Image: Spike Jonze

Image: Spike Jonze

El Cultural

Spike Jonze: "'Donde viven los monstruos' es una película sobre la infancia, no infantil"

10 diciembre, 2009 01:00

Spike Jonze con el protagonista de 'Donde viven los monstruos', Max Records

Spike Jonze (Maryland, 1969) es uno de los cineastas más conocidos del nuevo cine independiente de Estados Unidos. Famoso por sus trabajos para los videoclips de artistas como Björk, The Beastie Boys o REM, su salto al cine se tradujo en un gran éxito de crítica y público con la ciertamente original Cómo ser John Malkovich (1999), a la que siguió otro delirio que conquistó el mundo, Adaptation (El ladrón de orquídeas), de 2002. Ambas fueron escritas por otro nombre fundamental de la generación que hoy tiene algo más de 30 años, el guionista Charlie Kaufmann. Siete años después Jonze ha vuelto a sorprender a propios y extraños con su fantástica adaptación del libro infantil de Maurice Sendak Donde viven los monstruos . Se trata, como ha dicho el propio Jonze no de una película para niños sino sobre la infancia, un retrato fascinante de la poderosa imaginación de un niño sensible cuya vida oscila entre la fantasía, la felicidad y la angustia. Entrevistamos al director a su paso por Madrid junto al joven protagonista de la película, Max Records.

PREGUNTA.- Donde viven los monstruos ha reventado la taquilla de Estados Unidos siendo una película ciertamente atípica para el público infantil.

RESPUESTA.- Yo siempre pensé que la película trataba un tema universal como la infancia y que podía ser un gran éxito. Los estudios (Warner) estaban muy recelosos e insistieron mucho en que era un riesgo enorme y que tenía todos los números para fracasar. Al final, casi terminé por creerlos. Por eso, su éxito ha sido una satisfacción inmensa. Me ha demostrado que yo tenía razón.

P.- ¿Cree que después de este éxito Hollywood cambiará la forma en que produce cine para niños?
R.- No tengo una respuesta para eso, ojalá. Sólo espero que por lo menos los directores que vengan después de mí tengan menos problemas para llevar adelante sus proyectos.

P.- ¿Es cierto que su conflicto con Warner incluso obligó a cambiar el final?

R.- No, eso no es cierto. La película es exactamente la que yo quise. Es verdad que el proceso fue tortuoso, pero hasta esos extremos no llegamos.

P.- ¿Cómo ha sido trabajar con un actor de nueve años en una película tan intensa emocionalmente?
R.- Con naturalidad. Yo traté a Max como si fuera un actor adulto aunque fue difícil encontrar la energía correcta. La película trata sobre una serie de emociones que uno tiene a esa edad y hay que pensar que para los niños es fácil identificarse con ellas porque están en esa edad.

P.- Usted está considerado junto a Michel Gondry como la gran promesa indie del cine de Estados Unidos, ¿se siente así?

R.- Nunca observo estas cosas desde fuera como hace la prensa. Yo lo vivo desde dentro y para mí la vida consiste en levantar proyectos, tratar de conseguir el dinero y que pueda hacerlo como me gusta. Esta película, por ejemplo, ha sido muy difícil porque e sun proyecto íntimo y personal pero a una escala épica, con mucho presupuesto. En realidad, me siento muy afortunado.

P.- El productor, Tom Hanks, tanteó a varios directores durante años para llevar a cabo la adaptación y algunos desarrollaron guiones. ¿Los ha visto?

R.- Vi uno, sí, pero no tuvo ninguna influencia. La máxima inspiración fue el propio libro y la figura de Maurice Sendak. Él y yo somos amigos desde hace muchos años y si no hubiera sido por su insistencia jamás me hubiera atrevido. Sendak insistió mucho en que hiciera una adaptación libre y transgresora, él mismo para mí es un ejemplo de lo que significa ser un artista independiente.

P.- En el filme, el protagonista se refugia en un mundo de fantasía. ¿En cuál le gustaría refugiarse usted?

R.- A veces tengo sueños en los que me gustaría quedarme a vivir. No me refiero a las pesadillas, por supuesto, que de ésas también hay.

P.- ¿Le han supuesto un gran desgaste los seis años que ha estado trabajando en este proyecto?

R.- Ha sido la película más difícil que he rodado jamás, ha habido momentos muy duros, desde luego. Afortunadamente tengo a mis amigos para sobrellevar los malos ratos. Pero bien está lo que bien acaba.

P.- ¿Va a pasar mucho tiempo de nuevo hasta que se vuelva a poner detrás de la cámara?

R.- Tanto no creo. De todos modos, no tengo ningún ansia por hacer película. Ruedo cuando tengo entre manos un proyecto que me apasiona. Si aparece bien y si no también. Hacer videoclips me sigue haciendo muy feliz y también ejerzo como productor. No me sobra el tiempo, desde luego.