Image: El peso aproximado de Fermín Jiménez Landa
Vista de la exposición
Fermín Jiménez Landa estrena galería en Madrid, Bacelos, con una exposición que indaga, como es habitual en su trabajo, en formas alternativas de desorientación, de deriva situacionista, que al final del camino se transforma en una gesta ridícula. Lobos comiendo M&M's dice que podrían ser.
En los trabajos de Fermín Jiménez Landa (Pamplona, 1979) siempre hay absurdo y, tras él, algo de humor y cierto trato con lo científico. Sus obras son casi experimentos, donde no hay mensajes literales sino actitudes, maneras de ver. El último lo titula Las cuatro estaciones: un vaso de agua con la superficie inclinada 23°, el ángulo de inclinación del eje de rotación de la tierra respecto al plano de su órbita alrededor del sol. Un truco que trastoca lo real a través de lo mínimo, lo insignificante y lo ridículo. Esto se han convertido en sus señas de identidad, que vienen de largo. Estaban ya en uno de sus mejores proyectos, El peso aproximado de Glenn Medeiros en leche desnatada (2006), materializado con tantos botes de leche como kilos del cantante, y que presentó de manera global en Artium. Y están en la pieza que acabamos de ver en ARCO, los confetis ordenados por colores algo ocultos bajo la pequeña mesa del stand de Bacelos, que ahora presenta su primera individual en la sede madrileña de la galería.