Image: Jorge Sanz: Tiempo es un triple salto mortal para mí

Image: Jorge Sanz: "Tiempo es un triple salto mortal para mí"

Cine

Jorge Sanz: "Tiempo es un triple salto mortal para mí"

13 diciembre, 2016 01:00

Jorge Sanz en Tiempo

El actor acomete sobre las tablas del Teatro Cofidis Alcázar un agridulce monólogo titulado Tiempo, que dirige Ramón Fontserè y ha escrito Quim Masferrer de Teatro de Guerrilla.

¿Qué ocurre cuando a una persona le comunican que le quedan 90 minutos de vida? Esta es la premisa con la que arranca Tiempo, un monólogo escrito por Quim Masferrer de la compañía Teatro de Guerrilla y dirigido Ramón Fontserè con el que Jorge Sanz (Madrid, 1969) se sube a las tablas del Teatro Cofidis Alcázar cada lunes hasta el 28 de marzo (además hay una función extra el martes 13 de diciembre). El actor, que se encuentra ultimando los preparativos para una nueva entrega de ¿Qué fue de Jorge Sanz?, se enfrenta a una hora y media de la más auténtica y plena libertad, la que experimenta su personaje una vez que le dan la funesta noticia. Y lo hace con la única compañía de un cronómetro y una silla de ruedas. Todo un "triple salto mortal" para un Jorge Sanz con ganas de afrontar retos.

Pregunta.- ¿Cómo le llegó esta obra a las manos?
Respuesta.- La obra es un texto de Quim Masferrer que él mismo había interpretado bajo la dirección de Ramón Fontserè en Cataluña. Cuando desde el Teatro de Guerrilla decidieron llevarlo a Madrid fue el maestro Fontserè quién pensó que el papel me encajaba totalmente.

P.- ¿Cuál fue su opinión cuando leyó la obra?
R.- Me pareció la bomba. Es un texto maravilloso, redondo, de vanguardia… Como todos los que salen de la compañía Teatro de Guerrilla, que siempre son buenísimos. Además Ramón Fontserè le ha dado una teatralidad alucinante. Ahí está la mezcla de Teatro de Guerrilla y Els Joglars y yo soy el aglutinador. Es como la fórmula de la pólvora.

P.- ¿Qué retos le planteaba esta obra que nunca antes hubiera afrontado sobre el escenario?
R.- Es una obra rara. No hay cuarta pared, ni decorado. Estoy yo con el público, a pelo, en una silla de ruedas y en pijama. Son 90 minutos solo sobre el escenario y esto era un reto que me sonaba muy bien. Después es una tragicomedia muy divertida, pero no deja de ser una tragicomedia. La gente se ríe muchísimo pero también se emociona, que es algo a lo que no estoy muy acostumbrado en teatro. Por tanto, para mí todo esto era como un triple salto mortal y además sin red.

P.- La obra es un monologo de un hombre al que le dicen que le quedan 90 minutos de vida. ¿Qué hay a un nivel más subterráneo?
R.- El personaje arranca con la obra explicando que le acaban de anunciar que le quedan 90 minutos de vida, por lo que hay pocas cosas que le importen en ese momento. "Denúncienme si quieren que en una hora voy a estar muerto", le dice al público. Pero poco a poco va reflexionando sobre esa realidad, que le queda muy poco tiempo. La obra inevitablemente aborda temas como la muerte, el tiempo, la vida… Esta función toca muchos sentimientos y es muy bonita. Ves cómo la gente se ríe, pero después te preguntas: ¿de qué me estoy riendo?

P.- ¿Por qué aun en temas tan trágicos hay espacio para el sentido del humor?
R.- El sentido del humor es necesario en todos los aspectos de la vida, sino se te va a hacer todo muy largo. Con sentido del humor por lo menos pasas bien por la vida.

P.- ¿Qué sentimientos afloran cuando una personada está desahuciada?
R.- Hay algunos pasos que son de manual: primero está la incredulidad, luego la pena… Pero sobre todo aflora la sinceridad. Hablo en primera persona al público y no hay tema que no pase por mis manos. Soy de la teoría de que se puede hablar de todo siempre y cuando te mantengas dentro de los márgenes que establece la buena educación. Tu libertad normalmente acaba donde empieza la de los demás.

P.- ¿Cómo es estar bajo la presión del cronómetro sobre el escenario?
R.- Forma parte de la obra, esa no es la mayor presión que tengo. Estamos hablando de un espectáculo que trata de no ser un espectáculo y que precisamente por ello se convierte en un gran espectáculo.

P.- ¿Ha tenido que estrechar su relación con la silla de ruedas?
R.- No sabes hasta qué punto. De hecho fui trendic topic en twitter porque un reportero que estaba cubriendo una intervención de los Mossos d'Escuadra en directo en Barcelona se topó conmigo en silla de ruedas por la calle y se despidió diciendo "Nada más que queda el actor Jorge Sanz en silla de ruedas y no sabemos por qué". Llevo meses practicando con ella, esta función no sale de un día para otro. De hecho fui a ver a Quim varias veces. En esta obra hago cosas que no había hecho nunca antes y por eso para mí es como un sueño hecho realidad.

@JavierYusteTosi