Stanislavblog por Liz Perales

Más circo y más pan

13 septiembre, 2013 12:50

Acaba de inaugurarse en Ávila el Festival Internacional de Circo de Castilla y León, iniciativa del gobierno autónomo que junto con Titirimundi (Festival de Segovia de teatro de títeres y objetos) y Festival de Teatro de Artes de Calle (Valladolid) suma para su territorio tres de las citas del panorama escénico más singulares de España. Que nazca un Festival así es una buena noticia para los aficionados y artistas de circo, que contarán con una plataforma nueva donde exhibir sus espectáculos.

En España el circo es el hermano pobre de las Artes Escénicas: No sólo es la disciplina escénica a la que menos recursos públicos se le destina (para giras, infraestructura móvil y organización de festivales), sino que cuenta con escasos escenarios estables que permitan a los artistas trabajar y proyectarse. Los artistas de circo por no tener ni siquiera tienen en nuestro país una escuela donde adquirir un grado de profesionalización. Aún así, es tan mágico que sigue siendo uno de los espectáculos preferidos del público.

A finales del siglo XIX se llegaron a contabilizar en España unos cuarenta teatros circos. Sólo han sobrevivido dos de aquellos, el de Albacete y el de Murcia, que fueron restaurados en la década de los 90. Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid levantó un edificio de nueva planta que abrió al público en 2007 y que bautizó como Price en memoria del que un día ocupó la Plaza del Rey. Hoy cobija espectáculos de distinta naturaleza y hasta el momento no ha satisfecho las expectativas de algunos que creímos que albergaría la ansiada Escuela Circense.

Por otro lado, y a pesar de estas dificultades, se estima que existen unos 40 carpas privadas en España (Raluy, Roma, Gran Fele, Gran Circo Americano, de Extremadura…), muchas de los cuales ni siquiera salen de la región o comunidad autónoma de origen o en la que se han instalado. Son en su mayoría empresas familiares, cuyos miembros aprendieron su oficio de sus padres o de su vida en la carpa. Representan al llamado circo tradicional.

Los artistas que vamos a encontrar en Ávila son, sin embargo, de otro pelaje a estos. Se inscriben en la llamada corriente de circo contemporáneo o moderno. Frente al circo tradicional, estos artistas no están tan preocupados por la ejecución y la gran dificultad física de los números que ejercitan. Pretenden una renovación del género.¿Cómo hacerlo? Pues integrando estos números en una cuidada puesta en escena, que permita una adecuada mezcla de poesía, humor, emoción, magia, aventura…

Algunos expertos sitúan en el circo punk que montó Bartabas y los Hermanos Forman a finales de la década de los 70, el Circo Aligre, el inicio del circo moderno. Hoy Bartabas y su circo ecuestre es una de las grandes referencias mundiales y también lo es Francia, cuyos sucesivos gobiernos han impulsado las artes circenses con el desarrollo de escuelas y circos estables por todo el país.

En el otro extremo de esta renovación estarían los circos anglosajones, procedentes de Estados Unidos, Canadá, Australia e Inglaterra y que cuentan con sólidas compañías que han revolucionado el género y de una calidad increíble como Cirque du Soleil,  Les septs doights de la main (extraordinarios, actúan en el Price del 2 al 27 de octubre) o los grupos australianos Circa y Circo Oz.

Así pues, y como era previsible, un gran número de los espectáculos que podrán verse en Ávila proceden del país galo: “KD Production” abre el Festival con un número de funambulismo muy especial, utilizan pértigas gigantes flexibles que colocan a los artistas a 18 metros por encima de las cabezas del público, y también Altitude se inscribe en esta disciplina, con la singularidad de que el ejercicio de equilibrismo está inspirado en un Nosferatu encarnado por Didier Pasquette; el sorprendente circo mecánico Le Museé des Oubliettes o el pequeño quiosko ambulante Kijoscoeur.

El Festival, que se desarrolla por las calles y plazas de la ciudad amurallada tiñéndola con una festivo ambiente, ha desplegado un buen número de barracas de feria (como La cabeza Parlante, en la que se exhibe una cabeza sin cuerpo con todas sus facultades), carpas, carrouseles y fanfarrias, así como espectáculos de clowns. Y ha reservado para los Palacios de Los Verdugo y Bracamonte espectáculos más íntimos como el del duo italiano de malabaristas Nando & Maila, el pequeño Circo de Renato Carolini de Teatro Arbolé, o El circo submarino de Onírica Mecánica.

Image: Frühbeck de Burgos

Frühbeck de Burgos

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