Image: Desmontando el talento

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Cine

Desmontando el talento

Juan Antonio Bayona y Sergio Peris-Mencheta fueron los invitados del encuentro Friends of Talent celebrado ayer en la Fundación Telefónica

6 febrero, 2013 01:00

Juan Antonio Bayona y Sergio Peris-Mencheta. Foto: Fundación Telefónica

A Juan Antonio Bayona y a Sergio Peris-Mencheta no les gusta la palabra "talento". Ni "éxito". Ni "cine español". Pertenecientes a la generación de la democracia (ambos nacieron en 1975), una generación contestataria, ayer acudieron al encuentro Friends of Talent que organizó la Fundación Telefónica dispuestos a desmontar estos tópicos. Con la sala a rebosar e incluso las escaleras ocupadas, intentaron transmitir a su joven auditorio su visión y su amor por la profesión. Las presentaciones sobraban, aunque los dos ponentes no se conocían todavía. Bayona, director de Lo imposible, el fenómeno taquillero del año y nominado a los premios Goya. Peris-Mencheta, actor y director teatral, que desde sus inicios en Al salir de clase se ha labrado una carrera en cine, televisión y teatro que le ha conducido hasta la escenificación de Tempestad, adaptación del clásico de Shakespeare.

A Bayona, el cine le ha acompañado desde el comienzo. De hecho, cuenta que su primer recuerdo es el plano de una película. "Tener talento no es algo con lo que se vive día a día". Es una expresión que le va grande, se disculpa, y asegura que se la cuestiona todo el rato para llegar a hacer algo mejor. Porque cuando se alcanza la cima, cuando la presión de la última película es tan fuerte que acaba por empujar a considerar por encima de todo lo que pensará la gente del próximo proyecto, es cuando la creación se vuelve "bastarda". Al final, todo se reduce a un único factor: el amor por lo que se hace. Y una retribución es más fuerte que todos los premios y la recaudación: que las personas en las que se basa la película "te den un abrazo el último día de rodaje y te digan que se sienten un poco más curados".

Peris-Mencheta se revuelve contra el concepto de talento. Prefiere llamarlo genio, aquello que tiene que ver con lo que se necesita contar. Igual que a Bayona, de padre pintor, la vocación de actor no le viene en los genes. Mientras su padre se empeñaba en que valía para arquitecto o abogado, se apuntó al grupo de teatro de la universidad "por hormonas", es decir, por una chica. Y desde ahí, televisión, cine y teatro. Antes de la charla, atiende a El Cultural desde Pamplona, donde está dirigiendo Un trozo invisible de este mundo, con Juan Diego Botto y Astrid Jones. A pesar de los 13 puntos en la subida del IVA, el teatro está lleno. Peris-Mencheta afronta los tiempos difíciles con entereza y optimismo. "La crisis es el momento de reinventarse, de hacer teatro que obligue a trabajar también al espectador. La mitad del trabajo la hace en que está sentado en la butaca, y ahora toca reflexionar y salir a la calle, no sólo perder la fuerza por la boca en las redes sociales".

Lo cierto es que, en el momento de la verdad, el talento no es lo más importante. "Tiene mucho que ver con la suerte", explica Peris-Mencheta. "Yo no me considero talentoso, sino currante. Conozco a gente que nunca ha pisado una escuela de interpretación y tiene un talento descomunal. No formo parte de ese pool, con Juan Diego Botto, Javier Bardem o Pilar López de Ayala. Pero tengo condiciones que juegan a favor". Bayona apunta "hay que saber cuál es tu talento, y sobre todo nunca plantearse la derrota". Porque el éxito es otra palabra que rechina en los oídos de los dos directores. Esa visión americana, que hermana triunfo con fracaso, no ayuda a la creatividad. "El éxito está al final del camino, es una lucecita a la que nunca vas a llegar". ¿Qué aconsejan? Disfrutar del viaje.

En cuanto a la situación del cine español, ¿qué es el cine español?, se preguntan. "No sabemos ni lo que es España. El cine español no existe. No es un género, son individuos. El cine es un proceso de realización personal", dice Bayona. A pesar de que se habían propuesto no hablar de la piratería, la conversación deriva en varias ocasiones hacia un tema que preocupa profundamente a ambos. Para Bayona, es un ataque a la cultura, al amor a la cultura, y un síntoma de que no se valora lo suficiente. Lo imposible, dice Peris-Mencheta, supone al menos un respiro, necesario para tomar fuerzas ante la reunión hoy del ICAA con el Gobierno para debatir sobre una nueva ley del cine.