Image: Igor Eškinja

Image: Igor Eškinja

Arte

Igor Eškinja

Galería ADN. Enric Granados, 49. Barcelona. Hasta el 30 de julio. De 2.600 a 10.500 E.

16 julio, 2010 02:00

Special Effects, 2010



El recorrido de la exposición culmina con una instalación espectacular y a la vez simple: en un gran espacio de un blanco inmaculado, el espectador confronta una gran mancha de pintura negra. En una primera visión, es como si se tratara de una suerte de esputo gigante arrojado contra la pared del fondo. Y, sin embargo, cuando se penetra en la sala, nada es lo que parece. Uno acaba por percatarse de que hay un engaño visual, una especie de trompe-l'oeil. El artista, Igor Eskinja (Rijeka, Croacia, 1975), ha situado un elemento volumétrico que se confunde con una mancha desde un determinado ángulo de visión, pero que se revela como tal cuando uno traslada su punto de vista. ¿Juego?

Eskinja se sitúa en una tradición que reflexiona sobre los mecanismos de la visión y la representación y que muy a menudo renuncia a lo que vagamente podríamos denominar la sensualidad. Y, sin embargo, en él hay algo de divertimento, sin que este aspecto agote su obra. Existe también, considerado en conjunto, una dimensión poética que es difícil de explicar. Puede que sea motivada por los materiales elementales que usa, por lo sutil de sus instalaciones… Pero intuyo en todo ello una ausencia, algo que se escapa. Lo que queda son los restos de la pintura: el ilusionismo, el trampantojo… pura ilusión. La poesía que contiene la obra de Igor Eskinja deviene de la nostalgia que evoca esta ausencia.