Image: Romanticismo y violencia en el salvaje Oeste

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Cine

Romanticismo y violencia en el salvaje Oeste

16 octubre, 2015 02:00

Fotograma de Slow West de John McLean

El músico londinense John McLean debuta en el cine con Slow West, un western realizado por europeos

Debut en el largometraje del músico londinense John MacLean, que en nuestro país alcanzó una cierta notoriedad la década pasada al frente de The Beta Band, y con Michael Fassbender como protagonista, productor y emblema del proyecto, Slow West es un western realizado por europeos que nos cuenta una historia a la vez sencilla y conmovedora en el que el género es abordado desde el romanticismo, la violencia e incluso desde una cierta visión metafórica en la que el viejo y salvaje Oeste se convierte en una alegoría sobre la propia supervivencia y maduración aunque en este caso haya muchos muertos de por medio.

El filme parte de una figura arquetípicamente decimonónica, un adolescente de 19 años (Kodi Smit-McPhee) de origen aristocrático y carácter soñador y romántico que bien podría ser un Werther escocés enamorado de una plebeya. Por una serie de malas casualidades, la joven debe huir a Estados Unidos huyendo de la justicia y el doncel parte en busca de ella. En pleno Oeste, el joven noble se encontrará con un mundo sanguinario en el que los colonos blancos se dedican a aniquilar a los indios (a los que llaman "salvajes") y donde los forajidos campan y matan por doquier.

Perdido en medio de la jungla y buscando desesperadamente a su amada, el joven se encuentra con Michael Fassbender, un pistolero buscavidas de apariencia dura y buen corazón que se propone ayudarlo con la secreta intención de que le conduzca hasta a su amada, por cuya cabeza pesa una recompensa. A partir de aquí, MacLean construye un western con truhanes y gañanes y héroes insospechados a lo Peckinpah en el que el Oeste también tiene algo de lugar metafísico como lo haría un Malick. Una combinación que al mismo tiempo que refleja el mito del Oeste también quiere ser fiel a la realidad de su salvajismo.

Construida a partir de situaciones de violencia a lo Tarantino, aunque narradas con un tempo y un ritmo que nada tiene que ver, en la que un grupo de personajes armados se debaten sobre quién disparará o morirá primero, Slow West acierta al confrontar el mundo lírico de las ensoñaciones del mozo enamorado, una especie de John Keats, con la rudeza de Fassbender gracias a unos diálogos ingeniosos y bien hilados que por momentos pueden ser hilarantes. Tiene el filme un quiebro final que subraya su pesimismo y romanticismo y al mismo tiempo surge casi como una ironía sobre el destino. En esa pareja de cowboys, la lección la acaba aprendiendo quien menos uno se lo espera.

@juansarda