Margarita Salas. Foto: CSIC

Margarita Salas. Foto: CSIC

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In Memoriam: Margarita Salas, la investigadora eterna

Referente en biología molecular, la investigadora y académica asturiana es uno de los nombres más relevante de la historia de los laboratorios españoles.

9 diciembre, 2023 02:15

En 2019, poco antes de notificarse el primer caso de SARS-CoV-2, moría en Madrid la viróloga, bióloga molecular, bioquímica discípula del premio Nobel Severo Ochoa, Margarita Salas Falgueras, mi compañera en el Centro de Biología Molecular (CBM) desde 1983 –institución en cuya creación estuvo implicada–.

Siendo yo estudiante de cuarto de biología, especialidad bioquímica y biología molecular, y casi por casualidad, entré con una pequeña beca en el laboratorio de virología del profesor Luis Carrasco, bajo la dirección del también profesor Manuel Fresno.

Además del propio grupo de Carrasco, varios eran los pilares científicos del CBM, entre los que se encontraban los laboratorios del bacteriófago phi29 de Margarita Salas y el del Virus de la Peste Porcina Africana (VPPA) de su marido Eladio Viñuela. Ambos se reencontraron con quien fuera su director posdoctoral, Severo Ochoa, a partir de 1985, cuando el premio Nobel regresó definitivamente a España, y hasta su fallecimiento el 1 de noviembre de 1993.

Uno de sus primeros descubrimientos fue el de la ADN polimerasa del virus bacteriófago Phi29

Margarita Salas se constituyó en referente para la investigación española en biología molecular; incluso, y según comentó uno de sus discípulos más destacados, Carlos López Otín, fue la investigadora más relevante de la historia de la ciencia española. Era imposible no reparar en ella cuando te la cruzabas en los largos pasillo del antiguo CBM, en la facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid.

Uno de sus descubrimientos fue el de la ADN polimerasa del virus bacteriófago phi29, con una aplicación tan enorme en la biotecnología de las últimas décadas que ha constituido una de las patentes más rentables para el CSIC.

Maragrita Salas

Nació en Canero (Asturias) un 30 de noviembre de 1938 y murió en Madrid el 7 de noviembre de 2019. Bioquímica y bióloga molecular, fue Investigadora del CSIC integrante del equipo fundador del Centro de Biología Molecular (CBM) y de la Sociedad Española de Bioquímica (SEB), además de académica de la RAE (silla i) y directora del Instituto Español (1995-2003).

También destacan sus hallazgos en el departamento científico de la escuela de medicina de la Universidad de Nueva York con Ochoa. Algunos de los mejores biólogos moleculares fueron dirigidos por ella. Además del mencionado Otín, Jesús Ávila (su primer becario), Esteban Domingo, Luis Blanco, Manuel Serrano o María Blasco, entre otros, fueron sus “margaritos”.

Aunque el nombre de Margarita Salas aparece irremediablemente ligado al de Severo Ochoa, durante su tesis doctoral bajo la dirección de otro de los pioneros de la bioquímica española, Alberto Sols, ya formaba parte del grupo embrión de lo que en 1963 se constituiría como la Sociedad Española de Bioquímica (SEB, posteriormente SEBBM), que presidió entre los años 1988 y 1992.

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En definitiva, no se entiende la biología molecular en España, ni la cultura –dirigió el Instituto de España, organismo que agrupa la totalidad de las Reales Academias– sin el prisma o la estela de Margarita. Tampoco el reconocimiento de la mujer investigadora.

Recibió decenas de premios y distinciones dentro y fuera de nuestras fronteras, como, por ejemplo, la Medalla Echegaray, otorgada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, siendo, de hecho, la primera mujer en recibirla.

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Indefectiblemente, año tras año, el “informe del director” del CBMSO tenía una sección fija: la imagen de la profesora Margarita Salas junto a todos los reconocimientos y premios recibidos a lo largo del correspondiente año.

Dicen que no morimos del todo mientras recuerden nuestras obras. Por eso, Margarita Salas es y será eterna. Por lo demás, solo recordar la injusticia de no haberle concedido el Premio Príncipe de Asturias, iniciativa que, siendo asturiana, estoy convencido de que hubiese cumplido uno de sus deseos más profundos.

Nos dejaron

Eladio Viñuela (1937-1999). Ángel Martín Municio (1923-2002). Antonio Fernández-Rañada (1939-2002). Piedad de la Cierva (1913-2007). Neil Armstrong (1930-2012). Stephen Hawking (1942-2018). John Sulston (1942-2018). Eduard Punset (1936-2019). Santiago Grisolía (1923-2022). Bernard Bigot (1950-2022). Juan Modolell (1927-2023). Francisco J. Ayala (1934-2023)...