Salvador-Dalí

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El Cultural

Dalí a los 100

6 mayo, 2004 02:00

El 11 de mayo, se cumplen los cien años del nacimiento de Salvador Dalí, uno de los iconos más controvertidos del arte del siglo XX. Historiadores y estudiosos de la obra daliniana dibujan en estas páginas al Dalí de las mil caras. En primer lugar, la comisaria del Año Dalí, Montse Aguer, relata en la Primera Palabra los acontecimientos sustanciales de la efemérides mientras que Daniel Giralt-Miracle presenta al gran personaje que fue Dalí. Dividida su obra en tres etapas, de ella escriben Jaime Brihuega (hasta 1929), Juan Antonio Ramírez (1929-1948) y Joan M. Minguet (desde 1949). Espigamos también páginas del diario aún inédito de Ignacio Gómez de Liaño, que convivió con Dalí desde 1978 hasta su muerte. Pere Gimferrer nos adelanta su visión del Dalí renacentista que aparecerá en Autobiografía Cellini. Del Dalí literario e inédito se encarga Agustín Sánchez Vidal, a cuyo artículo acompaña el comienzo de un poema inédito dedicado a Gala en 1935. Silvia Munt se metió en la piel de Gala cuando realizó su espléndido documental Elena Dimitrievna Diakonova “Gala”, y nos habla de la amante y musa perfecta que fue Gala. De las incursiones de Dalí en el cine y su atormentada relación con Buñuel escriben Manuel Higaldo y Román Gubern. Un artículo de Christopher Jones nos descubre la película inédita La aventura prodigiosa de la encajera y el rinoceronte. Finalmente, Jordi Amat aborda su dimensión política.

Dalí total, por Montse Aguer. Las exposiciones del año Dalí nos muestran al Dalí total, de acuerdo con las fuentes estéticas y literarias que lo conforman, y al mismo tiempo al Dalí ultralocal, al Dalí que de lo ultralocal llega hasta lo universal, según ya había defendido Josep Pla.

Dalí joven, Dalí genial, por Guillermo Solana. Salvador Dalí es una tentación y a la vez un tormento para cualquier biógrafo. Pocos artistas modernos ofrecen tal cantidad de material provocador o morboso. Pero, paradójicamente, esa misma abundancia puede llegar a ser frustrante.

Las inquietudes de un hijo del siglo XX, por Daniel Giralt-Miracle. Lo que explica las múltiples facetas de creatividad de Dalí es la curiosidad que le impulsaba a saber más. Una curiosidad que se convirtió en el motor de su existencia y que abarcaba los más diversos campos.

Dalí español (Madrid-Cadaqués), por Jaime Brihuega. La plástica de Dalí sembró la sensibilidad y el pensamiento visual de la escena artística española con todos y cada uno de los elementos de la iconografía surrealista que se habían dado cita en su obra.

La traición al surrealismo, por Juan Antonio Ramírez. La aproximación de los surrealistas ortodoxos al marxismo revolucionario no podía menos que chocar con una postura intelectual tan poco "dialéctica" como la de Dalí. Este no comprendió la dimensión moral que tuvo el surrealismo.

La persistencia daliniana, por Joan M. Minguet Batllori. Planea entre los estudiosos una idea, tal vez llegue incluso al estadio de hipótesis: Dalí, como artista, muere en 1940. Es decir, que, a partir de entonces, pervive el personaje, pero su obra ya no es capaz de aportar nada más a la historia del arte.

Día a día con Dalí, por Ignacio Gómez de Liaño. Espigamos el diario que el filósofo Ignacio Gómez de Liaño publica en Siruela con el título de El camino de Dalí, un diario íntimo de los años en los que trató al genio: "Parecía el monarca de una baraja de Alicia en el país de las maravillas".

Dalí renacentista, por Pere Gimferrer. El poeta fue muy cercano al artista y escribe sobre su relación con la obra de Cellini en un volumen de coleccionista, una cuidada edición de Planeta de la Autobiografía Cellini. A través del Cellini escritor, el Dalí dibujante confluye con el Cellini orfebre y lo reinventa.

Un Dalí inédito, por Agustín Sánchez Vidal. La inminente publicación del volumen III de la Obra Completa de Salvador Dalí deparará muy importantes sorpresas, llamadas a modificar de modo sustancial la imagen que se tiene del pintor, y no sólo en su faceta de escritor.

Las lecturas del centenario. En los últimos años han aparecido biografías, memorias, rencores y admiraciones escritas por especialistas, familiares, amigos y hasta un peluquero. Traemos a estas páginas, junto al último libro de Gibson sobre Dalí, las obras nacidas al calor del centenario.

Gala. Ángel y demonio, por Silvia Munt. Cuando se habla de Gala flota siempre una eterna pregunta... ¿Era Gala un ángel o un demonio? Gala se nutrió de su ángel y de su demonio para elaborar su personaje y para dar altura a su oficio, el de musa, porque era la musa por excelencia.

El cine, la frustración de Dalí, por Manuel Hidalgo. Salvador Dalí tuvo desde niño una intensa afición al cine. Entusiasta del cine norteamericano, aceptaba la simplicidad de las películas cómicas y detestaba los argumentos pretenciosamente elaborados desde el predominio de la historia y la psicología.

La aventura prodigiosa de la encajera y el rinoceronte, por Christopher Jones. Hace cincuenta años, Dalí y Robert Descharnes rompieron las leyes de la cinematografía en La aventura prodigiosa de la encajera y el rinoceronte, un film basado en las imágenes sacadas del espiral logarítmico.

Dalí y Buñuel: dos polos de una pasión, por Román Gubern. El distanciamiento entre Buñuel y Dalí con la irrupción de Gala, hizo que su compenetración juvenil quedase distorsionada. En verdad fue una amistad apasionada que ha legado dos obras maestras: Un perro anzaluz y La edad de oro.

¿Dalí "comprensivo"?, por Jordi Amat. Desde su experiencia en el grupo surrealista de Breton, Dalí huía de cualquier compromiso que constriñera o amenguara su exacerbado individualismo y su voraz afán de reconocimiento. Sólo militaba y sólo militaría en el culto a su personalidad y a su obra.

Cronología. Dalí: 1904-1989. Las primeras amistades en la Escuela Municipal de Figueras, el primer amor, la relación personal y creativa con Lorca, el papel de Gala en su vida o su ruptura con los surrealistas son sólo algunos de los grandes hitos que recorren la vida del polémico artista.