Image: Otro big bang en la Galaxia

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Cine

Otro big bang en la Galaxia

8 diciembre, 2017 01:00

Daisy Ridley y Mark Hamill en el Episodio VIII de Star Wars

Los fans de la Guerra de las Galaxias podrán reencontrarse, a partir del 15 de diciembre, con Luke Skywalker en Star Wars: Episodio VIII - Los últimos Jedi. Rian Johnson, designado ya por Disney para levantar una nueva trilogía, dirige ahora una entrega que se presenta más oscura, tan cercana a Wagner como a Flash Gordon.

Después del agradable retorno a las raíces que supuso Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza, su artífice J. J. Abrams y la nueva propietaria de la saga, Disney, han decidido pasar el testigo a un realizador bien probado, Rian Johnson, a quien descubrimos con la sorprendente Brick, confirmándose con títulos interesantes pero irregulares como Los hermanos Bloom y Looper. Con el alma en vilo, los seguidores del fenómeno creado por George Lucas hace la friolera de cuarenta años, han inundado las redes sociales con todo tipo de especulaciones, acosando al director hasta conseguir que éste confirmara su intención de mantener el tono de la anterior entrega, respetando el universo original pero prometiendo innovar un marco galáctico que debe adaptarse a los nuevos tiempos.

Adiós y gracias por el pescado

Por primera vez en la saga la acción de una entrega comienza directamente donde acabara la anterior y no años después. Episodio VIII sigue las aventuras de Rey, Finn y los demás a partir del encuentro con el mítico Luke Skywalker, retirado y reticente maestro Jedi. Por cierto que Mark Hamill no se ha mostrado especialmente contento con el tratamiento que recibe su personaje... Pese a lo cual decidió interpretarlo en cuerpo y alma. Al fin y al cabo, le hicieron una oferta que no pudo rechazar. De lo que no cabe duda es de que habrá un antes y un después de este episodio marcado por la ausencia de personajes consustanciales a la saga. La muerte de Carrie Fisher convierte ésta en su última aparición, justo después de que su pareja de ficción, Han Solo, fuera asesinada por su propio hijo, Kylo Renn, en la entrega anterior, con lo que tanto Leia como el personaje que hiciera popular Harrison Ford (¿o fue a la inversa?) hacen definitivamente mutis por el foro galáctico. Para compensar, el plantel se abre a un aumento de caracteres femeninos surgidos de todas las esquinas de la galaxia, interpretados por Lupita Nyong'o, Gwendoline Christie, Kelly Marie Tran o la veterana Laura Dern, a quienes se suma el no menos veterano -y latino- Benicio del Toro, quien tras Guardianes de la Galaxia parece haberle cogido el gusto al género. Unos van... y otras vienen.

Galaxias en expansión

Esto responde no sólo al nuevo espíritu del Hollywood actual, sino también al confeso deseo del director de conducir la saga a nuevos escenarios y personajes. De hecho, tras el Episodio IX que dirigirá de nuevo J.J. Abrams, Johnson va a ser el encargado de construir una nueva trilogía que supondrá el punto final a muchos conceptos de la serie para buscar nuevos horizontes. Su intención es separar las futuras películas de los episodios protagonizados por los Skywalker para "introducir nuevos personajes desde una esquina de la galaxia que Star Wars no había explorado antes".

Chewbacca y un porg en el Halcón Milenario

Como alumno aventajado de Lucas, Johnson ha encontrado inspiración para Los últimos Jedi en clásicos del cine bélico y de aventuras como Almas en la hoguera de Henry King, Gunga Din de George Stevens o El puente sobre el río Kwai de David Lean, pero también en títulos exóticos como Sanbiki no samurai, de Hideo Gosha (no olvidemos que Lucas se inspiró a su vez en La fortaleza escondida de Akira Kurosawa) o Neotpravlennoe pismo del ruso Mikhail Kalatazov, que hizo ver a todo su equipo.

Johnson ha asumido el riesgo de rodar la hasta ahora -y esperemos hasta nunca- más larga entrega de Star Wars: dos horas y media de aventuras galácticas, que pondrán a prueba sin duda la paciencia de quienes no sean fans.

Desde el espacio con humor Uno de los aspectos que Johnson ha decidido potenciar al tomar el nuevo mando galáctico es el del sentido del humor y la aventura. Aunque sigue presente el romance, no soporta el mismo peso que tuviera la historia de amor entre Leia y Han Solo en la trilogía original. En una vuelta a las fuentes, su nuevo director asegura que esta entrega "es muy divertida. Los trailers han sido muy oscuros, y la película lo es en parte, pero también he hecho un esfuerzo consciente por montar una buena jarana. Quiero que tenga todos los matices que asocio a Star Wars, que no es sólo el rollo Wagner. También es Flash Gordon".

A este espíritu más lúdico contribuyen también no sólo los robots habituales sino unos recién llegados que están conquistando a todos los freaks: los porgs, aves marinas de ojos enormes, inspiradas en los frailecillos, que a pesar de su entrañable aspecto pueden convertirse en una pesadilla, aunque su destino obvio es transformarse en nueva fuente de ingresos para la Disney. En palabras de Pablo Hidalgo, creativo del Lucasfilm Story Group: "Los porgs son guapos. Te caes dentro de esos ojos enormes y conmovedores, creo que un montón de gente va a querer un porg como mascota". Seguro que estarán presentes en los regalos navideños, y no será raro que aparezcan en más de un Belén.

Para bien o para mal, la nueva trilogía tendrá ocupado a Rian Johnson los próximos años, otro talento más que ha hipotecado su creatividad al diablo de las franquicias hollywoodienses, como ya hicieran antes Raimi, Jackson o Nolan, para alegría de freaks... y empobrecimiento del cine del nuevo siglo. Pero esta Navidad, quien vuelve a casa no es el turrón sino Luke Skywalker.