Hildegard Behrens. Foto: EFE

DPA
La soprano alemana Hildegard Behrens falleció este martes en un hospital de Tokio a los 72 años a consecuencia de un aneurisma, informa una portavoz de la Kanshinetsu Music Society Foundation. Behrens era conocida sobre todo por sus interpretaciones de los fragmentos dramáticos para soprano en las óperas de Richard Wagner y Richard Strauss y actuó en los escenarios más importantes del mundo.

En el momento de su fallecimiento se encontraba en Japón con motivo del festival de música de la Kusatsu Academy, informa la portavoz. La Kusatsu International Music Academy and Festival es, según añade, la más antigua academia musical en Japón. Behrends iba a actuar este jueves en la localidad del mismo nombre, Kusatsu, cerca de Tokio. Pero de repente no se sintió bien. Falleció después en una clínica en la capital nipona.

Como la menor de seis hijos de una familia de médicos, Behrens nació el 9 de febrero de 1937 en Varel, Baja Sajonia, en una familia con talento musical. Como todos sus hermanos, aprendió a tocar el piano y el violín. Tras el bachillerato, estudió derecho en Friburgo. Su carrera como cantante comenzó en 1972 en la Opera del Rin en Dusseldorf. Tras algunos pequeños papeles, cantó el personaje de Marie en Wozzeck, de Alban Berg.

Herbert von Karajan la escuchó durante un ensayo y le ofreció en 1977 el papel protagónico en Salome de Richard Strauss en el Festival de Salzburgo, donde inició su carrera internacional. Previamente, cantó en 1976 el personaje de Giorgetta en Il Tabarro de Giacomo Puccini en la Metropolitan Opera de Nueva York. Desde entonces, todos los grandes escenarios del mundo estuvieron abiertos para ella. Los puntos fuertes de su amplio repertorio fueron las óperas de Wolfgang Amadeus Mozart, Richard Wagner y Strauss. Sobre todo con sus papeles en las óperas de Wagner celebró brillantes éxitos internacionales.

Así, en 1979, en la puesta en escena de Walkure de Peter Busse encarnó a Sieglinde y tuvo tanto éxito con ese papel en Montecarlo, que a continuación la contrataron para Dusseldorf, Múnich y la Met de Nueva York.

Behrens cantó a las órdenes de los directores más importantes de su época, entre ellos, Herbert von Karajan, Karl Bohm, Leonard Bernstein, Wolfgang Sawallisch y Lorin Maazel. Ella misma consideraba como coronación de su larga carrera su papel en Cronaca del Luogo de Luciano Berio, que se estrenó para la inauguración del Festival de Salzburgo en 1999 en medio de ovaciones. En 1998, Behrens fue distinguida con el premio musical Léonie Sonning. En 2003, la cantante recibió el Prix Herbert von Karajan como reconocimiento a sus legendarias actuaciones junto con el gran maestro.