Image: Denis Rafter: Dirigir obras demostrando algo es despreciar al público

Image: Denis Rafter: "Dirigir obras demostrando algo es despreciar al público"

Escenarios

Denis Rafter: "Dirigir obras demostrando algo es despreciar al público"

El director irlandés afincado en España cierra con Edipo Rey la 60ª edición del Festival de Mérida

20 agosto, 2014 02:00

Denis Rafter

Denis Rafter (Dublín, 1942) comenzó en el mundo del teatro a la edad de siete años. Conocedor de todos los entresijos de este mundo, considera que un director tiene que saber meterse en el papel del actor para poder conocer sus dudas y en el del personaje para desentrañar todos sus secretos. Actor y director, Rafter viaja al Festival de Mérida con el clásico de Sófocles Edipo Rey, una obra que narra la historia de un hombre y su destino. Con esta pieza se clausura la 60° edición del Festival que ha coincidido con el 150° aniversario del nacimiento de Richard Strauss. De este modo, Rafter, que es un veterano en las representaciones en el Teatro Romano, es, a su vez, un experto en los textos clásicos y Edipo Rey la obra que siempre quiso dirigir.

Pregunta.- La versión del texto es de Miguel Murillo. ¿Cómo es la puesta en escena?
Respuesta.- Sí pero me he inspirado en los textos de Sófocles porque quería mantener la línea dramática y argumental de la obra. Además quería evitar cualquier modernización y mantener la idea, espíritu y fidelidad de los personajes y cuentos de Sófocles. La puesta en escena es minimalista, con mucho respeto al teatro romano de Mérida que es un espacio romano que conozco bien. Con respeto y sin miedo. Es minimalista porque el trabajo de los actores es fundamental, hay una escenografía móvil y la idea es contar el cuento de un hombre y su destino.

P.- ¿En qué elementos de la dramaturgia han puesto el foco?
R.- En el pensamiento de Edipo. Es uno obra donde aparentemente no hay acción física, no hay batallas como en Julio César de Shakespeare sino que es una batalla interior, está en la cabeza de Edipo. La he enfocado desde la psicología de Edipo para que se entienda perfectamente la idea griega del héroe, un gran hombre que lleva a sí mismo al desastre por la debilidad de su carácter, que, por otra parte, qué hombre no tiene debilidades. Pero Edipo no es un loco. Sófocles creó a Shakespeare y Hamlet sería el personaje más afín a él. Shakespeare se vio influido por los autores clásicos y he podido entrar en la mente de Sófocles porque Shakespeare en su tragedia toca los sentimientos del ser humano.

P.- ¿Cuáles son las cosas que tiene en mente a la hora de dirigir?
R.- Lo que más me interesa es el sentimiento y la emoción de los actores para comunicar al público. Risas o lágrimas. Por otro lado la estética tanto de los tonos de voces y la presencia del actor. Nunca hay que intentar ser más listo que el autor, hay que respetarles. La música es de Acetre y hay tres cantantes que cantan en griego. Pero no son parte de la obra como músicos sino como actores. La música tiene un sonido mediterráneo pero a la vez universal.

P.- Tiene fama de ser un director comprensivo con los actores, que se pone en su lugar.
R.- Yo soy un actor. Empecé a los siete años y entiendo las dudas que un actor puede tener, las inseguridades. Si quiero entender a un personaje me meto dentro para describir unas pautas. Pero al final el actor es quien está al pie de cañón y confío en ellos. Siempre les digo que tienen la libertad de equivocarse y yo también para hacer, así, una obra completa. De hecho anoche terminamos a las sies de la mañana y los actores de la compañía (Teatro del Noctámbulo) seguían alegres y contentos, nunca había visto algo así.

P.- Alaba el riesgo. ¿Qué riesgos han asumido ustedes con esta versión?
R.- Creo que el riesgo de Edipo, partiendo de que cualquier obra tiene riesgo, es acercar a Sófocles y al personaje para resolver problemas intelectuales con cosas ajenas a la esencia. Había hecho un intensivo estudio sobre Hamlet y sé cómo andar por la cabeza de unos personajes tan complicados como estos. Es un viaje muy interesante. Al final el director tiene que escuchar la voz interior del personaje y esto ayuda la a musicalidad y darle sentido.

P.- Es usted experto en clásicos. ¿Qué lugar ocupa Edipo Rey en su lista personal?
R.- Ha sido siempre una obra que quería dirigir. Es una de estas piezas con muchas notas y hay que llevarlo sin demasiado egoísmo, con humildad y honestidad con la partes de la creación. Además Mérida es un espacio idóneo para esta obra.

P.- ¿Y Sófocles? ¿Cuál es su mayor virtud?
R.- Creo que su entendimiento del ser humano. Con él nos abre las puertas hacia nosotros mismos igual que Shakespeare y Samuel Bekcett. Hay pocas obras actuales con tanta fuerza, potencia y claridad sobre nosotros mismos. Por eso no quería modernizar porque los sentimientos como la rabia, el amor, el odio o la envidia son universales, sa igual que seas español, japonés o inglés. Dirigir obras destacando o demostrando algo es despreciar al público. Hay que dejar al público crear contigo las imágenes que están viendo.

P.- De hecho alguna vez ha dicho que "no hay que actualizar los clásicos porque ya están actualizados por ser clásicos".
R.- Sí, aunque eso no quiere decir que no se puede traer El mercader de Venecia a la actualidad pero creo que los clásicos tienen que ser respetados según las ideas orinales de los autores o sino cualquier creador pueda hacerlo suyo, modificarlo y crear su nombre pero entonces ponle otro nombre.

P.- Considera, además, al autor griego como el padre de Shakespeare.
R.- Es el padre de muchos autores. Algo interesante es que Shakespeare se inspiró en los clásicos pero no dejó que estos le dominaran, mientas que los franceses estaban demasiado influeciados por las normas y reglas pero él fue capaz de romper y hacerlo a su manera.

P.- ¿Ha podido ver algún otro espectáculo del festival?
R.- He visto La Iliada y me encantó por el trabajo de los actores, la sinceridad y trabajo orgánico de ello. Pero luego he sabido que ensayaron durante 9 meses y nosotros hemos tenido solo 35 días. Ojalá el panorama teatral en España pudiera permitirnos la oportunidad de profundizar con tiempo en las grandes obras.

P.- Todas las artes escénicas están representadas en esta 60ª edición del veterano certamen extremeño. Ópera, música, danza, circo y teatro tendrán cabida. ¿Qué le parece esta mezcla?
R.- A mí parece bien. No hay una forma solo de hacer teatro. Yo he mezclado en mi trayectoria lo absurdo, la comedia, los clásicos con el vodevil, etc. Siempre funciona si conoces lo que significa cada estilo o manera.

P.- ¿Es la tragedia, por tanto, un género acorde con los tiempos que vivimos?
R.- Absolutamente y hace falta hacer la tragedia en el escenario porque nos deja llorar y creo que con los audiovisuales e imágenes que recibimos de todo el mundo estamos neutralizados por el contenido del sufrimiento y por eso los clásicos demuestran un espejo hacia la grandeza del ser humano pero también su debilidad.