Santiago Yahuarcani: 'Tigre rig', 2023. Foto: Juan Pablo Murrugarra

Santiago Yahuarcani: 'Tigre rig', 2023. Foto: Juan Pablo Murrugarra

Arte

Santiago Yahuarcani y Nereyda López, dos artistas indígenas contemporáneos en el Círculo de Bellas Artes

El CBA nos descubre a dos artistas de la Amazonía peruana que se inspiran en los relatos míticos de su pueblo para presentarnos un proyecto familiar. 

Más información: Graciela Iturbide: "El Premio Princesa de Asturias es un reconocimiento para toda la fotografía latinoamericana"

Julia Ramírez-Blanco
Publicada

En las últimas décadas no ha dejado de crecer el interés por el arte de los pueblos originarios. Entre muchos ejemplos, podemos evocar por su carácter reciente la muestra Amazonías. El futuro ancestral, que presentó el CCCB de Barcelona este mismo año.

Santiago Yahuarcani y Nereyda López. Somos raíces

Círculo de bellas artes. Madrid Comisarios: Isabella Lenzi y Rember Yahuarcani. Hasta el 14 de septiembre

Entre los creadores que se convocaron a esa cita estaban Santiago Yahuarcani (1961) y Nereyda López (1963), que hoy protagonizan una exposición monográfica en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Santiago Yahuarcani es miembro del clan de la Garza Blanca del pueblo uitoto y Nereyda López tiene ascendencia tikuna y kukama. Juntos, trabajan en en su casa-taller donde viven a orillas del río Ampiyacú, en la Amazonía peruana.

Su labor la entienden como un proyecto familiar: las historias que cuentan en su arte conectan con el relato de sus ancestros, y tampoco parece casualidad que, junto con Isabella Lenzi, uno de los responsables del comisariado sea su hijo, el también pintor Rember Yahuarcani.

La exposición del Círculo de Bellas Artes recoge un elenco de trabajos de Santiago Yahuarcani que van desde principios de la década de 2000 hasta la actualidad.

Nereyda López: 'Shimimbro', 2024. Foto: Juan Pablo Murrugarra

Nereyda López: 'Shimimbro', 2024. Foto: Juan Pablo Murrugarra

Sus pinturas muestran una evolución en la que el creador comienza representando celebraciones y tradiciones, para después incorporar la plasmación de mitos religiosos y el relato de la historia del pueblo Uitoto.

Impactan las pinturas sobre el genocidio de Putumayo (1879-1930) vinculado a la industria del caucho y a la Peruvian Amazon Company, cuya explotación de mano de obra indígena diezmó a la población, haciendo que los uitoto pasaran de 50.000 miembros a unos 10.000.

El artista utiliza como soporte tejidos vegetales y emplea pigmentos naturales, que también combina con acrílico. Esto parece una metáfora de un trabajo que, si bien está anclado en un contexto local, a menudo se exhibe fuera, mostrándose en eventos internacionales de la talla de la Bienal de Arte de Venecia.

Si las pinturas de Yahuarcani a menudo plasman las historias que le contaba su madre, las esculturas de Nereyda López conectan con los relatos de su bisabuelo, un brujo del pueblo Tikuna. Con fibras naturales, madera, semillas y escamas de pez, López construye los rostros de seres mitológicos con rasgos de mono, pez, tigre o planta.

Familia Yahuarcani. Foto: Monica Newton

Familia Yahuarcani. Foto: Monica Newton

A través de estas piezas, las cosmogonías toman cuerpo pasando a ser presencias físicas en el espacio. Una sala dedicada a estas pequeñas estatuas se convierte en una estancia llena de personajes que nos interpelan, situados en la franja sutil que separa el mundo material de lo trascendente.

Quizás uno de los aspectos más interesantes de esta muestra es cómo las cosmogonías indígenas se combinan con la historicidad de pueblos que han transitado grandes cambios socioeconómicos y han sobrevivido a distintas oleadas de violencia.

La circunstancia concreta y el proceso político se entrelazan con la eternidad que promete el mito. Y entre tanto, la belleza de las imágenes y la inventiva visual añaden capas de disfrute y goce sensorial que funcionan al margen de cualquier discurso.