Un fotograma de 'Spermageddon'.

Un fotograma de 'Spermageddon'.

Cine

'Spermageddon': una fábula gamberra a lo Pixar sobre la sexualidad adolescente

Una producción de animación noruega desafía el puritanismo americano pero es menos irreverente de lo que parece.

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La animación es un género que lo tiene difícil para competir contra Hollywood. Requiere de inversiones a largo plazo y cuesta mucho dinero. Además, la maquinaria audiovisual de Estados Unidos también compra a los mejores creativos del mundo en una industria con equipos internacionales que en cuanto detecta talento saca la chequera y es muy abultada.

Spermageddon llega a España tras su éxito en el Festival de Annecy, el más prestigioso del mundo en animación, y el último Sitges, como la película "punk que Pixar no se atrevería nunca a hacer" al abordar, sin puritanismos, tampoco de manera provocadora, la sexualidad adolescente.

Dirigida por Rasmus A. Sivertsen, veterano de la animación familiar noruega, y Tommy Wirkola, célebre por ser el guionista de Zombis nazis (2009), Spermageddon sucede en dos lugares a la vez. Por una parte, en el aparato reproductor del adolescente protagonista en un mundo de espermatozoides parlantes que compiten entre sí por llegar al óvulo. Por la otra, narra la primera relación sexual del joven con una chica que conoce en un campamento. Para hacerlo aún más insólito, de vez en cuando se ponen a cantar.

Entre Del revés y Los increíbles, la estética, muy cuidada, de la película recuerda de manera inmediata a Pixar con esa "sala de máquinas" del cuerpo del adolescente en la que unos personajillos curiosos regulan su sexualidad o ese villano con "superpoderes" dispuesto a usarlos para cargarse a los otros espermatozoides y sobrevivir llegando al óvulo.

Pedagogía de iniciación sexual

Spermageddon es, sobre todo, una película para adolescentes que, hablando un lenguaje claro con algún chiste "tremendo" sobre masturbación y un lenguaje "grueso", busca su complicidad. La idea es evidente, ser una lección de introducción a la "sexualidad responsable" pero "moderna" sin moralismos santurrones.

A pesar de eso, le falta quizá, sobre todo, ser un poco más rompedora porque está diseñada, en el fondo, en base a los criterios que marcaría cualquier ministerio de sanidad europeo.

Esa búsqueda de la complicidad queda clara con la representación de los padres, unos cincuentones de la "generación X" que se enorgullecen de sus borracheras y salidas de tono, que contraponen a los puritanos "woke" de la nueva generación. Es un retrato que quiere ser ácido y autoparódico por parte de sus creadores que sin duda es merecido y resulta divertido.

A partir de aquí, el romance del rubio Jens con Lisa, una chica negra de un candor insobornable, está rodado con encanto y atento a las inseguridades y miedos de ambos siendo ella más aguerrida. Jens, por su parte, "friqui" de Star Wars y El señor de los anillos, vivirá su despertar a la vida. Cuando Lisa lo obliga a ir a dar una vuelta por la naturaleza, opina que es "como un videojuego con muy buenos gráficos".

Mientras, en el cuerpo del chico, esos espermatozoides enloquecidos viven su apocalipsis porque solo uno entre "mil millones", con suerte, sobrevivirá. Y para colmo, aún está la pastilla del día después para complicarlo todo más.

Lo más curioso de Spermageddon es, precisamente, ese mundo de los espermatozoides parlantes en el que rige la ley del más fuerte y el macho alfa. Un mundo casi apocalíptico en el que cada relación sexual, o simple masturbación, se convierte en un exterminio sin piedad de espermatozoides antropomórficos. Al final, resulta que cada hombre, por muy "woke" que sea, sí lleva una guerra encima. ¡Que gane el mejor!

Spermaggedon

Director: Rasmus A. Sivertsen, Tommy Wirkola

Guion; Vegar Hoel, Jesper Sundnes, Tommy Wirkola

Año: 2024

Estreno: 24 de julio