Alain Guiraudie. Foto: Hélène Bamberger

Alain Guiraudie. Foto: Hélène Bamberger

Cine

Alain Guiraudie estrena 'Misericordia': “La religión ha sido un refugio para homosexuales en el mundo rural”

Espiga de Oro en la última Seminci, hablamos con su director sobre este híbrido entre 'thriller' y drama rural que indaga en la represión del deseo y que se estrena este viernes.

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Alain Guiraudie (Villefranche-de-Rouergue, 1964) ha construido su cine a la contra. El director de El desconocido del lago (2013) y Rester Vertical (2016) define su carrera en oposición a la obra naturalista de compatriotas como Maurice Pialat y François Truffaut, “que contaban sus vidas tal cual eran”. De ahí que adscriba su nuevo largometraje, Misericordia, al terreno de los cuentos, “en la medida en la que todo lo que sucede resulta improbable”.

Thriller y drama rural a partes iguales, en el filme convive el suspense de Hitchcock con el Teorema (1968) de Pasolini y se explora la virtud del título tanto como el deseo sexual. Este peculiar híbrido, Espiga de Oro a la mejor película y premio al mejor guion en la última Seminci de Valladolid, llega a los cines este viernes 21 de marzo.

Misericordia narra la historia de Jérémie (Félix Kysyl), un joven que regresa a su pueblo natal para asistir al funeral de su antiguo jefe. Pero la apacible visita de Jérémie a la localidad da un giro inesperado con la misteriosa desaparición de uno de los vecinos y la amenazante presencia de un extraño sacerdote.

Pregunta. La trama se inspira en su primera novela, Rabalaïre (2021). ¿En cuánto difiere la adaptación del original?

Respuesta. No me gusta usar la palabra adaptación, porque la película es una obra
totalmente distinta. He recomenzado el trabajo por completo. En ambas coincide el personaje del cura, pero otros son distintos. Nunca parto de una sola idea, sino que plasmo varias sobre el papel. En este caso, tuve muy presente tanto el pueblo donde crecí como los de varios de mis amigos. Esa mezcla de lugares, emparejada con recuerdos de mi infancia y de mi juventud, se fue enriqueciendo a lo largo del trabajo de guion con influencias de películas y novelas. Mi método de trabajo se parece al que describió el escritor francés Michel Houellebecq: amaso en mi cabeza diferentes temas hasta formar una bola suave. Es entonces cuando me siento a escribir.

Un pueblo de cuento

P. ¿Cómo trabajó la atmósfera casi onírica con su directora de fotografía, Claire Mathon?

R. Hay dos elementos importantes, están el bosque y el pueblo, que es como de cuento de hadas y parece varado en el tiempo, y por otro lado, está también el otoño. Quería rodar en esta estación del año por la lluvia, la niebla y el color de las hojas. Trabajamos el crepúsculo y la noche con luz natural en la medida de lo posible. Además, decidimos que cada vez que un personaje aparece en cuadro, tiene que ser visto por otro personaje. Ese fue el ángulo elegido en las tomas.

P. ¿Cuáles son esos recuerdos propios de la juventud que subyacen en la trama?

R. La película se sitúa en los años setenta, en la Francia en la que yo crecí. Abordo una fantasía común entre los chavales de cualquier época: la del deseo por la madre o el padre de tu mejor amigo cuando despierta la pubertad, y hay algo también muy adolescente en las peleas.

P. Las peleas tienen un componente homoerótico que se acentúa con la violencia. ¿Cómo construyó el erotismo en esas escenas?

R. Resultan eróticas porque son cuerpo a cuerpo. Se trata de momentos en los que, como en el acto sexual, uno se reencuentra con sus instintos primitivos, se deja llevar y reconecta con su lado animal. Me atraía la violencia que existe dentro de nosotros, qué límites le imponemos y cuán lejos podemos llegar. Quería observar a un asesino. En mi película planteo preguntas como qué hacer con un asesino, si hace falta castigarlo, si debería entregarse a la policía.

P. ¿Qué importancia tenía filmar el erotismo en cuerpos atípicos?

R. Siempre he tenido la idea de erotizar otros cuerpos: viejos, gordos, de hombres y de mujeres... Mi vida sentimental, erótica y sexual se ha desarrollado más en el entorno del mundo obrero y rural, con gente del campo, del medio popular, que en la ciudad. He hecho confluir mi mundo personal con mi práctica cinematográfica desde una posición política. Quería plasmar que la pulsión sexual no solo sucede en círculos urbanos, entre jóvenes que se ganan estupendamente la vida y están bien torneados en el gimnasio.

Félix Kysyl y Catherine Frot, en 'Misericordia'

Félix Kysyl y Catherine Frot, en 'Misericordia'

P. ¿Qué nos dice esta película sobre la represión del deseo?

R. Crecí en un mundo donde no se verbalizaban demasiado las emociones, pero no creo que diste mucho del entorno de otras personas: las revelaciones llevan su tiempo. Además, considero que está bien que existan los tabúes. En cuanto al deseo, se trata de un elemento presente en todo mi cine. Por un lado, está el deseo no correspondido y, por otro, está la pulsión del deseo, que no necesariamente se concreta en el acto sexual.

P. Llama la atención, que el sacerdote sea, precisamente, el personaje que tenga menos problemas en abrirse...

R. La religión en el mundo rural ha sido un refugio para personas homosexuales o para aquellas que no querían tener mujer e hijos. El personaje del sacerdote me ha servido para personificar un deseo asexual, porque está condenado a amar sin reciprocidad.

P. Hay muchos elementos deliberadamente vagos en la trama, como las razones de la permanencia de Jérémie en el pueblo o saber si realmente tiene una novia en la ciudad. ¿Conoce usted las respuestas?

R. Los actores también me formulaban esas preguntas, porque necesitan sólidos cimientos para construir a sus personajes, pero no vi la necesidad de responderlas. Prefiero que la película se mantenga en la ambigüedad. Félix Kysyl tenía que interpretar a Jérémie de manera que pudiera ser tanto un buen tipo como un psicópata, así que le pedí cierta frialdad, pero sin llegar al cinismo.

Angelical y diabólico

P. ¿Qué características buscaba en el actor que iba a dar vida al protagonista?

R. Hice muchas pruebas hasta dar con Félix. Necesitaba a alguien que pudiera encarnar tanto al vecino agradable como a un hipócrita sin emociones. Necesitaba a un actor que interpretara de una manera muy simple a un personaje muy complejo. Félix me maravilló porque no tiene edad, puede ser tanto un adolescente como un joven maduro. En la vida real tiene 33 años. Parece una persona angelical y también diabólica.

Una imagen de 'Misericordia'

Una imagen de 'Misericordia'

P. El título de la película refiere a un trato compasivo que tiene connotaciones bíblicas, el personaje principal recuerda al hijo pródigo, existe cierta castidad y uno de los personajes es un cura. ¿Qué peso quería darle a la religión?

R. Conozco bien el pasaje bíblico del hijo pródigo, pero no, en realidad la figura del hombre que regresa a su lugar de origen o el forastero que llega a un pueblo es una figura muy corriente en el cine. Aunque ciertamente es una película que interroga los preceptos católicos y la moral judeocristiana, he mitificado nuestra cotidianeidad a partir de la tragedia griega.