
Rami Malek en 'The Amateur'
'The Amateur' y la sed de venganza: el tenso thriller con el que el director de 'Black Mirror' debuta en el cine
James Hawes nos brinda dos horas de máxima tensión con una historia de venganza y espionaje contemporáneo protagonizada por Rami Malek.
Más información: Vuelve 'Black Mirror' en los tiempos de Trump y Elon Musk: ¿estamos cada vez más cerca de la distopía?
James Hawes mira el cartel de The Amateur al fondo de la sala y sonríe. “Con Rami hemos creado un espía distinto”, con la seguridad de alguien que ha estado preparando su primera película durante años. Aunque lleva más de dos décadas detrás de la cámara —ha dirigido episodios de Black Mirror, The Crown, Slow Horses—, The Amateur supone su entrada en el cine con por todo lo alto. Un thriller contemporáneo con ADN de los ochenta, pero con herramientas del presente.
La historia, basada en una novela de Robert Littell de 1981, parte de un atentado que sacude la vida del protagonista, Charles Heller, un criptógrafo de la CIA que decide actuar por su cuenta cuando el sistema no responde y se ve rápidamente implicado en una encrucijada tensa y paranoica.
Más allá de la acción, Hawes quería una historia sobre el duelo y la venganza. “Cada asesinato que comete el protagonista refleja una fase distinta de las etapas del duelo”, explica Hawes. “Queríamos mostrar su recuperación emocional a través de la violencia”.
Para construir ese arco emocional, el director no escatimó en documentación: “Consultamos con varios psicólogos. La escena con la analista está construida a partir de ese asesoramiento sobre las etapas del duelo”. “Y también nos asesoramos con expertos de la CIA para que todo lo que aparece en pantalla tuviera una base lógica y realista”, le explica Hawes a El Cultural.
La autenticidad, de hecho, fue una de las obsesiones del cineasta británico: “Queríamos que esta historia se sintiera contemporánea. Cambiamos Praga por Estambul porque Praga ya no evoca espionaje como en los años ochenta; ahora es más bien un lugar de despedidas de soltero”, dice riendo. “Estambul nos parecía más actual, con más tensión geopolítica. Todo tenía que resonar con el ahora”.

Charles Heller, interpretado por Rami Malek, anhela la venganza por encima de todo
Y el “ahora” no es solo una cuestión de lugares. The Amateur también se apoya en herramientas visuales propias del presente. Una de las escenas clave del filme —el asesinato de Sarah en la estación— está rodada íntegramente con iPhones, cámaras de seguridad y dashcams. “Eso me parece muy 2025”, señala el director. “Quería capturar esa sensación de que todo está siendo observado, registrado, descontextualizado”.
El peso de la tristeza
Lo que más le interesa a Hawes no es tanto la acción como su carga emocional. “Este no es solo un thriller de acción. Hay persecuciones, sí, pero están protagonizadas por personajes en los que nos importa lo que les pase”, insiste. Y eso se nota. La película está llena de silencios tensos, miradas rotas, decisiones impulsivas marcadas por el trauma. “Trabajamos mucho el tono de cada escena para que la tensión no viniera solo de la acción, sino también del silencio y la anticipación”.
Hawes reconoce que muchas de sus herramientas narrativas vienen de la televisión. “Mi trabajo como director no cambia tanto entre televisión y cine: siempre se trata de contar una historia, construir un mundo, definir un tono”, explica. “La diferencia está en el ritmo y en la conciencia del espectáculo que el cine exige. El lenguaje visual tiene que estar a la altura de la sala”.
No es casual que, a la hora de preparar el proyecto, revisitara títulos como Three Days of the Condor, All the President’s Men o Enemy of the State. “Quería recuperar ese ADN paranoico del cine clásico y actualizarlo al ahora”, dice. “Esas películas tenían algo en común: un personaje corriente cuya vida se viene abajo de forma abrupta. Me interesa mucho esa inversión del mundo cotidiano”.
A lo largo de The Amateur, el espectador no solo se adentra en un thriller. También asiste a un viaje moral. Heller se enfrenta no solo a sus enemigos, sino a la desconfianza, la traición, la ambigüedad del propio sistema. El director explica: “No quería un villano de bigote y risa malvada. Incluso los personajes más oscuros de la CIA creen que están actuando por el bien del país”.
El género de espionaje está obligado a reinventarse constantemente: “Después del 11-S, todo eran guiones sobre ataques yihadistas. Ahora, el espionaje se ha vuelto más introspectivo, más emocional”, explica. “Muchos thrillers de espionaje hoy mezclan acción a gran escala con la fragilidad humana. Creo que eso refleja la incertidumbre del mundo actual”, declara Hawes.

Laurence Fishburne interpreta a Henderson, el encargado de entrenar a Charles Heller
Esa tensión también se traslada a la forma en la que se logra. Hawes habla de su “ley del retener y revelar” como una técnica narrativa clave para mantener la atención del espectador. “Se trata de cuándo mostrar el peligro, qué información ocultar y cómo sostener la tensión. Puedes generar suspense no solo con acción, sino con lo que no se ve, con lo que se intuye”, explica. “Estoy orgulloso de que haya tensión incluso en los momentos de calma”.
Malik en acción
Para dar vida a Heller, el protagonista, Hawes tuvo claro desde el principio que quería a Rami Malek. “Esperaba de Rami inteligencia e intensidad, pero lo que trajo fue aún más: coraje, compromiso y una enorme creatividad”, dice. “Siempre estaba dispuesto a explorar, a inventar, a empujar los límites de su personaje”.
Y aunque no lo dice con rotundidad, deja abierta la puerta a una secuela: “Creo que Charles Heller podría volver. Con Rami hemos creado un espía distinto. Todo dependerá de cómo responda el público”.
Hawes no descarta seguir en el cine, pero tampoco se olvida de su origen televisivo. “Aunque no se parezca a Slow Horses, creo que The Amateur tiene algo en común: el esfuerzo por que los personajes estén siempre en el centro del conflicto”, señala. “Espero que lo que comparten ambas obras sea eso: que sean igual de entretenidas”.