Àlex Lora, en el rodaje de 'Unicornios'

Àlex Lora, en el rodaje de 'Unicornios'

Cine

Àlex Lora estrena 'Unicornios': "Chantal Akerman me enseñó a no rendirme"

El director catalán, exalumno de la célebre cineasta, debuta en la ficción con un filme sobre la vida de simulacros de los jóvenes urbanitas

30 junio, 2023 02:05

Tras estudiar cine en la Universidad Ramón Llull, Àlex Lora (Barcelona, 1979) consiguió una beca Fulbright para continuar su formación en el City College de Nueva York, donde tuvo como tutora a Chantal Akerman, directora de la mejor película de la historia según la revista Sight & Sound, Jeanne Dielman (1985).

“Chantal me enseñó a no rendirme”, explica Lora. “Era una mujer a la que no le importaba lo que los demás pensaran y es algo que trató de inculcarnos. Cuando llegué a Nueva York quería rodar ficción, pero ella me dijo que cogiera las maletas si no era capaz de hacer un retrato documental en esa ciudad”.

Fue Akerman quien convenció a Lora de que rodara su corto de no ficción El sacrificio de Ulises (2011), con el que fue a Sundance y estuvo nominado a los Premios Gaudí, donde años más tarde se impuso con El cuarto reino (2019) en la categoría de mejor documental. Afincado en EE.UU., Lora dice que ha acabado siendo “cola de león” en una industria muy competitiva. Pero no le ha faltado el trabajo: escribiendo, editando, codirigiendo con Antonio Tibaldi filmes como Godka Cirka (2013) o La silla de vuestro padre (2015)...

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Sin embargo, la oportunidad de rodar su primer largometraje de ficción llegó de España, gracias a la productora Valérie Delpierre. “Unicornios nace del deseo de hacer una película juntos”, asegura Lora. “Fue ella la que me dijo que le gustaría tratar la contradicción entre la liberación sexual femenina y el patriarcado. A eso le quise añadir yo ciertas incapacidades emocionales que las redes sociales están amplificando”.

Así nace Unicornios, donde seguimos a Isa (Greta Fernández), una joven que vuelve a casa de su madre tras romper con su novio, que le exigía una monogamia que no estaba dispuesta a cumplir. Incapaz de centrarse en su tesis, la protagonista busca triunfar como influencer mientras escucha los cantos de sirena de OnlyFans, donde se puede conseguir dinero fácil comerciando con la intimidad.

Pregunta. Firma el guion con Pilar Palomero (Las niñas y La maternal), María Mínguez y Marta Vivet. ¿Necesitaba esa mirada femenina?

Respuesta. En el cine hay una cierta estigmatización de la mujer que no es complaciente. Michael Fassbender nos puede provocar rechazo en Shame por su adicción al sexo, pero aun así despierta empatía en el público, y no ocurre lo mismo con otros personajes femeninos similares. Yo quería que aceptáramos a Isa, aun siendo inmadura o impertinente, con sus contradicciones. Y tener ayuda femenina a la hora de desarrollar el guion me daba tranquilidad.

P. ¿Qué ha descubierto del mundo de las redes sociales?

R. La presión que siente la gente joven hoy es muy grande, parece que si no eres alguien en las redes sociales en realidad no eres nadie. Además, viven en un mar infinito de posibilidades, lo que genera mucha insatisfacción a la hora de elegir algo concreto, también en las relaciones. Y todo está potenciado por esta sociedad capitalista que nos empuja a producir y producir. De ahí que muchos quieran ser un unicornio, un ser especial y único.

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P. ¿Isa es una víctima de esta sociedad?

R. Es víctima de este mundo volátil, en el que todo es epidérmico y no se profundiza en nada, en el que todo se desecha enseguida. Por ejemplo, su obra artística diríamos que es mala, ella cree que está profundizando en algo, pero solo se está acercando. Por otro lado, ella es culpable de sus actos, así que también es verdugo.

Greta Fernández, a la izquierda, en un momento de 'Unicornios'

Greta Fernández, a la izquierda, en un momento de 'Unicornios'

P. El contraste entre la desorientación de Isa y la disciplina de su madre escritora es muy grande...

R. Ahora es muy complicado eso de matar al padre. Hasta hace poco una generación siempre era mejor que aquella a la que sucedía. Por ejemplo, mi abuela no sabía ni escribir ni leer, mi madre solo hizo secundaria. Esa cadena se está rompiendo y genera una frustración en las miradas de los hijos.

P. ¿Qué ideas manejó para la puesta en escena?

R. Conté con Thais Català para la fotografía porque tenía experiencia en publicidad y quería manejar ese código. Además, hablamos de la serie Euphoria o de las películas de Wong Kar-wai. Por otro lado, quería que la cámara estuviera lo más cerca posible de Isa, que la tuviéramos todo el rato delante, aunque sea difícil empatizar con ella.