Una escena de Choque, de Nacho Vigalondo

La 19 Semana de Cine de Medina del Campo, que se inaugura mañana, acoge en su sección oficial 40 cortometrajes que representan los más destacado de la cosecha española 2006. El prestigioso certamen de cortos, además, entregará su Roel de Honor a Manuel Gutiérrez Aragón.

Cumplida la mayoría de edad, la Semana de Cine de Medina del Campo ha acogido durante los últimos dieciocho años lo más granado del cortometraje español, encargándose así de ejercer de filtro de la vasta y creciente producción nacional de cine en corto. Su prestigio ha ido creciendo a medida que lo hacía la dotación de sus premios (especialmente preciada es la ayuda de 18.000 euros que ofrece anualmente a un proyecto de cortometraje), y entre los cortometrajistas productores y directores es, junto a Alcalá de Henares y Almería, el lugar donde uno quiere estar a competición para saber que existe, que es alguien, en el universo de los cortos.

El privilegio se reserva este año para cuarenta de los más de 150 cortometrajes presentados, prácticamente toda la producción nacional, cifra nada desdeñable considerando que el presupuesto medio de un cortometraje en 35 milímetros se sitúa alrededor de los 40.000 euros. Algo, claramente, está pasando en las filas del cine futuro, el cine que ya es y que espera su oportunidad para abrirse paso en la jungla pseudoindustrial (en la que el amiguismo priva generalmente sobre el talento) que es el cine español. Algo está pasando cuando su repercusión llega a Hollywood (vía Nacho Vigalondo, que compite en Medina con su nuevo trabajo, Choque), a Sundance (La ruta natural, de álex Pastor, premio al mejor corto), a Berlín (El cerco, de Ricardo íscar y Nacho Martín, premio al Mejor Corto Europeo), y a Cannes, donde este año Luiso Berdejo, que compite en Medina con La guerra (codirigida con Jorge C. Dorado), ha sido seleccionado para desarrollar su primer largometraje, The Quagmire, en el marco del programa Atelier.

De todo tipo y condición. Una vez que el corto El Castigo, de Isabel Ayguayvives, inaugure mañana el certamen, desfilarán a lo largo de esta semana por las pantallas de la localidad vallisoletana historias de todo tipo y condición, desde las piezas más cortas -3 minutos, Evolive, de Aitor Unzu- a las más largas -25 minutos, Limbo, de Miguel ángel P. Prieto-, en blanco y negro o en color, de género o experimentales, de animación (un total de seis, entre ellas Los gatos de Madrid, del experto en Murnau Luciano Berriatúa, o Home Delivery, de Elio Quiroga), de documental (como la increíble historia de Joe K, dirigido por óscar de Julián, a la sazón director del Festival de Cortos de Almería) y, por supuesto, de ficción, que forman el grueso del concurso con 31 piezas.

No todo serán cortos en Medina. También proyectará más de cincuenta largometrajes repartidos entre la Sección Oficial, La otra mirada (Buenas noches, y buena suerte, de Clooney; Paradise Now, de Hany Abu-Assad, El niño, de los Dardenne, entre otras) y los ciclos dedicados a Mozart y Freud (La flauta mágica de Bergman y Freud, la pasión secreta, de Huston, entre otras). Además, a modo de homenaje, Manuel Gutiérrez Aragón recibirá el Roel de Honor que otros grandes hombres del cine español como Luis G. Berlanga o Elías Querejeta, ya en el ocaso de sus carreras, recibieron en anteriores ediciones.

Al principio de la suya, por oposición, se encuentra Daniel Sánchez Arévalo, experimentado cortometrajista que será reconocido en el marco del festival como el "Director del Siglo XXI", coincidiendo con el estreno en salas españolas (y su presentación en el certamen) de su primer largometraje, AzulOscuroCasiNegro, donde el autor de los cortos Física II, Profilaxis y La culpa del alpinista sigue explorando su particular universo de soledades.