Image: José María Cruz Novillo

Image: José María Cruz Novillo

Exposiciones

José María Cruz Novillo

Fugas desde el plano

4 marzo, 2004 01:00

Diafragma Tres 12 Stripes..., 2003

AELE. Puigcerdá, 2. Madrid. hasta el 14 de marzo. de 2.000 a 10.500 euros

El espíritu privativo de esta exposición hace recordar el famoso opúsculo que, al celebrarse el Salón de la Jeune Peinture, publicaron en 1967 Daniel Buren, Oliver Mosset, Michel Parmentier y Niele Toroni, fundadores del grupo BMPT, sobre su propósito de reducir la pintura a unos pocos elementos básicos, sobre todo estructurales, al tiempo que rechazaban las características tradicionales de este arte, concluyendo que "ya que la pintura significa esa pintura que hace referencia al esteticismo, las flores, las mujeres, el erotismo, el ambiente cotidiano, el arte, el dadaísmo, el psicoanálisis, la guerra del Vietnam…, nosotros no somos pintores". José María Cruz Novillo (Cuenca, 1936) tampoco se siente pintor, y mantiene ese mismo interés de reducir el arte a estructuras básicas.

Efectivamente, los "diafragmas" de Cruz Novillo (modelos circulares o cuadrangulares de "obra de arte", divididos en cuatro partes iguales por el cruce de dos ejes perpendiculares) no son pintura -aunque la incluyan-, sino objetos murales cuyos volúmenes desprenden una presencia rotunda, escultórica. Su negación de "lo pictórico" se radicaliza en una serie como ésta, Stripes, realizada en loneta a rayas de colores tintados industrialmente. Pero su objetivo no radica en el reduccionismo, sino en buscar la síntesis entre la máxima complejidad conceptual y la proposición visual más simple. Así, el modelo se somete a una serie compleja de asociaciones, sucesiones y variaciones de espectros de color y juegos de espacio entre sus segmentos, desarrollando los ciclos hasta casi el infinito. Vemos pues al artista adentrarse en bosques cada vez más dilatados, al tiempo que se evidencia cómo su trabajo no se relaciona con esa corriente de abstracción geométrica que va del constructivismo al minimalismo, sino que su raíz es conceptual, y su militancia, estructuralista.

Con todo, la singularidad de la propuesta de Cruz Novillo constituye más una actitud o facultad operativa que una militancia en determinada tendencia. No existe aquí interés en practicar el arte como medio ni aún menos como modo de expresión, sino como vía convincente de presentar la complejidad secuencial de una estructura a través de la relación espacio-tiempo. Esa estructura es la del mundo, y lleva implícita la huida desde el plano hacia la cuarta dimensión, donde el vacío también juega funciones.