Armando Bo en el festival South Series International de Cádiz

Armando Bo en el festival South Series International de Cádiz

Cine

Armando Bó: "Me era imposible abordar el mundo del fútbol si no era a través de la parodia"

Hablamos con el cineasta argentino a su paso por el festival South Series International de Cádiz sobre su serie 'El presidente', de Prime Video, y sus proyectos futuros

13 octubre, 2023 01:13

Si le preguntas a Armando Bó (Buenos Aires, 1978) cuál fue el momento más feliz de su vida, te contesta, sin pensarlo, que el día que Argentina ganó el Mundial de Fútbol, pero ese fervor albiceleste no le ha cegado para retratar las miserias y corruptelas entorno al FIFA-Gate en su sátira de ficción El presidente.

La serie, disponible en Prime Video, tiene una segunda temporada donde se remonta al pasado para ficcionar con humor la conquista del organismo rector del fútbol mundial por parte del brasileño João Havelange, que convirtió la Federación en el imperio multimillonario de la todopoderosa entidad que sigue arrojando titulares controvertidos en nuestros días.

El guionista, director y productor, cuarta generación de cineastas, prepara ahora su vuelta al cine con un biopic sobre el emblemático periodista británico Robert Cox, que desde la cabecera del Buenos Aires Herald denunció las violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar en el país. La película será su tercera tras El último Elvis (2012) y Animal (2018).

Bó, ganador del Óscar al Mejor Guión por Birdman (Alejandro González Iñárritu, 2014) ha impartido este 9 de octubre una clase magistral en la primera edición del festival South Series International de Cádiz, donde ha ahondado en el proceso creativo de las series de ficción.

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Pregunta. ¿Considera que la huelga de guionistas en Hollywood ha beneficiado al sector en su totalidad al poner el foco en problemas que son globales?

Respuesta. Con todos los cambios que hubo en los últimos años con el streaming, han cambiaron las reglas de juego. Mi padre todavía cobra derechos de autor por películas que hizo hace 40 años. Son ingresos que le sirven para vivir, pero en el mundo de las plataformas, eso no existe. Así que me parece importante que se hable. Está cambiando tanto al mundo que está muy bueno que haya un momento de pausa para pelear por ciertas cosas.

P. ¿Qué otras amenazas siente que se ciernen sobre la profesión?

R. El contexto que viene de la inteligencia artificial. Como base de la creación, el guión es una parte fundamental de un proyecto de película o de serie, pero parece que en muchos acuerdos no se contemple a los guionistas. También creo que la coincidencia con la huelga de los actores fue positivo, porque hubo más fuerza, pero al mismo tiempo, compitió porque los elencos siempre son más interesantes para mirar. Lo increíble es que esté pasando en Estados Unidos, donde todo estaba siempre tan ordenado y tan estructurado. Uno los mira hoy y ya parecen Argentina.

P. Las películas eróticas de su abuelo fueron objeto de la censura oficial, ¿es algo que le preocupe respecto a sus propias creaciones frente a un posible triunfo de la ultraderecha en las elecciones de su país?

R. Tengo la suerte de poderme ir de Argentina para filmar y trabajar en otros lados, pero me preocupa la gente que no puede salir. Es claramente terrible que la extrema derecha esté por llegar al poder, pero al mismo tiempo, es culpa de los que vienen haciendo las cosas mal en los últimos años. La situación es bastante complicada. Yo veo las elecciones y no hay a quien votar. Estamos en un momento muy caótico, hay falta de reglas, una crisis fuerte y la pobreza está creciendo un montón, más de un 40 por ciento. Somos un país con todas las posibilidades y muchísimo talento, pero no los políticos que nos vienen manejando hace mucho tiempo.

P. Hablaba de su facilidad para trabajar fuera de Argentina, ¿el Oscar pesa en esa libertad?

R. El Oscar es un valor, pero al mismo tiempo, una presión. A la hora de plantarse y decir tengo este proyecto, suma, pero también genera expectativas. Desde mi lado personal, quiero volver a dirigir. Los últimos años estuve bastante enfocado en el mundo de las series y la parte productiva. Ahora, por suerte, estoy volviéndome a enfocar en la parte más creativa y artística, desde el lado cinematográfico.

P. En paralelo a la coescritura de Biútiful, estuvo reescribiendo su ópera prima El último Elvis, ¿qué aprendizaje de lo vivido junto a González Iñárritu volcó en su debut?

R. Alejandro es un amigo y un mentor. Aprendí mucho de él y además Nico (el coguionista de la película, Nicolás Giacobone) y yo éramos muy chicos. Ambas películas están totalmente relacionadas: yo conocía a Alejandro porque dirigía publicidad en su productora y le envío el guion de Elvis para conocer su opinión. Lo leyó y nos convocó a Nicolás y a mí para Biútiful, que se filmó primero. Estuvimos presentes en toda la producción, así que estar cerca del negro (apodo con el que se conoce a González Iñárritu) dentro de su cocina, fue clave para poder yo después tirar e incluso animarme a montar mi propia productora.

P. Su productora, Rebolución, tiene como objetivo contar historias basadas en hechos reales que tienen a América Latina como protagonista. ¿Qué determina que una realidad sea lo suficientemente conmovedora o singular para querer convertirla en ficción?

R. Las historias reales allanan un camino, porque hay un tema muy marcado y es interesante. Cuando agarrás una historia que existe hay diferentes caminos, por ejemplo, la serie El presidente es una historia real, pero está llena de ficción porque es parodia absoluta acerca del mundo del fútbol. Mientras que la película que estoy haciendo ahora, sobre Robert Cox, fundador del diario Buenos Aires Herald, no va a ser una comedia, sino un thriller de corte clásico.

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P. ¿Que deuda cinéfila va a tener ese biopic con Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941)?

R. Este proyecto nace de la frescura de poder contar la historia desde el punto de vista de Bob. No es una película de época, sino súperactual, porque, en realidad se toca mucho con lo que está pasando hoy. Me permite poder hablar de los medios en un momento en el que con las fake news uno no sabe dónde informarse. El único que dice la verdad, el único que informa, es mi personaje. Y también me parece una gran oportunidad para que un gran actor lo interprete. Además es un héroe en Argentina, con lo que nos quejamos siempre de los ingleses...

Una imagen de 'El presidente'

Una imagen de 'El presidente'

P. Ha nombrado El presidente, serie que coprodujo Fábula, de los hermanos Larraín. Precisamente, Pablo Larraín acaba de estrenar El conde, donde defiende el uso de la sátira para retratar a Pinochet, porque de haber empleado el realismo, hubiera ayudado a la empatía del espectador. ¿Qué buscaba usted al servirse de la parodia?

R. Me era imposible abordar el mundo del fútbol si no era a través de la parodia, porque sus personajes superan la ficción. No les importa nada, son corruptos y delirantes, ladrones de guante blanco. Lo interesante es que para llegar a la realidad, hay que ir a ese lugar de comedia. El mundo del fútbol es absurdo, no se comprende la impunidad con la que trabajan ese nivel de poder económico, así que solo se puede retratar con ese tono.

P. El fútbol femenino español y los mundiales de Qatar te han dado nuevo material que explorar. ¿Habrá tercera temporada?

R. El fútbol también es algo que une a familias y amigos. Te diría que es una religión, porque genera situaciones de unidad en un momento donde las instituciones y las religiones están en crisis. Dicho esto, podría haber 10 temporadas fácilmente. Aunque lo sucedido en España lo veo más como película. Pero no seré yo, hace falta que haya alguien que dedique tres años de su vida a la siguiente, y ahora tengo la necesidad de hacer una película personal.