El Cultural

José Ángel Valente

"Nunca he sido una Margarita Gautier"

31 enero, 1999 01:00

José Ángel Valente (Orense, 1929), uno de los poetas del siglo, acaba de recibir el premio Reina Sofía. No pide perdón ni se arrepiente de su poesía, de su insolencia y su libertad. Confía en "no ponerse nunca en venta" y en "no tener la debilidad de tomarme demasiado en serio". Sí, Valente es irreductible. Y poeta.

Pregunta: ¿Realmente son tan malos los poetas españoles del 50?
Respuesta: La verdad es que nunca me ha interesado mucho saberlo.
P: ¿Y la poesía de la experiencia?
R: Depende de qué poesía y de qué experiencia se trate. Por ejemplo, "coger un taxi" puede ser una experiencia importante en Buenos Aires. Pero no sé si poética.
P: ¿Qué poetas españoles e hispanoamericanos lee con agrado José ángel Valente?
R: Machado, Juan Ramón Jiménez, Unamuno; Lorca y Cernuda; Vallejo, Huidobro, Neruda, Emilio Adolfo Westfalen, Lezama Lima, Villaurrutia. Supongo que la pregunta se refiere a poetas del presente siglo.
P: ¿Qué queda de Lorca, Aleixandre y Dámaso después de sus aniversarios?
R: Para mí, de esa generación los grandes poetas fueron Lorca y Cernuda. El primer Aleixandre fue un gran poeta, también el último, pero tiene etapas intermedias reiterativas. En cambio, Dámaso Alonso nunca fue un gran poeta, lo elogiaban los profesores universitarios porque tenía gran influencia en esos medios, pero es un fenómeno pasajero, un poeta que dejará de leerse.
P: ¿La crítica le ha tratado con prejuicios, condescendencia, generosidad? ¿por qué?
R: Creo que, en general, la crítica ha sido generosa conmigo. La razón no soy yo quien podría darla.
P: La abundancia, ¿daña la perfección?
R: No, pero importa tener la gracia o el don de lo que Lezama llamaba la "abundancia justa".
P: ¿Y en literatura?
R: "Donde la sobriedad te desasite está el límite de tu inspiración", escribía Hülderlin hacia 1800.
P: ¿Qué es el fracaso?
R: La conciencia íntima del artista bajo el posible brillo de los parámetros externos.
P: En uno de sus poemas, "Un joven de ayer considera sus versos", escribe: "Cómo han envejecido nuestros poemas..." ¿También los suyos?, ¿Se reconoce en el Valente de ayer?
R: Me reconozco en todas las partes de mi obra; por las que acaso, como dice el verso que usted cita, "han envejecido", siento una prudente melancolía
P: "No soy nada, nunca seré nada"... escribió Pessoa. También "Comprendí en un relámpago íntimo que no soy nadie..." ¿Quién es José ángel Valente?
R: El título de mi último libro lo dice: "Nadie".
P: ¿Qué sacrificaría al dios del lugar?
R: El vacío de mi, para darle cabida en él.
P: Las polémicas literarias: ¿son necesarias, inevitables, una anécdota?
R: No creo que rebasen el límite de lo anecdótico.
P: Ser poeta en España es...
R: Como en cualquier otro lugar: comparecer ante la Palabra.
P: ¿Se arrepiente de haber escrito algo? ¿Qué y por qué?
R: Carezco de la virtud del arrepentimiento.
P: ¿Qué no haría si volviese a empezar?
R: Lo mismo que no hice cuando hube empezado.
P: ¿Escribe para vivir o vive para escribir?
R: Escribir es mi primaria forma de vivir.
P: ¿Su trabajo es tan terrible como algunos dicen, escupe sangre ante el folio en blanco?
R: Nunca he sido una Margarita Gautier.
P: ¿Sobre qué no escribiría jamás?
R: Creo que todo puede ser objeto de la escritura.
P: Por el contrario, ¿qué le hubiese gustado escribir?
R: Lo que todavía no he escrito.
P: Un tópico que deteste.
R: No detesto ningún tópico.
P: Otro en el que crea.
R: Porque no creo en ninguno.
P: ¿Existen muchos falsos prestigios en la poesía española? Atrévase a dar nombres
R: Muchísimos. En esas condiciones resultaría muy fatigoso hacer una lista.
P: Acaba de recibir el premio de poesía Reina Sofía: ¿Significa que por fin se toma a sí mismo en serio?
R: Nunca tendré -espero- la debilidad de tomarme demasiado en serio.
P: ¿Sigue creyendo que el saber debe ser perpetuamente cuestionado?
R: Sí; el motor del verdadero saber es su perpetuo cuestionamiento.
P: Su poesía rezuma filosofía, mística, ¿son niveles de la misma experiencia?
R: Si.
P: El intelectual de este fin de siglo, ¿está domesticado?
R: Sí, creo que el intelectual, en general, ha sido capturado por los mecanismos y las concesiones del poder, y se ha dejado embaucar.
P: ¿Y el crítico?
R: Por supuesto. La crítica en España es muy escasa. No hay grandes figuras, comparables, por ejemplo, al Clarín crítico. Carecemos de esa figura modélica de crítico desde hace mucho tiempo, y lo necesitamos, porque hoy no hay quien tamice esos falsos valores que tanto abundan, ni referencia firme alguna. Y sin eso no tendremos cultura jamás.
P: ¿Y lector?
R: Está aplastado por lo que yo llamaría el producto editorial, por la edición masiva de novedades de nulo valor. Recuerdo cómo, en una ocasión, una señora compró cinco ejemplares de una novela de Vallejo-Nágera, para ella, su prima, su amiga... Hay que tener el libro de moda, aunque no se lea jamás.
P: ¿Cuál es el precio de Valente?
R: Espero no ponerme nunca en venta.
P:¿Qué ha sacrificado por su libertad?
R: Nada. La libertad es un don que todos recibimos. No exige sacrificios, pero no tolera renuncias.
P: ¿Ha valido la pena?
R: Ha valido la pena no renunciar.