Alberto García-Alix- Ilustración: Luis Parejo

Alberto García-Alix- Ilustración: Luis Parejo

El Cultural

Alberto García-Alix: "Necesitamos revulsivos que provoquen cambios y retos"

18 marzo, 2016 01:00

Fondo y forma se unen en García-Álix (León, 1956) dentro de la muestra que puede verse en Tabacalera bajo el título Un horizonte falso. El legendario fotógrafo publica además Moto en Cabeza de Chorlito.

¿Qué libro tiene entre manos?
Estoy leyendo una biografía de Rasputín, Los archivos secretos de Edvard Radzinsky, y también la novela Trilogía de la noche de Elie Wiesel.

¿Hubo alguno que abandonó por imposible?
El Ulises de Joyce. Lo intenté tres o cuatro veces.

¿Con qué escritor le gustaría tomar un café mañana?
Si pudiera, con Louis-Ferdinand Céline. Escribió la novela que más me ha convulsionado, Viaje al fin de la noche.

¿Recuerda el primer libro que leyó en su vida?
No lo recuerdo. De niño leía a Tintín, novelas de Enid Blyton, Emilio Salgari, Julio Verne… leía mucho.

¿Cuántas veces va al teatro al año?
Tristemente no voy al teatro. Como mucho una vez.

Cuéntenos la experiencia cultural que cambió su vida.
El descubrimiento de la fotografía como arma de creación propia.

¿Es el arte contemporáneo una nebulosa sin reglas?
Más bien, una nebulosa con reglas.

¿Quién manda en el mundo del arte?
A bote pronto, el dinero o el capitalismo sería una de las tres trinidades que mandan y ordenan en el mundo del arte.

¿Nos revela su peor experiencia con la cámara?
Cuando tras hacer un trabajo y sentirme en estado de gracia, llegué a casa, revelé y no había nada, porque el obturador de la cámara estaba roto.

¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza por favor de crítico, en dos o tres líneas.
La última es la que acabo de inaugurar en Tabacalera con mi trabajo. No sería justo que yo fuera crítico de mí mismo. Pero, en tres palabras diría que es una exposición renovadora, intensa, y sensible.

¿Sobre qué aspecto del arte pondría el grito en el cielo?
Sobre lo que pasa o se vende como creación, sin serlo: la vacuidad del arte.

¿Podría ser la abstracción su nuevo horizonte?
No.

¿Llega a otear algún "horizonte falso" en la vida cultural española?
Horizontes falsos, no. Pero si no hay cambios, horizontes de fracaso, sí.

¿Le duele la moda de los "selfies"?
No me duele nada, pero tampoco me llega.

¿Tiene preparado el puente a la cámara digital?
No, pero por divertirme, estoy probando una cámara pequeña digital.

¿Qué necesita Madrid para volver a repetir una Movida como la de los ochenta?
Madrid no necesita otra "movida" como la de los ochenta. Esa tuvo su momento y ya pasó. Hoy necesitamos una nueva agitación, nuevos revulsivos que provoquen cambios y nuevos retos, y creo que eso sólo saldrá de la potencia renovadora de los jóvenes.

¿Qué está escuchando en estos momentos?
I forgot to remember to forget, versión de Jerry Lee Lewis.

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Me importa poco. Pero doy por hecho que, si es inteligente, tiene un valor.

¿Es usted de los que recela del cine español?
No.

Recuerda alguna obra de teatro que le dejara clavado en la butaca...
No, pero un concierto de Iggy Pop en España me dejó alucinado por su potencia. Aunque el concierto más emotivo para mí fue en el 84 en Londres, la reaparición de Jerry Lee Lewis.

¿Cuál es la película que más veces ha visto?
Quizás Campanadas a media noche, o quizás El tercer hombre.

¿Qué libro debe leer el futuro presidente del Gobierno?
No se me ocurre nada.

¿Le gusta España? Denos sus razones.
Me gusta. Mis razones son místicas, épicas y líricas.

Regálenos una idea para mejorar la situación cultural.
Para empezar, bajar el IVA.