Arte

Aggtelek. Estética del reciclaje

Performing the Sculpture & Sculpturing the Performance

8 marzo, 2007 01:00

Sin título, 2006. Fotografía

Galería Luis Adelantado. Bonaire, 6. Valencia. Hasta el 28 de marzo. De 800 a 3.000 E.

El colectivo Aggtelek formado por los artistas Gemma Perales (Barcelona, 1982) y Xandro Vallés (Barcelona, 1978) presentan sus últimos trabajos consistentes en diversas esculturas, instalaciones y fotografías derivadas de disparatadas acciones que se compilan en una serie de videos y una proyección, siendo ésta última la obra más interesante de cuanto hay expuesto. Derivado de las formalidades que ha adoptado en los últimos años lo que ya hace mucho se dio en llamar slack art (arte basura), el trabajo de Aggtelek parece seguir la estela Thomas Hirschhorn y Franz West -maestros, uno del envoltorio, y el otro de remiendos y componendas-, para acabar situándose a medio camino entre la estética del desperdicio y la pericia del reciclaje. Como aviesos alumnos, avanzados en el conocimiento de las estrategias del dadaísmo y del constructivismo, más allá del arte pobre, estos artistas recuperan los buenos hábitos de Schwitters, cuando no de Tatlin, y plantean el residuo y su revestimiento como un ejercicio de divertimento, cuyo alcance está todavía por ver, aun cuando en la proyección señalada se apuntan maneras. Esta proyección, de la que se desprende el resto de actuaciones, adquiere una dimensión mayor cuando la práctica performativa que allí tiene lugar se reduce a simples puestas en escena en fotografías y esculturas. Así, lo que en el documento videográfico tiene de precario, frágil y transitorio, en un continuo hacer y deshacer, pasa a acomodarse en neta mercancía en obras más convencionales, perdiendo, en esa fácil transacción, el peso bruto, la gravedad del humor y la agitada insolencia de la hechura.

En unas obras y otras, y mejor en los vídeos, vemos cajas de cartón de muy variadas dimensiones ensartadas con cintas de precinto en destartaladas construcciones que los artistas se encargan de formar y destruir según una lógica aplastante que no es otra, parece ser, que la que da sentido y utilidad a un trabajo artístico que trata de mantenerse en evolución constante.