
Laia Manzanares en 'Lo que queda de ti'
'Lo que queda de ti': una sólida ópera prima que nos habla del ritmo de la vida en el campo
Gala Gracia parte de sus propias vivencias para narrar la historia de una pianista de jazz que abandona Nueva York para regresar a su pueblo natal por la muerte de su padre.
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En un reportaje publicado en la edición digital de El Cultural durante el transcurso del pasado Festival de Málaga, el crítico Enric Albero celebraba la irrupción de una nueva ola de directoras que podía leerse como la señal de cierta renovación en el cine español. Y establecía varias características narrativas y temáticas comunes, como “el rigor en la aplicación del punto de vista” o “una evidente preocupación por cuestiones que afectan a nuestra cotidianidad”. Podríamos añadir que esta tendencia se remonta a varios años atrás, con el éxito de cineastas como Carla Simón, Alauda Ruiz de Azúa, Estibaliz Urresola y Clara Roquet.
Estas propuestas que reinaron en Málaga, primeros o segundos trabajos en casi todos los casos, han ido desembarcando con cuentagotas en las salas y dominando la conversación sobre cine español en los últimos meses: La furia, de Gemma Blasco; Sorda, de Eva Libertad; Todo lo que no sé, de Ana Lambarri; La buena letra, de Celia Rico Clavellino, y Una quinta portuguesa, de Avelina Prat.
Este viernes se estrena Lo que queda de ti, la ópera prima de Gala Gracia, y la próxima semana llegará Los tortuga, de Belén Funes. Sin duda, estamos ante una apuesta de la industria sobre la que habrá que reflexionar en profundidad, sobre todo porque el entusiasmo general de la crítica con estos trabajos no parece calar en el público, que no está respondiendo en taquilla. Tan solo Sorda, espoleada quizá por la Biznaga de Oro, ha logrado alcanzar los 100.000 espectadores.
Lo que queda de ti de Gala Gracia, en cualquier caso, responde a esas características de las que hablaba Albero. La película sigue rigurosamente el punto de vista de Sara (Laia Manzanares), una pianista de jazz que abandona Nueva York para regresar a su pueblo natal por la muerte de su padre. Allí se replanteará su vida, dispuesta a abandonar su carrera musical para hacerse cargo del rebaño de ovejas que ha heredado junto a su hermana Elena (Ángela Cervantes), quien apuesta por vender todo para dedicarse en exclusiva a su explotación porcina.
Gala Gracia convierte en ficción una historia que parte de sus propias vivencias y que se adhiere a un par de tendencias temáticas en las que han buceado muchos creadores en los últimos tiempos: el retorno a la zonas rurales y la gestión del duelo por un ser querido.
Es, además, este poso vivencial lo que dota de gran realismo todo lo relacionado con el esfuerzo de Sara por sacar adelante al rebaño de ovejas. Un retrato cercano al costumbrismo –impacta la crudeza con la que la directora rueda el parto de uno de los animales– que se beneficia del ritmo de las rutinas del campo y que se engrandece gracias a la utilización de un formato panorámico que saca todo el partido a la belleza del Pirineo oscense.
Pero es la relación de las hermanas el corazón del filme, en donde Gracia indaga con sutileza, utilizando con sabiduría los encuadres y aprovechando el excelente trabajo de dos actrices que entregan lo mejor de ellas mismas. Sin olvidar la emocionante utilización de la música diegética, ese piano de Sara que nos conduce hacia el final a una poderosa catarsis.
Lo que queda de ti
Dirección y guion: Gala Gracia.
Intérpretes: Laia Manzanares, Ángela Cervantes, Rui de Carvalho, Anna Tenta.
Año: 2025.
Estreno: 16 de mayo