Madrid, 2013. Alonso, un arquitecto treintañero, ve cómo su mundo se derrumba. Acosado por las deudas y los impagos, debe conseguir que le devuelvan el suministro eléctrico para poder alquilar su apartamento a un turista, su único medio de vida. Este es el argumento del cortometraje La crisis, co-dirigido por el escritor, periodista y crítico de cine de El Cultural Juan Sardà y el cineasta Pedro Aguilera (Demonio tus ojos), que tiene su estreno internacional este miércoles en la Sección Oficial de la 32 edición de la Semana de Cine de Medina del Campo.

Francesco Carril (La reconquista), Fernando Tielve (El espinazo del diablo), Antonio Meléndez Peso y Carlos Bravo interpretan a los personajes de una historia que retrata a varias generaciones y que reflexiona sobre la estrecha relación que se produce entre la pobreza y la violencia. "Lo que más me atrajo del proyecto fue el guion", comenta Carril. "Me gustó la historia y como estaba contada. La experiencia que atraviesa Alonso por desgracia es una situación habitual que todos en mayor o menor medida conocemos de cerca. Aunque pueda parecerlo, yo no creo que sea un personaje antipático. Simplemente está intentando hacer las cosas de la mejor forma posible, pero la lucha por la supervivencia saca lo mejor y lo peor de cada uno".

La crisis acaba siendo una película sobre héroes contemporáneos que luchan por sobrevivir en un mundo hostil y despiadado. "Cuando se habla de 'la crisis' parece que nos referimos a algo abstracto o a un fenómeno económico", explica Sardà. "Nosotros hemos querido reflejar lo que ha significado, y sigue significando, esa crisis para millones de personas. Cuando se habla de pobreza o de problemas económicos muchas veces lo asociamos con personas marginales o de entornos desfavorecidos. Quiero hablar de una "nueva pobreza" en la que las víctimas son personas que antes pertenecían a la clase media. Profesionales, jóvenes y no tan jóvenes, personas con estudios universitarios que se ven abocadas a una gran precariedad".

"'La pobreza es violencia', ese es el axioma que me transmitió Juan Sardà", recuerda Pedro Aguilera. "Efectivamente, Alonso, el protagonista de esta historia, es un arquitecto con preparación y capacidad, pero el contexto no le permite respirar. Como Alonso, yo tampoco pude respirar durante un tiempo en este país, y por eso me siento reconocido en Alonso, como creo que mucha gente de mi generación lo puede estar también. Como decía Ortega y Gasset, yo soy yo y mis circunstancias y lamentablemente las circunstancias de Alonso en ese Madrid del 2013 no son las más propicias para avanzar y encontrar un aire no viciado".

Además de contar con un atractivo reparto, el filme ha reunido a un selecto grupo de profesionales, a la altura su enigmático y sorprendente guion: Oscar Durán (La soledad; Un verano en Brooklyn) ha estado a cargo de la dirección de fotografía, Alex Marais (Pieles) del diseño sonoro y Juan Antonio Frías Cano de la creación del vestuario. "Siempre he querido rodar una película y esta experiencia ha sido fantástica en todos los sentidos", explica Sardà. "El cine es un trabajo muy complejo que requiere mucha concentración y determinación y a la vez te da muchas posibilidades creativas. Después de pasar buena parte de mi carrera profesional escribiendo sobre cine, por momentos tenía la impresión de que estaba pasando de la teoría a la práctica porque he intentado plasmar mi forma de ver el cine. Hemos buscado un cine sensorial, emocional, pero también con contenido político y social".