Image: Francisco Nixon

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El Cultural

Francisco Nixon

"El indie ha muerto de éxito"

20 junio, 2015 02:00

Francisco Nixon

El músico presenta este domingo su último disco, Lo malo que nos pasa, en el Fnac de Callao dentro de la programación de Ni un minuto sin música.

Fran Fernández (Gijón, 1971) es una de las figuras más destacadas del indie nacional. Fue el protagonista del primer éxito masivo de la escena a principios de los 90, el Chup Chup Chup de su grupo Australian Blonde. Después lideraría, junto al fallecido Sergio Algora, otro banda de gran repercusión y excelentes melodías pop, La Costa Brava. Y ahora edita su tercer disco en solitario bajo la firma de Francisco Nixon, Lo malo que nos pasa, una obra conceptual que retoma los sonidos que en los 70 hacían bailar a los jóvenes madrileños en la Costa Fleming, una zona de discotecas cercana al Estadio Santiago Bernabéu. El músico presenta el disco este domingo en Fnac en formato acústico, dentro de la programación de Ni un minuto sin música.

Pregunta.- El aspecto que más ha trascendido del disco es la conexión con el sonido Costa Fleming. ¿Cómo surgió esta idea?
Respuesta.- El proceso de elaboración del disco se prolongó durante mucho tiempo. Estuve alrededor de tres años haciendo canciones y, cuando decidí ponerme a grabar, pensé en un concepto que pudiera dar unidad al conjunto. En aquellos días estaba muy metido en varios blogs de coleccionistas de discos que subían mixtapes a la red. Había uno que me gustaba mucho de Ximo, de Estudio del Sonido Snob, que se llamaba Sonido Costa Fleming. En él fabulaba sobre las canciones que sonaban en la Costa Fleming, una zona de discotecas de Madrid situada cerca del Bernabeu en los años 70. Ximo imagina que allí sonaban canciones de Augusto Algueró, Alfonso Santiesteban, Juan Carlos Calderón... Me interesó porque enlazaba con la música de mi infancia, la de programas de televisión como Aplauso o 300 millones; y porque reivindicaba la música ligera, que es un género bastante denostado. Como artista me parece interesante trabajar géneros que la mayoría desprecia por dos razones: hay menos competencia y hay un trabajo por hacer para dignificarlos.

P.- ¿De qué manera se ha materializado esta influencia en Lo malo que nos pasa?
R.- El disco en realidad no solo tiene la influencia de la Costa Fleming. También está el soft rock, el soul rock de la Costa Oeste, Prefab Sprout, Fleetwood Mac... La rumba pop y algunos sonidos suramericanos también hacen acto de presencia. En principio quise hacer un disco doble pero para mí lo más importante era hacer un disco con ritmos diferentes a los que había utilizado habitualmente hasta ahora, que era sobre todo canción pop o pop rock o folk. Quería más variedad, sobre todo en los ritmos.

P.- El saxo tiene también un papel muy destacado en el disco...
R.- El saxo, entre otras cosas, es un sonido muy despreciado que se asocia a ciertos clichés como Kenny G o los grupos de los nuevos románticos de los 80. Siempre quería utilizarlo cuando lo veía en un estudio pero me decían que no, que era lo peor. En el indie nadie lo usa y a mí me gusta introducirlo en mis canciones para diferenciarme.

P.- La figura de Sergio Algora planea por todo el disco y de hecho hay una canción, Capitán negrito, que le dedica...
R.- Me da cierto pudor decir algo tan explícito pero la verdad es que muchas de las influencias que uso en el disco las descubrí gracias a él.

P.- Otro nombre que se deja notar en el disco es Ana Naranjo de Linda Mirada, que además es su pareja. ¿Ha estado muy presente en todo el proceso o ha incorporado de manera natural su influencia?
R.- Vivimos juntos y ella me descubre muchos grupos nuevos, aunque yo también estoy al día porque trabajo en Deezer y precisamente esa es mi labor, estar al día de los grupos nuevos. Quizá La vidente es la canción que tiene una influencia más directa de sus gustos por el sintetizador, aunque también me inspiré en Robert Palmer. Y eso que en principio era acústica con arpegio en plan Paul Simon... También ha participado en los coros de algunas canciones. El origen de todo estuvo en Juventud, que fue un encargo previo al disco de la web La Voz Telúrica para un recopilatorio de música ligera. Es una canción con muchas voces y le pedí a Ana que me ayudara a grabar los coros de las chicas y fue lo que rompió el hielo para que participara en mi disco.

P.- La mayoría de las canciones son muy narrativas, en apenas tres minutos afronta historias complejas. ¿Cómo concibe la escritura de las letras?
R.- Más que enlazar versos, lo que hago es pensar una historia. Si piensas en una situación, y esta es medianamente buena, su propia lógica hace que la acción avance. Para mí también es muy importante utilizar un lenguaje coloquial. Me interesa mucho que las canciones se puedan comprender en una primera escucha y que no tengas que escucharla muchas veces o interpretar un lenguaje oscuro. Puede que sea por mi voz que no me gusta mucho. Creo que no tengo un timbre demasiado bonito e intento camuflarlo captando la atención del oyente en el contenido más que en la forma.

P.- ¿Dónde encuentra o dónde busca la inspiración para las letras?
R.- En el día a día. Muchas veces en situaciones que he vivido en primera persona y también en experiencias que me cuentan los demás.

P.- Fue protagonista del primer gran éxito del indie con Chup Chup Chup de los Australian Blonde, que era una ruptura con la tradición de la música en España. Ahora sus discos beben de influencias como Augusto Algueró. ¿Cómo ha vivido ese viaje?
R.- Ha sido un viaje de aprendizaje. Todos los grupos pasan de copiar a sus ídolos a intentar encontrar una voz personal y ese es el viaje que yo he hecho. Empecé en los 90 imitando a los grupos que más me gustaban como The Lemonheads. Después investigué en las influencias de esos grupos y llegué hasta Big Star y toda la música de los 60, incluida la tradición europea. Pero es complicado tener una carrera larga sin tener las raíces hundidas en algo concreto y en mi caso lo lógico era tener las raíces hundidas en la propia tradición.

P.- ¿Elegir estas raíces sin embargo va a la contra con el resto del panorama indie?
R.- Sí, pero creo que cada vez menos. Cuando tienes 20 años lo que buscas es llamar la atención y lo haces precisamente rompiendo con la tradición porque sino estarías intentando ocupar un sitio que ya está ocupado. Intentas crear tu propio espacio. Cuando sigues tocando tienes dos opciones: o repites esa ruptura inicial que por repetida ya no es rupturista o intentas evolucionar. Y para evolucionar tienes dos caminos: o intentas hacer algo cada vez más experimental, más formalista o más alejado de lo que había en ese momento en el paisaje musical; o haces lo contrario, vas hacia atrás e intentas asimilar cosas que ya se han hecho. Ese es el camino que yo he elegido.

P.- En poco tiempo han aparecido dos libros sobre la escena indie, el de Víctor Lenore y el de Nando Cruz, que han tenido bastante repercusión. ¿Considera también, como estos autores, que el indie es el sonido dominante en la actualidad?
R.- En parte sí. Creo que el indie ha triunfado en el sentido de que hoy indie, rock y pop-rock son etiquetas intercambiables. Cualquier grupo que empieza, haga rock o haga pop, hace indie. Cuando miro las novedades en páginas como Music Guide lo que no es soul o jazz es indie rock o indie pop, no existe la etiqueta rock o pop aislada. En ese sentido creo que sí, el indie ha muerto de éxito.

P.- Sin embargo esta situación no ha deparado un tejido empresarial suficientemente sólido para que la gran mayoría de las bandas puedan vivir de la música, ¿no?
R.- Pero esto realmente ha pasado siempre. Quizás la diferencia reside en que antes existía una clase media de grupos que vendían 20.000 discos y hoy eso ha desaparecido. En la actualidad se han abaratado los costes de grabación y de distribución lo que permite que existan grupos que se graban sus discos en casa, que tienen una base de fans y hablan directamente con ellos a través de Facebook y que cuando van a tocar a Murcia tienen un público de 60 personas. Luego están los grandes artistas internacionales o españoles que salen por la tele. Y esa clase media que antes existía en el indie ha desaparecido pero creo que es un fenómeno que tiene que ver con internet, no con el indie por sí mismo.

@JavierYusteTosi