Arte

Mira Bernabeu, sobre el teatro del mundo

Panorama doméstico

23 noviembre, 2006 01:00

Panorama doméstico ¡Acción!, de la Serie Mise en Scène X, 2006

Sala Parpalló. Alboraia, 5. Valencia. Hasta el 7 de enero

La Sala Parpalló vuelve a tomar el pulso de la actualidad artística tras largos años de parálisis. La exposición Panorama doméstico, en la que se presentan los últimos trabajos de Mira Bernabeu, constituye una muestra de ese nuevo ímpetu que parece mover esta institución tan querida por el público valenciano.

En esta ocasión, Mira Bernabeu no hace sino rizar el rizo, más si cabe, de su hiperbólico trabajo, y ilustrando de paso las teorías neobarrocas de Omar Calabrese. Panorama doméstico abre de nuevo el telón a un retrato de familia, diez años después de que la citara por primera vez en el Teatro Wagner de Aspe, y diera a conocer sus celebradas fotografías de grupo. Derivadas de aquella extraordinaria serie, estas últimas obras tienden a agruparse en trípticos diversos en los que se introducen ciertas novedades. Si en los trabajos anteriores los personajes, en su disposición coral, ponían voz a un desmedido retrato de familia abundando en el atrezzo, en estas últimas obras Mira Bernabeu orquesta a su familia en un teatro del mundo en el que el exceso viene dado no sólo por el marco del escenario, sino también por el ruido narrativo que dirige las actitudes de los personajes. De ese modo, depurando en apariencia su puesta en escena, se abunda sin embargo en la retórica de la representación, incorporando el lenguaje de los gestos. Con ello, la familia sirve de telón de fondo sobre el que tiene lugar la representación de los distintos modos de pensar y actuar, según opinión política, posibilidades económicas o creencias religiosas, mientras las manos y las poses, como ocurriera en la pintura barroca, hablan con acentos diversos de ese teatro del mundo en el que todos tenemos adjudicado un papel.

Más allá de las fotografías, todo ello cobra especial relieve en una proyección que, a modo de epílogo, documenta todo el proceso de creación de las fotografías, y en las que el artista, más que como apuntador, figura como director escénico. La exposición culmina tras la pantalla de la proyección, con una instalación añadida a través de la que el espectador puede acceder a un pequeño escenario al que apunta una cámara fotográfica. Allí, Mira Bernabeu busca interactuar, como es habitual en su trabajo, con un espectador convertido en actor principal de esa Mise en scène sobre la que gira una y otra vez su obra.