Paco León en 'Uno equis dos'.

Paco León en 'Uno equis dos'.

Cine

'Uno equis dos': Paco León en plan 'killer' en una película sobre el poder destructivo y redentor del dinero

Alberto Utrera nos da las claves de una historia que pasa de lo idílico al 'thriller' sobre unos amigos que acaban a machetazos después de pensar que han ganado la quiniela.

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"Poderoso caballero es don Dinero", decía el viejo Quevedo. El dinero despierta nuestra codicia e impulsos menos decorosos, claro, pero el "sueño del dinero" también revela nuestros deseos más profundos, aquello que anhelamos ser. O, como dice el director afincado en Madrid, Alberto Utrera, de "43 palos"; cuando "pensamos en lo que haríamos si tuviéramos dinero, revelamos aquello que cambiaríamos de nuestra vida, qué nos falta".

El dinero no da la felicidad, pero hace unas imitaciones cojonudas, decía un gracioso. Y desde luego nunca resulta tan seductor como en nuestras ensoñaciones. En Uno equis dos, un par de amigos en sus cuarenta llevan toda la vida haciendo juntos la quiniela. Nunca les toca, pero cuando piensan que va a suceder el milagro —en plena reunión dominguera en un jardín de ensueño— comienza la hecatombe.

Protagonizada por Paco León en la piel de Chino, un "pijo" traumatizado porque siempre acaba pidiendo socorro a su padre, vemos cómo esa apacible reunión de "colegas de toda la vida", con sus respectivas parejas y un amigo con solera, acaba con todos a la greña cuando aparece el dinero. El maldito dinero.

"Nuestra generación arrastra una trampa muy jodida: la idea de que si no tienes éxito profesional, no vales como persona. Que si no ganas dinero, eres una mierda. Y eso no es verdad, pero pesa muchísimo", dice Utrera.

"A veces no sabes ni qué quieres hacer el fin de semana. Vas tan en automático —pareja, trabajo, casa, coche, vacaciones— que ni te lo cuestionas. Y la gran pregunta es: ¿quieres todo eso realmente? ¿O vas a volver a estar en crisis dentro de dos años, aunque te toque la lotería?"

Las apariencias engañan

En el reparto, a León le acompañan Raúl Tejón como Josu —que se siente desolado porque no encuentra trabajo y vive del sueldo de su mujer—, Cris (Stéphanie Magnin), la propia pareja de Chino, Paula (Kimberley Tell), impulsiva pero con buen corazón, y el amigo perdido, Pablo (Adam Jezierski), con algún secreto que ocultar.

Cuatro personajes de lo más normales y reconocibles en una película que, además de reflexionar sobre el dinero, también lo hace sobre la fragilidad de los vínculos personales.

"Una dinámica muy típica en parejas es señalar al de enfrente. Como si mirar la miseria del otro sirviera para no ver la tuya", señala Utrera.

Y añade: "Hay parejas que siguen juntas toda una vida siendo infelices. No por dinero, sino por miedo. Porque es más fácil aguantar que romper. Y eso es terrible. De las parejas que he conocido, las que mejor funcionan no son las más perfectas, sino las que no tapan. Las que no fingen que todo está bien todo el rato."

En Uno equis dos, los amigos fingen "estar bien" en un jardín fotografiado como un paraíso, en el que el vino y la buena gastronomía parecen augurar una jornada perfecta. Pero casi de golpe, el filme se convierte en un thriller cada vez más desmadrado, con reminiscencias del mismísimo Peckinpah (Perros de paja) o del Tarantino de Los odiosos ocho, referente confeso de Utrera a la hora de crear ese mundo violento y opresivo donde todos acaban encerrados como bestias.

"La película empieza con una barbacoa de campo, la típica con tus colegas, cervecitas, luz cálida, un sitio idílico. Como espectador, piensas: 'me quiero meter en esa casa'. La idea era generar ese viaje emocional: primero bienestar, luego '¿qué cojones está pasando aquí?', y después 'Dios mío, quiero salir de aquí'", explica el director.

"Lo diferenciamos clarísimamente entre tarde y noche. A mitad de película suena algo y se va a negro: empieza la noche. En la segunda mitad empiezo a enmarcar los planos a través de ventanas, de puertas, intento aburrirles. Paso de planos más abiertos a otros más opresivos."

Fotograma de 'Uno equis dos'.

Fotograma de 'Uno equis dos'.

Paco León, cara B

Sin duda, uno de los grandes atractivos comerciales de esta película indie es contar como protagonista con una estrella como Paco León, que muestra una faceta muy poco transitada en su carrera: la de tipo cruel y villano.

"Vi a León en la adaptación de la novela de Millás de Félix Viscarret, No mires a los ojos (2022), y me sorprendió mucho ver otro registro suyo. Ahí fue cuando pensé que este personaje podía ser para él", cuenta Utrera.

"En el rodaje fue un actor entregadísimo. Me decía con cara de loco: '¡estos cabrones se quieren quedar con mi boleto!'", revela el director.