Image: Blade Runner 2049,  demasiado humano

Image: Blade Runner 2049, demasiado humano

Cine

Blade Runner 2049, demasiado humano

6 octubre, 2017 02:00

Ryan Gosling en Blade Runner

¿Cuáles son las claves del mundo replicante? El impacto de Blade Runner 2049, de Denis Villeneuve, nos pone a los pies de un universo que cambió para siempre la cultura de finales del siglo XX y los esquemas del nuevo milenio. Harrison Ford y Ryan Gosling encabezan esta entrega, que se adapta a los nuevos tiempos.

Orígenes

Todo parte de la novela de Philip K. Dick, escritor de ciencia ficción de culto, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968), combinada con un título secuestrado a William Burroughs (Blade Runner). Lo cierto es que el verdadero origen del filme de Ridley Scott está en la estética y conceptos de la mítica y seminal revista de cómic francesa Métal Hurlant. Blade Runner es hija bastarda del Dune que nunca se hizo de Jodorowsky, pero cuyo equipo artístico dio a luz Alien e influyó decisivamente en la siguiente incursión de Scott en el género. Véase la historieta The Long Tomorrow, con guión de Dan O'Bannon y dibujos de Moebius (Jean Giraud), mezcla de noir y ciencia ficción, cuya primera plancha está detrás de los majestuosos planos que abren Blade Runner.

Impactos

Incomprendida por muchos, sin embargo Blade Runner causó el impacto de un meteorito, encarnando el espíritu posmoderno de su tiempo. El genio visual de Scott, combinado con la sencillez arquetípica de trama y personajes, más una cierta carga de profundidad filosófica, conmovió no sólo el mundo del cine, también en la moda, el diseño, la arquitectura... Resultados inmediatos: el ciberpunk, los neorrománticos, el manga, el anime de cienca ficción, el retrofuturismo. La realidad misma se dedicó a replicar a Blade Runner.

Herencias

Prácticamente todo el moderno cine de ciencia ficción existe bajo el influjo de Blade Runner. No sólo las distopías que han proliferado en las últimas décadas, también ha contaminado sagas tan distintas como Star Wars o la del Batman de Nolan. No podemos imaginar ningún futuro próximo en el que no asomen la lluvia omnipresente y ácida, los claroscuros tenebristas y la mezcla de razas, vestuarios y tendencias estéticas que caracterizan el filme de Scott, además de su profética obsesión por la biogenética y la catástrofe ecológica. El único fenómeno socio-estético del género en el siglo XXI hasta ahora, la saga de Matrix, no existiría sin el precedente de Blade Runner.

Réplicas

Consciente del estatus de filme mítico y obra seminal que adquiría Blade Runner con los años, para desesperación de los críticos que la infravaloraran en su momento y que hoy donde dijeron digo dicen diego, Ridley Scott se dedicó durante décadas a vivir del invento, resucitando su obra maestra a base de nuevos montajes que replicaban el momento original a escala menor, para fans y obsesos de la película. Así llegaron las seis versiones diferentes de Blade Runer, estrenado el director's cut a bombo y platillo, reunidas finalmente en una edición de lujo en DVD y Blu-ray, objeto de coleccionismo y polémica: ¿cuál es la verdadera Blade Runner ahora? ¿La de su estreno o la remontada por Scott? Habría que inventar un test Voight-Kampff para aplicárselo.

Secuelas

Harrison Ford en la película

Durante años, los rumores de una secuela angustiaron a los fans. No es que Scott no lo intentara, pero diferentes avatares se lo impidieron: la negativa de las estrellas originales a participar, guiones insatisfactorios, nuevos proyectos de por medio -Blade Runner 2049 no la dirige Scott porque se decantó por Alien Covenant- y quizá la inseguridad del propio realizador. Hasta hoy, las únicas secuelas cinematográficas no oficiales de Blade Runner eran dos producciones de Serie B: Soldier (1998), escrita por David Peoples, y Androide (1982) de Aaron Lipstadt. Finalmente, después del intento fallido de crear una webserie con su hermano Tony, Scott se ha sentido seguro para abordar, 35 años después, una continuación a lo grande, contando con la colaboración de uno de los guionistas originales, Hampton Fancher, la participación de Harrison Ford retomando su (literalmente) viejo personaje de Rick Deckard, y eligiendo al canadiense Denis Villeneuve para orquestarlo todo.

Detalle poco conocido: el hermano de Denis Villeneuve, Martin, es también dibujante de cómics de ciencia ficción y director del filme Mars et Avril donde colabora como diseñador de producción François Schuiten, artista de Métal Hurlant. Por otro lado, la idea de recuperar el tono entre noir y futurista del original añadiendo un toque más apocalíptico y surreal parece haber funcionado estéticamente de forma soberbia, sin que por ello falten ni una mayor dosis de acción ni el romanticismo asociado al cine negro del que surge la propia idea de Blade Runner.

Villeneuve ha dejado clara su postura de no llevar, sin embargo, la espectacularidad hacia el terreno excesivo y banal de los superhéroes estilo Marvel, así como de mantener el aura de misterio que ha rodeado siempre a los personajes. Al veterano Ford, resolviendo -o no- las dudas sembradas hace más de treinta años acerca de su naturaleza humana o replicante, se suman ahora un Ryan Gosling que emula la búsqueda casi existencial del viejo Rick Deckard y un impresionante Jared Leto como supervillano, quizá el eslabón más débil e innecesario de la nueva trama, donde al contrario que en el filme original, en el que se trataba sólo del destino de los protagonistas, se juega ahora el destino final de la humanidad, con la vena mesiánica un tanto hipertrofiada de las superproducciones de ciencia ficción del Hollywood actual.

Franquicias

Tras el estreno de Blade Runner 2049 ¿convertirá Ridley Scott el universo replicante en una franquicia estilo Alien? El hecho de que la película se acompañe de tres cortometrajes situados en el mismo escenario (dos de ellos, dirigidos por Jake Scott, ya pueden verse en YouTube) y de que el director de anime japonés Shinichiro Watanabe, creador de la popular saga Cowboy Bebop, esté realizando un corto titulado Blade Runner: Black Out 2022, que rellenaría los huecos entre el filme original y el actual, parece indicar que vamos a tener Blade Runner para rato.