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Dimite el consejo asesor del IVAM

El órgano considera que la decisión de no renovar el contrato de José Miguel G. Cortés ha sido "unilateral" y "vulnera la independencia de la institución"

1 junio, 2020 18:04

Hace unos días conocíamos la decisión de la Conselleria de Cultura de la Comunidad Valenciana de no renovar el contrato del director del IVAM, José Miguel G. Cortés, que lidera el centro desde 2014. Las reacciones no se han hecho esperar y esta misma mañana el comité asesor ha presentado su dimisión a través de un escrito dirigido al Consejo Rector. En él alegan que como “órgano consultivo del IVAM, corresponde al Consejo Asesor pronunciarse sobre cualquier cuestión artística que pueda derivarse de la actividad principal de la citada entidad”.

Los miembros de dicho órgano, Pedro Azara, María Dolores Jiménez-Blanco, David Pérez y Álvaro M. Pons, han considerado que “las decisiones políticas unilaterales, conocidas por la prensa, que plantean el cese y la sustitución del actual equipo directivo, constituyen no solo un incumplimiento del Código de Buenas Prácticas en la cultura valenciana, de obligado cumplimiento para la administración, sino subsidiariamente también del Código de Buenas Prácticas de ámbito estatal y del Código deontológico del ICOM para los museos”. Y añaden que “dichas decisiones suponen, fundamentalmente, una vulneración de la independencia de la institución, que debe decidir su futuro y funcionamiento desde el Consejo Rector, tal y como establece la Ley 1/2018, de 9 de febrero, de la Generalitat, reguladora de l ́Institut Valencià d ́Art Modern. Ante esta situación, el Consejo Asesor del IVAM entiende que no puede ser partícipe de este tipo de actuaciones, por lo que anuncia que todos sus miembros han decidido, por unanimidad, presentar su dimisión”.

José Miguel G. Cortés no ha tardado en responder con un comunicado en el que lamenta la dimisión “de los reconocidos profesionales que conforman el comité asesor y que tanto han ayudado a su consolidación como un museo de referencia nacional e internacional”. Cortés, defensor del Código de Buenas Prácticas, accedió a la dirección del museo tras resultar ganador de un concurso al que se presentó con su proyecto artístico. “Defender el Código de Buenas Prácticas significa posibilitar el intercambio de opiniones con todas las personas implicadas; contar con los profesionales del mundo del arte; hacer partícipe al Comité Asesor y al Consejo Rector del IVAM de las decisiones a tomar; valorar exclusivamente las razones profesionales y no dejarse llevar por cuestiones políticas o personales”, ha criticado. 

El cese de José Miguel G. Cortés

Tras un largo silencio por parte del Conseller de Cultura el pasado 21 de mayo se conocía la decisión de no renovar su contrato tras seis años capitaneando el centro. “El Conseller ha decidido no renovarme el contrato, atribuyéndose una decisión que debe tomar el Consejo Rector que es a quien le corresponde tomar esta decisión”, escribía entonces a través de sus redes sociales. El contrato, que expira el próximo mes de septiembre, contaba con la posibilidad de dos prórrogas de seis años de duración cada una. Sin embargo, la Consellería de Cultura ha decidido sacar a concurso internacional el puesto de dirección para reemplazar a Cortés. “Igualmente, decide no renovar al Subdirector de Colección y Exposiciones [Sergio Rubira] y desmantela el equipo que ha dirigido el IVAM estos últimos años”, continuaba el comunicado del director en Facebook. 

Cortés llegó al IVAM en 2014 sustituyendo a Consuelo Císcar, destituida tras una década en el cargo. La gestión de Císcar acabó en los tribunales por prevaricación, falsedad y malversación de fondos públicos. Cortés ganó un concurso público con un proyecto “plural, de esperanza e integrador”, que ha puesto al museo, de nuevo, en primera línea nacional. Tras la anterior etapa, el museo estaba “hundido». Durante estos años, añadía al otro lado del teléfono, se han dejado «la piel para sacarlo adelante. El IVAM estaba sumido en el desprestigio, en la desmotivación de los trabajadores. Empezamos desde cero y ha sido un esfuerzo enorme, sobre todo el primer año. Destruir algo es muy fácil pero construirlo cuesta mucho”. 

“Cuando gané el concurso nadie puso ninguna pega, había un jurado y mi proyecto ha estado colgado en la página del IVAM desde entonces. En aquel momento me hicieron director gerente aunque mi proyecto era artístico. Hace un año pusieron a un gerente en el museo y ahora se atienen a que mi contrato era de director gerente mientras que ahora soy director artístico”. En este punto, la conselleria alegaba la necesidad de firmar un nuevo contrato a través de un nuevo concurso, al cual descarta presentarse. “Lo he dirigido durante seis años y puede gustar más o menos pero ya se sabe lo que puedo hacer. Haces un examen y lo apruebas, luego puede que te renueven o no pero no hay museo en el mundo que a mitad de contrato haya hecho otro concurso”.