Image: Marco Flores

Image: Marco Flores

El Cultural

Marco Flores

"En Tránsito están el tesón, la soledad y algún que otro fantasma mío"

7 junio, 2012 02:00

El bailaor Marco Flores.

Hoy comienza Suma Flamenca en Madrid.

Esta tarde arranca la séptima edición de Suma Flamenca en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid con El último vuelo del mantón de Blanca del Rey y un espectáculo de cante, toque y baile en Las Carboneras en el que participa Marco Flores. El bailaor gaditano firma además uno de los espectáculos más esperados del certamen, Tránsito, en el que experimenta por vez primera con la soledad en una búsqueda, apasionada y serena a la vez, de una voz propia como artista. Cuenta Flores entre ensayo y clase en los estudios de baile Amor de Dios que en este espectáculo de esencias flamencas el pasado es un espejo cuyas luces y reflejos no sirven sino para iluminar el camino hacia una nueva identidad. "Tránsito es la primera línea divisoria de mi carrera".

Pregunta.- Dice que concibió Tránsito en un momento "muy especial". ¿A qué se refiere?
Respuesta.- A cambios importantes en mi vida profesional y personal. En lo profesional dejaba las coproducciones con Olga Pericet, Daniel Doña, Manuel Liñán y Marco Flores para embarcarme como único productor y director de mis propuestas. Después de seis producciones con este grupo de gente afrontaba mis dos producciones en solitario, Deflamencas y Tránsito, y por primera vez yo asumía la dirección y coreografía. Era todo un reto pero también creo que se convirtió para mí en un crecimiento personal y profesional. En lo personal coincidió con una etapa algo turbulenta de mi vida, un momento algo inestable... creo que esto se palpa en esta propuesta. El proceso de creación de esta obra se basó en rescatar piezas creadas anteriormente y a partir de ahí crear otras nuevas, estableciendo una línea evolutiva en mi lenguaje dancístico.

P.- ¿Qué es exactamente lo que "transita" en su espectáculo?
R.- Lo que transita en esta propuesta es mi baile, mi lenguaje como intérprete y coreógrafo. El tránsito está reflejado en el cambio de registro, el que ya tenía, el que sumo ahora y el que está por venir. No es un cambio en toda regla, sino una evolución en la que el pasado está muy presente y se tiene muy en cuenta para poder ofrecer lo que puede venir en el futuro de mi baile. El espacio-tiempo no está definido, ya que mezclo los registros conocidos con los nuevos. Este espectáculo es la primera línea divisoria en mi carrera. Lo siento así.

P.- ¿De dónde le nace esa necesidad de sentirse solo en el escenario?
R.- Era un reto para mí. Siempre he dirigido espectáculos con compañeros, lo que considero una experiencia muy enriquecedora y productiva que disfruto mucho. Pero un día llega el momento de hacer las cosas solo. Creo que es una necesidad que nace en todo bailarín, y a mí me ha llegado en este momento. A veces sentía miedo e inseguridad, como es lógico, pero creo que me ha hecho crecer mucho. Son formas diferentes de trabajar, en solitario o en conjunto. Me gustan las dos y no quiero renunciar a ninguna.

P.- ¿Cuál es el argumento de Tránsito?
R.- No tiene un argumento definido. En Tránsito se ve el diálogo de mis registros y mis formas como intérprete y coreógrafo. Está reflejada mi creación hasta ahora y también la búsqueda de la que está por venir. En Tránsito se siente mi tesón en el trabajo, mi inconformidad, el diálogo con mis músicos, la soledad del bailarín, el flamenco más tradicional, mi forma personal de entender el baile, mis emociones, el pulso de mi vida... hasta algún que otro fantasma que se perdió por ahí.

P.- Empezó tocando la guitarra. ¿Qué le ha aportado el instrumento a su forma de bailar?
R.- La guitarra la tocaba de pequeño y de una forma muy amateur, pero me sirvió muchísimo, sobre todo para desarrollar el sentido rítmico y para profundizar en el conocimiento del cante, que es muy importante para todos los flamencos.

Ver otros Buenos Días