jorge Pardo…). Y el del Centro Nacional de Difusión Musical, que alineará los próximos meses a Cécile McLorin Salvant, el Caminero Quinteto, el Jacky Terrason Trio, el Chick Corea Trio, The Cookers… Saliendo de la capital, no se pueden obviar proyectos tan meritorios como el Jazz Palencia Festival (8-16 de noviembre), nacido en 2014 y hoy bandera de esta música en toda Castilla y León. Su máximo responsable, José Ángel Zapatero, defiende la diversidad, concepto con el que busca abrazar públicos iniciados pero también ajenos al jazz, con la intención de que prenda en estos últimos la afición. Una prueba de esa mentalidad abierta es el concierto inaugural en el Teatro Principal a cargo del guitarrista Stochelo Rosenberg y el violinista Costel Nitescu, que escanciarán una agitada velada de gypsy jazz.

“Homenajeamos a Celia Mur porque fue pionera en sumar belleza a la copla con el jazz”. M. Huerta (Granada)

En el apartado nacional, Palencia esgrime al pianista Marco Mezquida, uno de los músicos con más relieve del panorama jazzístico español. Concurre asimismo el guitarrista Juan Gómez ‘Chicuelo’ con su último trabajo, No hay dos sin tres, repleto de intensas composiciones trufadas de pasión. En lo que atañe a leyendas, topamos también con el maestro Ron Carter, que tocará el 15 de noviembre en el Teatro Ortega. Al igual que en Madrid, dará rienda suelta a uno de sus proyectos favoritos, Foursight, con el que hace un viaje por varios de sus discos, desde los estándares que pueden encontrarse en su álbum Dear Miles hasta diferentes composiciones originales a lo largo de su carrera. Y como broche final, la brasileña Eliane Elias, pianista versátil, además de compositora y cantante, ganadora de un Grammy y cuatro Discos de Oro, con más de dos millones de discos vendidos hasta la fecha. Zapatero, editor de Menoscuarto y Cálamo, le estampa un sello literario a todo el festival. De hecho, ha instituido un premio de relato que este año, entre los más de cien manuscritos participantes, se ha llevado la escritora leonesa Noemí Sabugal por Un gran día en Harlem, en el que narra, explica Zapatero, “un momento de la intensa, generosa y eficaz labor de la pianista y compositora estadounidense Mary Lou Williams, una de las pioneras del jazz”.

Exaltación de Kenny Barron

Andalucía, por otro lado, presenta dos focos de alto interés jazzístico en otoño. El Festival de Jazz de Málaga (5-11 noviembre) exhibe una variada paleta de tendencias, “desde el clasicismo y las rupturas sesenteras hasta distintas corrientes y ramificaciones contemporáneas”, señala Juan Antonio Vigar, director del festival y del Teatro Cervantes, donde se concentra la actividad concertística. “Contamos con tres músicos que comenzaron a cimentar su prestigio en los sesenta, Charles Lloyd, Kenny Barron y Charles Tolliver, y a dos de los más inquietos jazzistas de la actualidad, Nils Petter Molvaer y Antonio Sánchez. Igualmente, reconocemos siempre el talento local, este año encarnado por el malagueño Ernesto Aurignac y la catalana Andrea Motis”, que abrió, el pasado sábado, el Barcelona Jazz Festival (hasta el 28 de febrero).

Celia Mur. Foto: J.J. García

Asímismo, el Premio Malagajazz se le entregará al citado Kenny Barron, uno de los principales pianistas de postbop y un músico de extraordinaria lucidez, una intuición natural para hallar fórmulas rítmicas
inexploradas y una asombrosa capacidad de improvisación. La cita malagueña estrena una interesante iniciativa, Festival de Jazz… en tu zona, que tiene como objetivo ampliar su radio de acción a los barrios. Serán cinco agrupaciones las que asuman esta labor ‘evangelizadora’: Swing for Five, Belle McNulty Quartet, Alicia Tamariz Quarte, Pareja Quartet y Fernanda Tasia Cuarteto. “Nuestra pretensión es que toda la ciudad se impregne del ambiente festivo”, concluye Vigar.

Si Málaga cumple 33 años, el Festival Internacional de Jazz de Granada (1-9 noviembre) alcanza una cifra redonda: 40 palos trasfundiendo notas sin interrupción. Es, según lo define su directora, Mariche Huerta, “un festival con poco dinero pero mucha alma”. Y habría que añadir otras dos señas de identidad: las de tener mucho arraigo y ser casi autosuficiente. Cuenta, en efecto, con un público muy fiel que permite financiar los cachés de los artistas. Casi un 60 % de los en torno a cien mil euros de presupuesto que tiene lo cubren con la venta de entradas.

Swing erudito


Arranca con el pianismo intimista de Fred Hersch en el Centro Cultural García Lorca. “Luego –explica Huerta– sentiremos de cerca la historia viva del jazz con Charles McPherson (aprovechaemos para que nos cuente sus experiencias con Mingus y los entresijos de Bird, la película de Clint Eastwood), comprobaremos por qué Eli Degibri representa legítimamente la nueva generación y es tan admirado por Herbie Hancock y, seguramente, descubriremos, gracias a Anthony Strong, que el swing no tiene por qué ser menos erudito”. Muy emotivo será también el homenaje a Celia Mur, fallecida recientemente y, en opinión de Huerta, algo minusvalorada. “Ella fue una de las pioneras en reivindicar, a través de virtuosas interpretaciones, que la copla y las canciones de siempre podían ganar belleza gracias a tintes jazzísticos. Su trayectoria profesional fue una búsqueda continua de la excelencia, lo que la avala como una de las mejores voces de la historia de la música en España”.

@albertoojeda77