Image: Metafísica, milagros y cabaret

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Cine

Metafísica, milagros y cabaret

Lo mejor de 2011: Cine internacional

30 diciembre, 2011 01:00

Fotograma de El árbol de la vida, de Terrence Malick

Sumario: Lo mejor del año

El apartado internacional nos ha dado muchas caras. Destaca especialmente la trascendental obra de Terrence Malick El árbol de la vida, la mejor según nuestros críticos. Raúl Ruiz, Winding Refn, Kaurismäki y Amalric dieron gran nivel a 2011.

El árbol de la vida

Director: Terrence Malick

Actores: Brad Pitt, Sean Penn, Jessica Chastain

Cruel dilema el que propone Terrence Malick en El árbol de la vida, una fisura que divide al mundo entre los dominios de la razón y del sentimiento, entre la entrega a una fe ciega o la sumisión al dictamen de las entrópicas leyes de la naturaleza. Hay que tener valor, incluso estar un poco loco, para querer plasmar en imágenes algo parecido a una respuesta a la cruzada existencial que rige la vida de todo hombre: primero porque dicha empresa es imposible -de ahí, supongo, que la película sea imperfecta, lo que posiblemente la hace aún mejor- y, segundo, porque cualquier posicionamiento será susceptible de ser atacado.

Malick desde luego cree en Dios, pero sobre todo cree en el cine. El montaje de El árbol de la vida no bebe de ninguna realidad tangible, sino de los propios mecanismos del cine: el clásico y el moderno, puesto que Malick los hace chocar con una fiereza subyugante en la parte central de la cinta, donde retrata una tragedia en el hogar de una familia americana de los años cincuenta. Es una narrativa conformada a través de las brumas de los recuerdos (la voz en off imperante es la del joven de la casa, ya mayor, que rememora su infancia), de ahí esos huecos a rellenar, esas ausencias voluntarias que el dolor trata de ocultar. David Lynch lo hizo con los sueños y las fugas, Willam Faulkner lo hizo con los personajes mentalmente escindidos. Malick, por el contrario, se nutre de lo que narra: es la propia naturaleza de la vida la que ha hecho que esos recuerdos sean esquivos e incompletos, olvidados en el tiempo y el espacio. Seguramente, de lo más ambicioso que jamás haya filmado ningún cineasta.

Misterios de Lisboa

Director: Raúl Ruiz

Actores: Léa Seydoux, Melvil Poupaud, Clotilde Hesme

Raúl Ruiz, el director más importante en la historia del cine chileno, fue premiado en el Festival de San Sebastián con una película de más de cuatro horas cuyo vertiginoso ritmo nunca decae. Misterios de Lisboa rescata la vigencia del folletín decimonónico en el cine moderno y es capaz de aunar la grandeza del cine, la corporeidad del teatro y la expansión narrativa de la televisión.

En esta monumental entrega, adaptación de la popular novela de Camilo Castelo Branco, Ruiz sintetiza las artes de la representación escénica. Un cura heterodoxo, una condesa celosa, un aristócrata camaleónico y un joven huérfano. Portugal, Francia, Italia y Brasil. El material sentimental del folletín, todo su tormentoso caudal de pasiones y maquinaciones, se congrega sin complejos en esta película. Las múltiples historias, centrífugas y superpuestas, como si fueran cajas chinas, se disparan a un ritmo vertiginoso, impidiendo así, en un ejercicio de maestría rítmica, que el interés del espectador desfallezca a lo largo de los 272 minutos de la película, extraídos a su vez de una miniserie televisiva de seis episodios de una hora. Raúl Ruiz nos trajo en 2011 un filme tan pegado al clasicismo como a la experimentación narrativa.

Drive

Director: Nicolas Winding Refn

Actores: Ryan Gosling, Carey Mulligan, Albert Brooks

El final de año acaba de traer una película con altas dosis de fascinación. Desde su estreno en Cannes -que premió a su director-, Drive ha conquistado los gustos de especialistas y aficionados convirtiéndose en un verdadero fenómeno de culto que aglutina todo tipo de entusiasmos. Ryan Gosling, habitando casi todos los planos del filme, atraviesa esta fábula mortalmente melancólica con el laconismo propio de la tradición heroica moldeada por Clint Eastwood y Steve McQueen, pero también con la del silencioso samurái de Jean-Pierre Melville y Alain Delon.

Como Quentin Tarantino, el director danés ha sabido procesar los discursos de la violencia cinemática con una sensibilidad extremadamente pop, al tiempo que regurgita con sus imágenes lecciones de cineastas que van de Robert Bresson a Jim Jarmusch, proyectándose en el linaje de machos-alfa norteamericanos: Sam Fuller, Nicholas Ray, Arthur Penn, John Huston, Clint Eastwood o Abel Ferrara. Pero Drive no es un cóctel posmoderno sobre la naturaleza trágica del héroe actual, ni otro thriller noir enfebrecidamente nostálgico. La singularidad de su tono, el talento y el carisma de Winding Refn descansan en una depuración emocional y narrativa en clave geométrica y en una bella y penetrante caligrafía estética propulsada por la atmósfera retro-ochentera de su banda sonora.

El Havre

Director: Aki Kaurismäki

Actores: Kati Outinen, Jean-Pierre Darroussin

El Havre desafía todas las comodidades y rutinas del ejercicio crítico. Segundo filme que Aki Kaurismäki rueda en Francia, el finlandés recupera aquí al personaje protagonista de La vida de bohemia (1991), Marcel Marx (Andre Wilms), para colocarlo en el centro de una fábula hilarante, mágica y conmovedora en torno al imperecedero drama de la inmigración europea. El director finlandés lleva toda su carrera (una de las más singulares y extraordinarias de los últimos treinta años) redimiendo con humanismo y humor inimitables (a pesar de todos sus imitadores) las vidas de aquellos que no poseen más que esperanza en sus bolsillos. Con El Havre encuentra la emoción sin retórica discursiva alguna, sin asomo de sentimentalismo, con una extraordinaria pureza expresiva que apela al seco laconismo narrativo y a la radical depuración formal. Con su identificable media sonrisa, entre la ironía y el patetismo, Kaurismäki celebra la vida en cada plano al tiempo que sumerge la afilada denuncia social.

Tournée

Director: Mathieu Amalric

Actores: Mathieu Amalric, Miranda Colclasure

Tournée es el retrato de un hombre del espectáculo, Joachim Zand, el promotor de una compañía americana de Nuevo Burlesque, caracterizado con enorme verdad por el propio Mathieu Amalric en éste su tercer largometraje detrás de las cámaras (y por el que fue premiado a mejor director en Cannes 2010). Zand conduce a su "familia" de artistas en una gira por pueblos costeros de Francia, mientras trata al mismo tiempo de que no se rompan los lazos con su familia biológica. Un sueño imposible alimenta todo el filme: la ambición de presentar el espectáculo en París. De ahí que Amalric inocule un sentimiento de derrota en la película que cala profundamente en el espectador. Rodada con pulso y energía, con una puesta en escena vigorosa, sublimando los cuerpos y las interpretaciones de auténticas strippers del New Burlesque, Tournée transmite un insobornable aliento de vida, tomando como referencia las abrasivas imágenes del cine de John Cassavetes. Es de hecho el paisaje cinematográfico americano el que gobierna el filme, como si Amalric hubiera tratado de "encontrar" Estados Unidos en Francia.