El cineasta italiano Paolo Taviani murió este jueves en Roma a los 92 años de edad. Junto a su hermano Vittorio (fallecido en 2018) realizó algunas de las películas más importantes del cine italiano de la segunda mitad del siglo XX.

Paolo Taviani (San Miniato, Toscana, 1931) falleció en la clínica Villa Pia, rodeado por su esposa, la diseñadora de vestuario Lina Nerli Taviani, y sus hijos Ermanno y Valentina y su funeral, que será laico, se celebrará el próximo lunes en el Ayuntamiento de la capital italiana, según informaciones de los medios locales recogidas por EFE.

Con una extensa filmografía y muy influidos por el cine neorrealista de Roberto Rossellini, Los Taviani se alternaban en la dirección de sus películas, repartiéndose las escenas. Hicieron un cine muy político en el que la lucha de clases fue uno de sus temas principales, algo que quedó patente ya en su primer documental, con el irónico título L'Italia non è un paese povero (Italia no es un país pobre, 1960), que fue censurado por la compañía productora por la dureza de las imágenes que retrataban la miseria de las clases obreras. Muchos años después, en 1999, el director Tinto Brass (conocido por su cine erótico y provocador), que había sido ayudante de dirección en la película, sacó a la luz la única copia existente.

Los hermanos Taviani escribieron varios cortos y un documental hasta que debutaron en el largometraje de ficción en 1962 con Un uomo da bruciare (Hay que quemar a un hombre), que dirigieron junto a Valentino Orsini y en el que narraban el conflicto entre los derechos de los trabajadores y los intereses de la mafia, el gobierno y los terratenientes sicilianos. Con esta película ganaron varios premios en el Festival de Venecia, que también les otorgaría el León de Oro honorífico en 1986.

En 1973 abordaron su proyecto más costoso, la película histórica Allonsanfan, ambientada en las Guerras Napoleónicas y protagonizada por el actor Marcello Mastroianni.

En 1977 estrenaron la película que les otorgó el éxito internacional, Padre padrone, en la que un campesino saca del colegio a su hijo para obligarle a que se encargue de las ovejas y le prepara para que le suceda como cabeza de familia. La película ganó la Palma de Oro y el premio de la crítica en el Festival de Cannes.

Otra de sus películas más conocidas es La notte di San Lorenzo (La noche de San Lorenzo, 1982), una tragicomedia ambientada durante la ocupación nazi de Italia. Con ella ganaron dos premios en Cannes, entre ellos el Gran Premio del Jurado.

En su filmografía también figuran Bajo el signo del escorpión (1969), El prado (1979), Good morning, Babilonia (1987) y Las afinidades electivas (1996). Una de sus últimas obras fue César debe morir (2012), filmada en blanco y negro y protagonizada por actores no profesionales, presos de una cárcel romana, que ensayan una representación del Julio César de Shakespeare. Con ella ganaron el Oso de Oro de la Berlinale.

Los dos hermanos continuaron trabajando juntos hasta que el mayor de los dos, Vittorio, estuvo ya muy enfermo. Después de Maravilloso Boccaccio, su última colaboración fue Una questione privata (Una cuestión privada), en 2017. La escribieron juntos pero el encargado de rodarla fue ya Paolo en solitario. Un año después moriría Vittorio.

Desde entonces, Paolo siguió trabajando, pero se consideraba "medio director" por la ausencia de su hermano. En 2022 estrenó su última película, Leonora addio, adaptación de la novela homónima de Luigi Pirandello. Fue su primera y última película completamente en solitario.