Image: Lara Almarcegui

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El Cultural

Lara Almarcegui

"En mi trabajo, la investigación y el arte van de la mano"

5 febrero, 2014 01:00

Lara Almarcegui delante de uno de sus listados de rocas

La artista inaugura exposición en la galería Parra & Romero de Madrid, su primera muestra tras la Bienal de Venecia

Con el eco de las montañas de escombros del pabellón español en Venecia todavía resonando nos llega de nuevo la voz, la obra, en este caso, de una de nuestras artistas más reconocidas de su generación, fuera y dentro de España. Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972) estrena galería en España e inaugura por primera vez en el espacio de Parra & Romero de Madrid, su primera exposición también tras la Bienal. Por debajo es el título de su última propuesta que incide de nuevo en lo soterrado, lo escondido, lo subterráneo. Bajamos con ella hacia las profundidades y nos encontramos varias sorpresas: la minería se ha incorporado con fuerza a su imaginario y la geología es ahora el universo que protagoniza sus nuevas acciones. ¿Arte o ciencia? Todo está relacionado.

Pregunta.- ¿En qué consiste esta exposición?
Respuesta.- La idea era mostrar en la galería dos proyectos que reflexionan sobre lo subterráneo, lo que hay por debajo de la ciudad. También refleja hacia donde voy, quiero ir más abajo... El primer proyecto es la documentación de la desaparición de una casa. Llevaba años trabajando en ello: demoler un edificio y meterlo bajo tierra, enterrarlo. Hemos fracasado en muchos sitios, conseguir permiso y para tirar la casa y enterrarla no es fácil. Al final lo logré en Dallas, Texas. Al terminar la acción lo que se ve es una loma, de modo que todo que en realidad escondido, es muy secreto. Me gusta la narración que genera la obra: un vecino le cuenta a otro que ahí hay una casa enterrada, muchos no se lo creerán y acabará siendo casi un mito. Hemos producido un vídeo que documenta la acción que en realidad tuvo lugar en un solo día y que se produjo para el Nasher Sculpture Center de Dallas.

P.- ¿Y el segundo proyecto?
R.- Si el primer proyecto es más espectacular por la demolición y el enterramiento, el segundo es más silencioso. Parte de una crítica a los proyectos de minería y a qué va a suceder con el territorio amenazado por la extracción. Encontré los lugares donde se van a abrir minas nuevas y esto ha hecho crecer mi interés por estas intervenciones en la naturaleza. Es curioso cómo una pequeña población cambia con una mina. Por un lado esperan la apertura con esperanza y por otro lado está el daño a la naturaleza. Trabajé en la Isla de Spitsbergen, en el Ártico, donde van a abrir una mina nueva de carbón en el glaciar, e identifiqué todas las rocas de la isla. He trabajado con geólogos y el cálculo nos ha llevado muchísimo tiempo.

P.- En cierto modo su obra ha evolucionado del escombro al enterramiento...
R.- Bueno, en cierto modo. Yo mostraba materiales de construcción y con ellos el volumen de los edificios. Después del material llegó el escombro que hace referencia al futuro: el fin de la construcción, la ruina final, el momento en el que el edificio se mezcla con la naturaleza. Algo que me parece mucho más interesante que el inicio... Y ahora me pregunto qué hay en el subsuelo...

P.- ¿Y qué interés tiene todo esto que está "por debajo"?
R.- Tiene que ver con intentar entender que hay un lugar que ya no puedes ver y que al mismo tiempo es donde estamos, lo que hay bajo tierra.

P.- ¿Y qué hay de arte y qué de investigación científica?
R.- La investigación y el arte van de la mano, la ciencia también funciona creando modelos que luego eliminan. El margen de error también está en mi trabajo, con la aceptación de mi error voy avanzando.

P.- Hacía tiempo que no le veíamos en galerías españolas, ¿qué ha motivado esta vuelta?
R.- Yo trabajo muy despacio de modo que en los últimos años con los proyectos de MUSAC y la Bienal de Venecia no podía centrarme en nada más. Ahora había tiempo y dos proyectos nuevos que mostrar, nada más.

P.- ¿Cómo se afronta el trabajo tras la experiencia de la Bienal de Venecia?
R.- Pues absolutamente nada. Que he seguido trabajando. En Madrid hay mucho ruido pero en Róterdam, donde vivo, me concentro en los proyectos.

P.- El revuelo mediático que se genera en torno a la representación española es siempre inevitable, este año el foco lo pusieron los medios en el coste de sus montañas de escombros... ¿Cómo explica el valor del arte, el valor de su trabajo?
R.- Los números que dieron estaban mal y en cualquier caso no eran mis honorarios sino el traslado de los escombros. Las críticas en este sentido son muy negativas no tanto para mí o para un artista en concreto sino porque dan vuelo a los políticos para recortar en arte. Y el arte ya sufre bastante, son argumentos muy sensacionalistas que hacen mucho daño.

P.- La ciudad y la arquitectura como punto de partida es ahora parte de una corriente artística cada vez más en boga, ¿lo cree así?
R.- No sigo mucho lo que está sucediendo mucho pero tiene sentido. Los artistas trabajamos con lo que nos rodea y la arquitectura y el urbanismo es algo importante y más ahora, con la crisis es un tema muy de actualidad.

P.- Descampados, lugares vacíos, abandonados... ¿Mantiene su interés por ellos?
R.- Siempre trabajo con descampados y siempre que tenga la oportunidad de proteger un descampado lo haré. Protegemos uno ahora en Eindhoven, en Holanda, y otro en Bélgica. Ya se ha convertido en un posicionamiento político directo.

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