Image: Maider López e Ignacio Uriarte, experiencia y contrapunto

Image: Maider López e Ignacio Uriarte, experiencia y contrapunto

Arte

Maider López e Ignacio Uriarte, experiencia y contrapunto

Maider López: “No hago arte conceptual, pero me nutro de él” Ignacio Uriarte: “Me veo como contrapunto, no encajo en ninguna corriente”

20 enero, 2017 01:00

Maider López e Ignacio Uriarte (derecha) trabajan en San Sebastián y Berlín, respectivamente

Maider López e Ignacio Uriarte pertenecen a la misma generación de artistas. A los dos les interesa el arte conceptual, al que cada uno pasa por el tamiz de sus propias experiencias, pero él es más de "estar en la oficina" y ella de dar paseos por el campo. Este sábado 21, coinciden en Madrid inaugurando sus exposiciones en galerías casi contiguas.

La casualidad, y el buen momento que atraviesan las carreras de ambos, les ha unido en la primera inauguración galerística del año, una cita importante ya que ambas muestras coincidirán con la semana grande del arte en Madrid (ARCO y todo lo que se genera a su alrededor). Ignacio Uriarte abre la temporada de la galería Nogueras Blanchard y Maider López lo hace en Espacio Mínimo, con quien, además, se estrena.

Uriarte (Krefeld, Alemania, 1972) empezó su carrera en Barcelona, a tiempo parcial y un poco tarde. Después de estudiar Administración de Empresas y de trabajar en una multinacional se dio cuenta de que su pasión era otra y decidió dedicar las noches al arte. Ahora tiene estudio en Berlín, aunque la rutina laboral de aquellos días sigue impregnando su obra. "Esta ciudad no es fácil -dice el artista- pero si un comisario se interesa por tu obra es probable que la visite una vez al año y pueda venir al estudio. Hablar de tu trabajo cara a cara es esencial. Es importante estar en una ciudad nodo (no periférica) y poder hablar de tu obra en inglés". Quizá por eso mismo Maider López (San Sebastián, 1975), de vocación más temprana, estudió Bellas Artes en Bilbao aunque para cursar el máster se instaló en Londres. Hoy, después de varias residencias por el mundo, vive en San Sebastián aunque pasa mucho tiempo fuera. Sus proyectos le llevan desde un pueblo de Navarra a la Capadocia en Turquía, los Países Bajos o Shanghai. "Trabajar en distintos lugares ha contribuido a la transformación de mi obra", dice.

El de ella es un trabajo cercano al espacio público y a la arquitectura. Intervenciones exteriores e interiores y mediciones espaciales que dotan a sus acciones de un importante componente urbano. Mientras que el orden y el automatismo están en la base de la obra de Uriarte. Una labor de estudio en la que el dibujo es primordial, siempre relacionado con la monotonía del trabajo.

Me interesa trabajar en sitios que no conozco, pasar un tiempo en ese lugar experimentando y estudiando". Maider López

Pregunta.- ¿De dónde proceden sus estímulos?
Ignacio Uriarte.- Aunque algunas formas pueden evocar fenómenos naturales, arquitectónicos o pictóricos, las ideas no proceden de ahí. Al dedicar mucho tiempo a un tipo de dibujo procesual, suelo encontrar las ideas en el propio proceso. Las formas y su grado de aleatoriedad, se deciden de antemano y son sometidas a un sistema de ordenamiento que permite al espectador y a mí mismo su análisis. La ejecución de un trabajo lleva a un nuevo tema de investigación y a otro trabajo.

Maider López.- Yo trabajo site spefic para un contexto determinado, de manera que la acción viene unida a una localización. Por ejemplo, fue estando en Intza cuando planteé Ataskoa [los coches atascados en estrechos caminos rurales en contraste con la amplitud del campo que les rodea]. O, Zoom In, el proyecto que expongo ahora, pensado expresamente para Capadocia, donde planteé capturar los colores del paisaje presentando el catálogo de colores de la zona. Sin embargo, otras veces, llega primero la acción y una parte importante del proceso es encontrar la localización adecuada.

Una de las fotografías de Zoom In de Maider López

Fieles a sus claves iniciales, la arquitectura, el paisaje y su intervención están en la base de la obra de Maider López: "Me interesa cómo nos movemos y relacionamos en nuestro entorno, y de qué manera esto construye nuestro propio hábitat". Mientras que el trabajo de Uriarte remite a la monotonía de una oficina.

P.- ¿También las obras de esta exposición?
I.U.- Todas las obras parten de gestos no artísticos como doblar hojas (Random Diamonds), observar el movimiento natural de muñeca al mover un bolígrafo sin intención (Wrist Drawing Decrease), trazar líneas paralelas con rotuladores casi vacíos (Drawing Table Drawings y Translucent Diamonds), rellenar formas aleatorias con garabatos (Diagonal Amorphous Matrix) o escribir a máquina repitiendo (o no) un solo signo (Negative Slashes). Son actividades no productivas que pueden ser camufladas como trabajo y que la mayoría hemos realizado alguna vez de manera inconsciente para escaquearnos o para entrar en un estado de reflexión o fantasía.

El paisaje transformado

M. L.- En mi caso, el punto de partida en Zoom In fue algo que me pasó en la naturaleza de Capadocia: me resulta difícil centrarme en algo concreto, impresionada por el paisaje e incapaz de focalizar, mis ojos recorren el entorno desde la superficie, desde lo general. A partir de lo cual, en un taller con estudiantes de pintura de la universidad local capturamos los colores de ciertos elementos de la naturaleza. El naranja de una flor, el azul de los apicultores o el verde específico de un árbol, son marcados a través de azulejos coloreados, que señalan en el paisaje el punto de vista desde el cual vemos ese mismo color en cierto elemento del paisaje. Proponiendo un foco y singularizando elementos concretos, individualizándolos de la generalidad en la que se funden. Utilizo baldosas por su resistencia para resistir a la intemperie y para respetar el entorno sin necesidad de transformar la naturaleza a la hora de marcarlo, así como por su vinculación con la habitabilidad.

Todas las obras parten de gestos no artísticos como doblar hojas. Actividades camufladas como trabajo". Ignacio Uriarte

Maider López presenta, en realidad, una doble exposición ya que la de la galería se complementa con la que inaugura en el Museo Geominero, donde la artista muestra pares de fotografías del proyecto Moving Stones / Piedras en Movimiento que hace alusión a la transformación invisible del paisaje. "Me dediqué a caminar por Capadocia, y en esos paseos movía piedras de un lugar a otro. Los itinerarios los documentaba a través de coordenadas de GPS y pares de fotografías que mostraban el emplazamiento original de la piedra y el lugar al que había sido movida. Un gesto que recuerda cómo nuestras acciones, por pequeñas que sean, siempre tienen un impacto".

Pequeñas acciones, estas vinculadas al automatismo, son también las que conforman las piezas de Uriarte.

Kafka y hitchcock como modelos

P.- A menudo se habla de su carácter formalista, pero ¿subyace en ellas algo más que pura forma?
I.U.- Sí, la forma es lo de menos. Como espectador hay que llenarla. No es un trabajo que te entregue un mensaje si no que te ofrece muchos puntos de entrada y te permite tejer tu propia historia. En esto, Kafka y Hitchcock son mis modelos. Ellos hicieron literatura y cine multi-capa, que se puede entender de muchas maneras dependiendo de la historia de cada uno.

El arte conceptual aparece en la base sobre la que se asientan ambos artistas. Además, el situacionismo acompaña a Maider López igual que el minimal configuró, al menos en origen, las obras de Uriarte.

P.- ¿Cuáles son sus referencias más inmediatas?
M.L.- Me interesa la performance, aunque no hago performance, genero situaciones, realizo acciones articuladas por las personas. De la misma manera, aunque no realizo arte conceptual me he nutrido de él. Con respecto a mis referencias, me interesa el trabajo de Bas Jan Ader y cómo incluye la experiencia en su propio trabajo. También cómo Richard Long articula el trabajo con respecto al propio hecho de caminar y, por supuesto, las derivas Situacionistas.

I.U.- Esas influencias siguen vigentes, pero podría añadir los poetas concretos vieneses Ernst Jandl y Gerhard Rühm, la música serial de Steve Reich y la música performativa de Meredith Monk como influencias recientes. También miro hacia una pintura de gestos ordenados y cálidos (Giorgio Griffa y Niele Toroni) y un tipo de pintura más escultórica (Alan Charlton y Robert Mangold).

Una de las obras de Tipología de dibujo escultórico de Ignacio Uriarte

P.- Muy presentes en el circuito del arte internacional, los dos exponen en galerías, bienales y museos fuera de España. ¿Dónde se sienten más cómodos?
I.U.- En general, me siento a gusto trabajando en todo el mundo. Hay instituciones que respetan y cuidan al artista, que pagan honorarios y producción. A mí en España me han tratado bien -en Alemania y en Estados Unidos un poco peor-. En estos países muchas veces dan por hecho que el artista o su galerista pueden costear la producción de las piezas y alguna vez la participación en una sola colectiva me ha costado más de 4.000 euros en enmarcado.

M.L.- Me enriquece trabajar en contextos diversos, ahora estoy desarrollando un proyecto en Suecia y en Nueva Orleans al tiempo que acabo de realizar varios en mi ciudad, como la instalación Fuentes en San Sebastián. Me interesa mucho esa combinación: trabajar en sitios que no conozco para los que paso un tiempo en ese lugar experimentando y estudiando el contexto, y alternar con otros en que conozco muy bien. Esa perfecta relación entre lo cercano y lo lejano, lo propio y lo ajeno que en un momento dado puedo llegar a hacer propio.

El artista y su historia

P.- Y si tuvieran que elegir un artista y un momento de la historia del arte, ¿cuál sería?
M.L.- Hoy elijo el dadaísmo por el cambio de uso en objetos cotidianos y por sus escenografías. Aunque seguramente otro día elegiría otro. Un artista: Bas Jan Ader.

I.U.- A mí Richard Artschwager siempre me ha servido como fuente de inspiración. Como yo, trabajó durante años en otra cosa antes de dedicarse al arte: en una fábrica de muebles. Esto influyó en su obra, sus esculturas remiten a muebles y mezclan disciplinas artísticas con acabados industriales. En cuanto al momento histórico, elegiría el actual. Estamos digiriendo la transformación de la era analógica a la digital y me parece que los artistas podemos aportar mucho. Soy consciente de que no encajo en ninguna moda o corriente, pero me encanta mi posición como una especie de contrapunto.

Ignacio Uriarte: Tipología de dibujo escultórico. Galería Nogueras Blanchard, hasta el 19 de marzo.
Maider López: Zoom In. Galería Espacio Mínimo, y Moving Stones / Piedras en movimiento, Museo Geominero, hasta el 11 de marzo.

@PaulaAchiaga