Maider López: 'Contours' (2024). Foto: Maider López

Maider López: 'Contours' (2024). Foto: Maider López

Arte

Maider López, profeta en su tierra: San Sebastián le dedica una gran exposición en el ecuador de su carrera

La artista donostiarra expone sus mejores trabajos en dos sedes de su ciudad natal, Tabakalera y Sala Kubo.

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Un acontecimiento artístico inédito en su ciudad de nacimiento constituye la gran retrospectiva dedicada a Maider López (San Sebastián, 1975). Por vez primera, dos relevantes instituciones artísticas, la sala Kubo y Tabakalera, establecen una sinergia para organizar de modo simultáneo una muestra unitaria magnífica, que incluye 25 proyectos que se despliegan desde 2001 a 2025.

Maider López. Ukitu

Tabakalera y Kutxa Fundazioa Kubo. San Sebastián. Comisario: Aimar Arriola. Hasta el 1 de febrero

Se activa de ese modo una cooperación efímera que deviene analogía de la práctica artística y relacional que informa las propuestas y acciones de Maider López. Comisariada por Aimar Arriola, el proyecto se titula Ukitu, una palabra euskera que remite tanto a la acción de tocar como a la de afectar o emocionar.

Precisamente dos de sus acciones, Tocar el Museu, 2024, y Contours, 2024, apelan a esa fenomenología de los sentidos que procura un conocimiento otro de los espacios, arquitecturas o paisajes naturales o urbanos. Además, están también los cuerpos en acción y sus experiencias compartidas.

Esta artista, que se encuentra en el mediodía de su trayectoria, ha logrado un rápido reconocimiento nacional e internacional a través de su presencia en bienales y en centros internacionales prestigiosos. Con la doble reunión de sus proyectos podemos acceder a varios que apenas habían sido mostrados o que son inéditos en nuestro contexto.

Todos ellos tienen como premisa constructiva indagar, de modo genuino, en el anhelo poético, ético y político de dar forma a la idea de vivir juntos, como reconoce en un diálogo con Hans Ulrich Obrist acontecido en el Museo de Bellas de Artes de Bilbao en 2020.

Maider López: 'Mimicking the Birds imicking the waves' (2021). Foto: Maider López

Maider López: 'Mimicking the Birds imicking the waves' (2021). Foto: Maider López

Dice Maider: “Invito a las personas a crear colectividades temporales alterando el espacio público según su manera de vivir en él y relacionarse entre sí”. Expone así una síntesis cabal de su poética y de la importancia que concede a la forma de la acción. Solo mediante la misma emergen experiencias estéticas y significaciones varias.

Desde hace años se inscribe en la herencia de la estética relacional que actualiza un postulado presente en todas las artes: producir comunidad desde la no identidad. Ataskoa, 2005, fue una convocatoria para acudir en coche a una zona rural con carreteras estrechas y así producir una situación anómala: un atasco que migra del contexto urbano al rural.

Sus proyectos tienen como premisa indagar en el anhelo poético, ético y político de dar forma a la idea
de vivir juntos

Una acción irónica que activa comunidades efímeras y un haz de múltiples significaciones críticas. Esa sensibilidad se muestra en un proyecto realizado en Costa Rica, Agua limpia al río, 2024-2025, un acto ingenuo con recipientes diversos unidos, índices de la comunidad plural, que nos invita a reflexionar sobre la crisis ecológica.

Sabido es que la tarea del arte es crear reglas nuevas que instituyen otras poéticas y otros modos de recepción y experiencia. Este propósito es recurrente en López. Quizás se hace manifiesta en varias intervenciones específicas que tienen en común el juego del fútbol: una, Football Field, 2007, en el contexto de la Bienal de Sharjah, provocó una serie de interferencias en el uso del espacio público y una disparidad de asombros estéticos y lúdicos. La otra, Polder Cup, 2010, en los Países Bajos, sucede en un terreno irregular y afectado por inundaciones que impedían la práctica convencional de ese deporte activando desafíos nuevos. Las reglas se modifican en la acción debido a sus condiciones de posibilidad.

Maider López: 'Moving Garden' (2022). Foto: Maider López

Maider López: 'Moving Garden' (2022). Foto: Maider López

La atención a las plantas y bosques se reconoce en otros proyectos inteligentes que ensamblan destellos críticos y estéticos. Por ejemplo, Personaje, 2021: una mujer transportando una planta que realiza el mismo recorrido por Bilbao a la misma hora cada día, a lo largo de todo un mes, suscita una amalgama de interacciones y extrañezas que perturban la experiencia cotidiana. O en el estupendo proyecto Moving Garden, 2022, que documenta una acción multitudinaria: 750 personas caminan por la ciudad portando plantas.

Las tensiones entre lo público y lo doméstico y la vindicación de las plantas en el contexto urbano vendrían a invitarnos a una reflexión nueva. Otras obras de un valor notable serían Archipelago, 2019, una acción fotográfica donde la colectividad surge de la necesidad de autoorganizarse ante las formas cambiantes del agua. Vendría a recordarnos que cada ser humano somos una totalidad fragmentaria, complementaria y en continuo movimiento.

Maider Lopez: 'Tocar el Museu' (2024). Foto: Maider López

Maider Lopez: 'Tocar el Museu' (2024). Foto: Maider López

Mimicking the birds mimicking the waves, 2021, es una videoinstalación donde se muestra un conjunto de personas moviéndose al vaivén de la marea en una playa. Ese intento de adaptación al movimiento del agua nos retrotrae a la experiencia infantil del juego con las olas.

Una lograda investigación define a otro proyecto de interés: Arqueología de la hierba, 2023-2025. Y por referirme a otra fascinante pieza que asombraría al propio Georges Perec: Caja de 120 lápices de colores, 2017-2025, que se muestra ahora por primera vez. Una acción mínima, un trazo diminuto sobre papel en un gesto repetido y diferente que compone un gran mural, hasta agotar la mina de todos los lápices.