Pasó la gran nevada, pero ahora nos enfrentamos a una ola de frío sin precedentes (-26º esta pasada noche en Teruel, batiendo el récord de varias décadas) que hará que algunas ciudades, especialmente Madrid, siga colapsada unos días más. Ya sea por masoquismo o para quitarle hierro al asunto, aquí va una lista de películas en las que el clima extremo pone realmente en jaque a sus protagonistas. Thrillers psicológicos, misteriosos asesinatos, dramas familiares, venganzas en la montaña, odiseas árticas y apocalipsis provocados por el cambio climático. Hay para todos los gustos y con la nieve siempre como gélido telón de fondo.

Fuerza mayor 

Ruben Östlund, 2014

Empezamos con Fuerza mayor, una película sueca de 2014 dirigida por Ruben Östlund que fue nominada al Globo de Oro a la Mejor Película Extranjera y ganó el Giraldillo de Oro y el Premio al Mejor Guión del Festival de Sevilla. Mientras comen en el restaurante de un idílico resort de esquí de los Alpes, los cimientos de una familia aparentemente estable se ven sacudidos por una avalancha. No es la nieve la que los arrolla (se trata de una avalancha controlada por los operarios de la estación, aunque es tan grande que durante un momento parece que se va a llevar todo el complejo por delante), pero la sensación de peligro hace que el padre salga huyendo de la escena, dejando atrás a su esposa y a sus hijos. El incidente desata una fuerte crisis en la pareja en la que afloran tensiones y frustraciones soterradas, y se ponen encima de la mesa cuestiones como el instinto de supervivencia, el valor y la cobardía, el perdón, el orgullo, los roles familiares y los estereotipos de género.

Silencio en la nieve

Gerardo Herrero, 2011

La participación de la División Azul en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial es el telón de fondo de Silencio en la nieve, un thriller sobre un asesino en serie, basado en la novela El tiempo de los emperadores extraños, de Ignacio del Valle, y protagonizado por Juan Diego Botto y Carmelo Gómez. Si aquel infierno congelado ya era aterrador para quienes lo vivieron, imaginen cómo sería si comenzasen a aparecer cadáveres con extrañas inscripciones a cuchillo en el pecho.

Los odiosos ocho

Quentin Tarantino, 2015

Si hablamos de confinamientos provocados por un temporal de nieve, no podía faltar Los odiosos ocho, de Quentin Tarantino. Estamos en Wyoming, poco después de la guerra civil estadounidense. Ocho personajes coinciden en un refugio de montaña debido a una tormenta de nieve. El encuentro, como iremos descubriendo poco a poco, no es casual. La película, con evidentes ecos actuales por sus reflexiones acerca de la identidad de Estados Unidos —especialmente la cuestión racial—, genera una tensión entre los personajes que va en aumento y se hace irrespirable hasta que estalla hacia el final. Violencia y venganza, puro Tarantino.

Fargo

Joel y Ethan Coen, 1996

Fargo es una de las películas más celebradas de los hermanos Coen, premiada en Cannes en el año de su estreno y, como es habitual en ellos, se encuentra a caballo entre el thriller serio y la comedia negra. Frances McDormand (que está viviendo una etapa de esplendor en su carrera, con películas como Tres anuncios en las afueras y Nomadland, que se estrenará este 2021) interpreta a una agente de policía en un pueblo de Minnesota, antaño tranquilo, que debe investigar unos asesinatos producidos después de que un vecino de la localidad contrate a dos criminales para secuestrar a su esposa y poner fin a sus problemas económicos cobrando el rescate de su suegro.

Estoy pensando en dejarlo

Charlie Kaufman, 2020

Este thriller psicológico de tintes oníricos es la más extraña de las películas de esta lista. Se estrenó el año pasado y provocó reacciones opuestas en el público por la pretendida incoherencia de la trama. Está protagonizada por una joven pareja que interpretan Jessie Buckley y Jesse Plemons. Aunque llevan poco tiempo saliendo juntos, él se empeña en invitar a su novia a casa de sus padres, para lo que han de recorrer cientos de kilómetros en coche bajo una ventisca. La inquietud de no saber si podrán regresar debido al mal tiempo no es nada comparada con la sensación de desasosiego que provoca todo lo que pasa en el filme, que no tiene explicación racional y que no sabemos si ocurre en la realidad o en la mente de la protagonista. No se pierdan la estupenda crítica de Carlos Reviriego.

El renacido

Alejandro González Iñárritu, 2015

Una auténtica epopeya en la nieve es lo que nos cuenta Alejandro González Iñárritu en El renacido. Otro impecable trabajo de interpretación de Leonardo DiCaprio —tanto él como el director se llevaron el Óscar—, que encarna a un personaje cuyas terribles experiencias se inspiran en las del cazador y explorador Hugh Glass en los territorios de frontera de EE. UU. en el siglo XIX, que fue dado por muerto tras el ataque de un oso. Como en Los odiosos ocho, el deseo de venganza es el motor de la trama en esta magnífica película para disfrutar pasándolo mal.

¡Viven!

Frank Marshall, 1993

Muy evidente, pero no podía faltar en esta lista. Nos vamos a la situación más extrema imaginable si te quedas atrapado en la nieve. Clásico del cine basado en hechos reales, ¡Viven! cuenta la historia de un equipo de rugby uruguayo que tuvo un accidente de avión y quedaron atrapados en los Andes. Lo más sobrecogedor del caso es que los supervivientes tuvieron que comer la carne de sus compañeros fallecidos para mantenerse con vida hasta que pudieron ser rescatados.

Infierno blanco

Joe Carnahan, 2011

Otro accidente aéreo y otro grupo de personas atrapadas en el hielo. En esta película cuyo reparto encabeza Liam Neeson, la acción transcurre en las montañas de Alaska y los supervivientes deben enfrentarse, además de al frío y a los limitados recursos de los que disponen, a una manada de lobos que les acechan sin descanso en su ardua travesía para encontrar ayuda.

El resplandor

Stanley Kubrick, 1980

Otro clásico insoslayable, que en su día fue recibida fríamente por la crítica y hoy es una película de culto. ¿Quién no pensó durante el confinamiento que podría acabar como Jack Nicholson en El resplandor? El aislamiento forzoso, sea por una pandemia o por la nieve —como les ocurre a la familia protagonista de la novela de Stephen King adaptada por Stanley Kubrick— sin duda puede afectar seriamente a nuestra psicología e incluso degenerar en enajenación mental, hacha en mano.

El día de mañana

Roland Emmerich, 2004

Tampoco podía faltar en esta lista una película apocalíptica con mensaje ecologista. Hace tres lustros, cuando la discusión pública sobre el calentamiento global empezaba a cobrar relevancia (aunque ya íbamos tarde), El día de mañana, protagonizada por Jake Gyllenhaal y Dennis Quaid, imagina una hecatombe climática en forma de superhuracanes que dan paso a una nueva glaciación. Si la Estatua de la Libertad semienterrada en la arena es la imagen icónica de El planeta de los simios, en esta ocasión se nos presenta cubierta de hielo como aviso simbólico de lo que se nos podría venir encima.

Rompenieves

Bon Joon-ho, 2013

Pasamos del apocalipsis al postapocalipsis: un tren rompehielos en un mundo glacial devastado por el cambio climático es el escenario de Snowpiercer (Rompenieves), una película de acción y ciencia-ficción surcoreana dirigida por Bon Joon-ho unos años antes de su éxito mundial con Parásitos. La película, inspirada en la novela gráfica francesa Le Transperceneige, plantea una fábula sobre la lucha de clases (clave en el cine del director coreano, como demuestra también la citada Parásitos), ya que en el descomunal tren donde viajan los humanos supervivientes, las élites viven a todo tren —nunca mejor dicho— en los vagones delanteros mientras que las clases más bajas viven en condiciones inmundas y brutales en los vagones de cola. Hasta que estalla la revolución.

Nadie quiere la noche

Isabel Coixet, 2015

Isabel Coixet inauguró en 2016 el Festival de Berlín y después ganó cuatro Goyas con Nadie quiere la noche, una película protagonizada por Juliette Binoche inspirada en las aventuras de la escritora y exploradora Josephine Peary, la primera mujer que viajó al Polo Norte. La protagonista demuestra su valor emprendiendo un peligroso viaje en busca de su marido, el también explorador Robert Peary, y en el argumento tiene una especial relevancia el choque cultural de la civilización occidental con los esquimales de Groenlandia.