Image: El VIH, acorralado

Image: El VIH, acorralado

Ciencia

El VIH, acorralado

17 febrero, 2017 01:00

Partículas de VIH infectando una célula T, del sistema defensivo humano. Foto: NIH de EEUU

Científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, desarrollan una vacuna que frena el avance del virus sin necesidad de fármacos antirretrovirales.

Cinco pacientes infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) han logrado que su sistema inmunitario controle el avance del virus durante varias semanas, sin necesidad de tomar fármacos antirretrovirales, gracias a una vacuna terapéutica que permite que su sistema controle el virus por sí solo. Es la primera vez que se consigue controlar de forma terapéutica el avance del virus sin necesidad de otros fármacos, simplemente reeducando el sistema inmunitario de los pacientes, como informa la Agencia SINC.

El novedoso ensayo clínico se ha desarrollado en la ciudad de Barcelona y está dirigido por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa con la colaboración de la Fundación Lucha contra el Sida. Los resultados se presentaron ayer durante la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI, por sus siglas en inglés) celebrada en Seattle (Estados Unidos), la más importante del mundo sobre infección por VIH.

Despertar el virus

El estudio está realizado sobre sujetos que comenzaron el tratamiento durante los primeros seis meses de la infección, lo que se conoce en argot científico como fase de tratamiento precoz. A estos pacientes se les administró la vacuna MVA.HIVconsv, desarrollada por investigadores de la Universidad de Oxford, combinada con un fármaco, la romidepsina, que sirve para despertar el virus dentro del organismo.

La razón para la activación del agente infeccioso es su reservorio viral. Las células infectadas se mantienen en estado latente y no son detectadas por el sistema inmunitario. Es por ello que el tratamiento antirretroviral no se puede interrumpir y, cuando se hace, rebrota al poco tiempo. La única forma de destruirlo es despertarlo primero, despertar esas células latentes, para que el sistema inmunitario actúe después, las detecte y las destruya, una estrategia denominada en inglés kick and kill.

El objetivo prioritario del estudio llevado a cabo por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa es reeducar el sistema inmunitario de los sujetos participantes en el experimento para que actúe como en el caso de los controladores virémicos, personas con VIH que no toman tratamiento y cuya carga viral permanece por debajo de 2.000 copias/ml en sangre.

Optimismo cauteloso

"Es como si se hubiera conseguido, por un lado, debilitar el virus y, por otro, reforzar el sistema inmunitario de los pacientes, de modo que reaccione de forma efectiva ante los intentos del virus de repuntar y haciendo desaparecer de nuevo la carga viral", explica Beatriz Mothe, coordinadora del ensayo e investigadora asociada de IrsiCaixa. Según los resultados presentados en el CROI, de los 15 participantes en el ensayo clínico, solo cinco de ellos han logrado controlar el virus durante periodos de 5, 13, 17, 20 y 27 semanas respectivamente, sin necesidad de fármacos. Habitualmente, los pacientes de VIH que tienen niveles bajos del virus y dejan de tomar el tratamiento antirretroviral, experimentan un efecto de rebrote en el plazo de unas cuatro semanas.

Sin embargo, ocho de ellos han retomado el tratamiento en cuanto se ha detectado un repunte del virus. Otra persona interrumpirá el tratamiento próximamente y hay uno de los participantes que no mostró una respuesta inmunitaria favorable tras la vacuna. "Es la primera vez que un número relevante de participantes en un ensayo clínico se convierten en controladores virémicos después de una intervención terapéutica, ya sea una vacuna o cualquier otra inmunoterapia", añade Mothe. Sin embargo, cabe precisar que aún quedan muchas preguntas por contestar y el ensayo continua en funcionamiento.

"Tenemos que conseguir entender cómo podemos aumentar la eficacia de esta estrategia para que sea efectiva en todos los pacientes, ya sea con vacunas mejores, con ciclos repetidos de dosis inferiores de fármacos reactivadores o con otros productos que están en desarrollo", apunta José Moltó, coinvestigador principal por parte de la Fundación Lucha contra el Sida.

Estudios similares realizados previamente, con otras vacunas y fármacos con infección crónica, no habían conseguido unos resultados tan positivos, y aunque todavía es pronto para cantar victoria, Mothe asegura que hay motivos para ser optimistas: "Por primera vez se demuestra que podemos controlar el virus con una vacuna terapéutica. Es la prueba de que vamos por buen camino".