Image: Xisco Mensua

Image: Xisco Mensua

Arte

Xisco Mensua

O Chansons Foregoing

16 octubre, 2008 02:00

Colegio de pago, 2008

Galería Thomas March. Aparisi y Guijarro, 7. Valencia. Hasta el 8 de noviembre. De 2.000 a 13.000 E

En esta exposición que lleva por título O chansons foregoing -en alusión al verso inicial de Epilogue, de Ezra Pound-, Xisco Mensua (Barcelona, 1960) acude de nuevo a la infancia para esbozar un lugar de desencuentro con la memoria y su génesis. Partiendo de referencias literarias, frecuentes en su obra, el artista apela ahora al poeta de los versos sutiles, y a la vez crudos y ásperos. Como en Pound, lo sutil es al mismo tiempo agrio y amargo. Y es que su pintura, aun cuando recurre reiteradamente al imaginario infantil, está llena también de asperezas. Estas imágenes infantiles nos llevan a adentrarnos en un lugar común, en el que, como adultos, volcamos nuestras propias vivencias, nuestros recuerdos y obsesiones. Se trata de imágenes corrientes en las que, como déjà-vu, todo nos suena. Sin embargo hay algo más que puede dar lugar al estremecimiento, cuando lo ya visto forma parte de lo ya vivido. Es el caso de las obras que se derivan de la serie El precio de su saber, de 2003-2004, así como de Informe para una Academia, de2008, seleccionada en la reciente Manifesta 7, que además inciden en la idea del aprendizaje. De esa forma, se suceden las imágenes de niños que leen, que llevan uniforme, y juegan en el recreo; unos recomponen esqueletos y otros miran cuadros. Pero no contento sólo con eso, Mensua, como ya planteara en trabajos anteriores, ilustra el origen de la vida y la proximidad de la muerte, como algo familiar, unas imágenes con las que convivimos y de las que también aprendemos. Obras como la serie Epílogo, de 2008 o Estudios formales, de 2006-2007, desentrañan, por otra parte, uno de los asuntos que han vertebrado el trabajo de este artista, como es el interés por la construcción de la imagen y su representación. Así surgen citas de textos diversos, junto a gráficos, fotografías, fotocopias e ilustraciones en las que, no sin ironías, Xisco Mensua deja ver los rudimentos del oficio.