Imagen | Mona Hatoum: “Aunque mi obra puede parecer apocalíptica, la belleza ejerce de contrapunto”

Imagen | Mona Hatoum: “Aunque mi obra puede parecer apocalíptica, la belleza ejerce de contrapunto”

Arte

Mona Hatoum: “Aunque mi obra puede parecer apocalíptica, la belleza ejerce de contrapunto”

La artista, Premio Julio González 2020, muestra sus trabajos más recientes en el IVAM de Valencia a partir del 16 de abril. Una obra comprometida en la que se cruzan mapas, muebles y jabón

14 abril, 2021 09:05

Hay trabajos de Mona Hatoum (Beirut, 1952) que se han convertido en verdaderos iconos de nuestro tiempo. El globo terráqueo que dibuja con luces de neón los “puntos calientes” del mundo, las pastillas de jabón con las líneas que separan los territorios israelíes y palestinos, el manto de canicas con forma de mapamundi que hace que el suelo que pisamos se tambalee... En todos ellos hay siempre un punto inquietante. El peligro acecha. A pesar de que su nombre se asocia a las grandes citas (Documenta de Kassel, Bienal de Venecia, de Estambul, Tate Modern, Pompidou...), no tiene un estudio especialmente amplio en Londres, donde vive, ni un ejército de asistentes a su cargo. 

Su trabajo se desarrolla en el contexto que marca cada una de sus exposiciones, viaja siempre que puede, pasa tiempo en el lugar, lo "escucha" y se empapa de la cultura autóctona. El estudio se queda para los trabajos más manuales, obras de papel y pequeñas maquetas, y los momentos de mayor reflexión –cuenta la artista– son siempre en soledad. Acude con frecuencia a materiales industriales, de somieres apilados a un biombo XXL con las superficies rugosas de un rayador de queso, que se repiten de forma modular. "Recuerdan –ilustra Hatoum– a los proyectos de los edificios gubernamentales, son un reflejo de los sistemas de vigilancia, de los mecanismos de poder y de control social".

Pregunta. Esculturas, instalaciones, obra sobre papel, pequeños objetos, pelo, ¿qué medio le resulta más atractivo?

Respuesta. Diría que he utilizado prácticamente todos. Comencé en la década de los 80 con performance, vídeo y fotografía, pasando después a la escultura y a la instalación en la década de los 90. Siempre he hecho trabajos sobre papel y piezas más cercanas a la artesanía como tejer con cabello. Últimamente he probado también con la pintura. Una organización de apoyo a los refugiados nos propuso en el primer confinamiento a varios artistas que usáramos acrílico pigmentado con ceniza recolectada en los campos de cultivo quemados de Iraq.

Vista de la exposición con 'Paravent' y 'Daybed' (2008). Foto: Miguel Lorenzo

P. ¿Había trabajado antes con acrílico?

R. No, su textura viscosa me resultó muy estimulante y he seguido probándolo sobre distintas superficies, incluidos lienzos. Puedo trabajar simultáneamente en grandes instalaciones y en dibujos, frottages y piezas pequeñas. También me gusta usar objetos encontrados, utensilios de cocina o muebles para transformarlos en otra cosa. Estoy siempre abierta a la experimentación.

P. Los muebles van siempre asociados a lo doméstico…

R. Sí, me gusta incorporar a mi trabajo esa lectura tan directa. Los muebles forman parte de nuestro imaginario cotidiano y nos hacen pensar en él cuando los vemos en el espacio enrarecido de las salas de exposiciones. Al intervenirlos trastoco su función original –dar confort y apoyo al cuerpo–, e incluso se vuelven peligrosos. Eso nos hace cuestionarnos si nuestro entorno es una fuente de peligro y amenaza.

"Al intervenir los muebles trastoco su función original de dar confort al cuerpo. Se vuelven peligrosos"

Estos conceptos de conflicto y contradicción son constantes en su obra. En la muestra comisariada por José Miguel García Cortés en el IVAM de Valencia, fruto del Premio Julio González concedido a la artista en 2020, pueden verse varios ejemplos, la mayoría de las últimas dos décadas. Entre todos ellos, Mona Hatoum se detiene en Impenetrable (2009) y Hot Spot (2009). "Impenetrable –explica– es un gran cubo hecho con varillas de alambre de púas que están suspendidas del techo de un modo precario, a una distancia de unos 10 cm del suelo. Es una estructura imponente que, sin embargo, parece liviana, flotando como si estuviera levitando. Pero el alambre de púas con el que está hecha tiene connotaciones muy fuertes que asociamos con áreas de movimiento restringido, barricadas, fronteras y zonas de conflicto". 

Una jaula incandescente 

El otro ejemplo sería Hot Spot, "un gran globo en forma de jaula hecho de varillas de acero inoxidable. Su superficie está perfilada con un delicado neón rojo. Resuena un zumbido fascinante que te atrae como una mosca a la luz, mientras que al mismo tiempo avisa de que es una zona peligrosa. La idea que subyace tiene que ver con los 'puntos calientes' que en estos días no se limitan solo a algunas áreas fronterizas problemáticas, el conflicto y el malestar están hoy en todas partes. Y también puede verse como una referencia al calentamiento global".

'Hot Spot III', 2009. Foto: dotgain.com

P. ¿Qué tienen los mapas que vuelve constantemente sobre ellos?

R. Las primeras obras con este motivo surgieron en una estancia de un mes en Jerusalén, en 1996. Algunas de ellas hacían referencia a la situación política local. Present Tense (1996-2011), que también se incluye en la exposición del IVAM, se hizo con 2.200 pastillas de jabón de aceite de oliva de Nablus, una ciudad al norte de Jerusalén. Incrusté pequeñas cuentas de vidrio rojo sobre su superficie para dibujar el mapa de los Acuerdos de Oslo de 1993 entre Israel y Palestina. Los mapas se convirtieron en un tema recurrente en mi trabajo desde entonces. Representan en su mayoría al mundo como un todo, no se concentran en una zona concreta.

P. ¿El material elegido, perecedero, es una metáfora?

R. La pieza fue tomando forma de una manera muy orgánica a partir del acto de recolectar diariamente materiales en un mercadillo camino de la galería. Compré esas pastillas de jabón porque el olor me recordaba a mi infancia. Después descubrí que la suavidad del tacto del jabón proporcionaba un lecho blando en el que podía incrustar las perlas de vidrio. Es posible que de una manera inconsciente eligiera esa superficie porque es un material efímero abocado a su disolución para que, con suerte, todas estas ridículas fronteras desaparecieran con él. A menudo llego a estas reflexiones en el propio proceso de elaboración de las obras e incluso una vez terminadas.

'A Pile of Bricks', 2019. Foto: White Cube / Theo Christelis

P. Se ha apoyado en muchos referentes de la historia del arte, ¿cuáles destacaría?

R. Las referencias históricas han estado siempre presentes en mi obra, especialmente las de mis artistas favoritos: Duchamp y sus juegos conceptuales, los títulos con juegos de palabras y sobre todo su concepto del ready-made. También abundan en mi trabajo las estrategias surrealistas con guiños especiales a Magritte y Meret Oppenheim. El trabajo de Agnes Martin fue y sigue siendo una gran inspiración. La inversión del minimalismo de Eva Hesse, Felix Gonzalez-Torres y su forma de 'contaminar' lo formal y lo bello en el arte con la crítica político-cultural. Hay muchas alusiones a obras de artistas minimalistas o conceptuales como Carl Andre y Sol Lewitt. Y, en mi escultura Socle du Monde, hice una referencia directa a Piero Manzoni tomando el título de una de sus obras. T42, con sus dos tazas de té fusionadas, me recordó a El beso de Brancusi y el título de la instalación Impenetrable es el antónimo del de una serie de obras de Jesús Rafael Soto llamadas Penetrables.

P. ¿Es su obra pesimista?

R. Puede parecerlo. Comienza muchas veces con una visión apocalíptica en mi cabeza, pero al darle forma a esa idea, la belleza de los materiales, el surrealismo y el humor ejercen de contrapunto

"Hot Spot refleja el estado actual del mundo. Los ‘puntos calientes’ no están solo en las fronteras"

P. ¿Podríamos utilizar su instalación Hot Spot para ilustrar el mundo actual? 

R. Hice la primera versión en 2006 en un momento en el que tenía la sensación de que el mundo entero estaba en guerra, que estallaban conflictos sin cesar. En los últimos quince años todo esto parece haberse multiplicado por diez: el cambio climático es ya una realidad palpable cuyas consecuencias sentimos a diario, las guerras continúan, la pandemia se ha convertido en la mayor amenaza para nuestro sustento y nuestra supervivencia. Han estallado protestas de apoyo al Black Lives Matter en todas partes. En las últimas semanas, muchas mujeres han salido a las calles, aquí en Reino Unido, a denunciar la violencia contra ellas. Y cada vez asistimos a más manifestaciones y enfrentamientos en contra de los confinamientos. El mundo está muy agitado, así que sí, se puede decir que Hot Spot refleja su estado actual pero, a pesar de todo, me gusta siempre pensar que hay luz al final del túnel.

@LuisaEspino4